Capítulo 31

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"¿Qué quieres de mí?"

Preguntaba el pequeño rubio a la majestuosa criatura frente a él, sus penetrantes ojos grises estaban fijos en los del pequeño niño rubio desde que el pequeño había acudido a su llamado. Una de las pequeñas manos del rubio se extendió hacía la bella criatura frente a él y rozó apenas su inmaculado pelaje blanco.

"¿Qué haces aquí?"

Trató de preguntarle viendo como ella se agachaba invitándolo a montarse en su lomo, Lu la miró interrogante para luego mirar hacia la puerta a sus espaldas preguntándose si Sehun se daría cuenta si desaparecía por un rato, no estaba seguro de eso pero ella también parecía querer decirle algo importante.

«Llegado el momento, la más majestuosa de las criaturas va a visitarte y tú tienes que ir a donde ella te indique... »

¿Era ella de quién su madre le había hablado?, todo parecía indicar que era así, porque nada tendría que hacer un lobo de Incendium ahí de no ser porque había ido por él, miró al cielo donde la Luna brillaba en lo más alto esperando, de esa forma, tener una respuesta a lo que debía hacer en esos momentos hasta que finalmente tomó una decisión.

"Iré, pero debemos regresar antes del amanecer."

Ella asintió a lo que acababa de decirle esperando pacientemente a que el pequeño subiera a su lomo y lo miró una última vez antes de levantarse lista para emprender el camino. Lu esperó pacientemente sin estar seguro de que era lo que ella haría a continuación, estaban en la azotea del edificio y no estaba muy seguro de si confiar que podrían bajar sin que salieran heridos.

Ella comenzó a correr antes de que Lu pensara en cómo era que bajarían, él cerró los ojos con fuerza y se abrazó al enorme animal que ya saltaba al vacío, sintiendo perfectamente el momento en el que tocaron el suelo y sólo de esa forma se atrevió a abrir los ojos únicamente para encontrarse con el oscuro bosque.

El viento de la noche estaba frío en contraste con su tibia piel, los sonidos de la noche eran espeluznantes pero ninguno se acercaba y él ya sabía que era porque le tenían miedo a ella. Una agradable sensación de seguridad y calor se instaló en su interior haciéndose más grande conforme los segundos pasaban y no pudo evitar acurrucarse contra el suave pelaje blando que le hacía cosquillas en el rostro.

No fue consciente de cuanto pasó o cuán lejos estaban cuando ella finalmente se detuvo y se recostó en el suelo permitiéndole bajar. En cuanto sus pies tocaron el suelo sus ojos quedaron maravillados frente al impresionante paisaje.

Un hermoso claro que en su centro tenía un precioso lago de aguas tranquilas que bailaba bajo la luz de plata del astro en lo más alto, dio un vacilante paso al frente y como si fuese una señal, miles de pequeñas luces azules aparecieron y comenzaron a danzar a su alrededor.

"¿Luciérnagas?"

Imposible, ellas ya no existían en la dimensión humana, correteó tras una de las luces hasta que finalmente pudo atrapar una entre sus manos que abrió lentamente para ver que era eso y al abrir las manos se encontró con una cipsela.

"¿Dientes de león?"

Sus ojos recorrieron todo el lugar en busca de las flores pero no había ni una sola en ninguna parte alrededor del lago. Una brinza con el inconfundible y dulce olor de la Reina de la noche, la flor de Incendium, le acarició el rostro e hizo danzar sus cabellos con suavidad, fue apenas un roce que impregnó el claro con un delicioso aroma.

Demonically angelicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora