Era algo que tenía desde el 2015, ¿pueden creerlo?, nunca lo subí porque no me gustaba el resultado pero finalmente lo terminé y estoy feliz por ello.
Fue primavera cuando te conocí y en invierno te perdí...
Te fuiste y no dijiste el porqué,
no te importaron los corazones rotos que dejaste atrás.
El llanto de tu madre fue la orquesta en el funeral
y los ojos de tu padre nos mostraron el vacio que había dejado tu alma al partir.
Aún me preguntan por qué y me apena no tener una respuesta,
no poder hacer más que agachar la cabeza.
Aquella noche hablamos por última vez,
dijiste que querías dormir pero nunca pensé que sería un sueño eterno.
No pensé que volarías tan lejos de mí,
que te embarcarías en un viaje donde no había retorno.
En la habitación de al lado tu hermano jugaba frente al computador,
abajo tus padres compartían un café y se sonreían cálidamente.
Recuerdo haberte confesado que era hijo del divorcio,
que ambos habían optado por caminos diferentes porque el amor se había acabado.
Mi padre nos había abandonado pero en tu familia fuiste tú el que partió.
Aún Mikey entra a tu habitación y abraza tu almohada por las noches,
aún cierra los ojos y juega a fingir que "Gerard no se ha ido" mientras lágrimas gruesas escurren por su rostro.
En el día finge que el insoportable dolor en el pecho no es tan insoportable,
y finge que no tiene miradas llenas de lástima clavándose en él cuando camina por los pasillos de la secundaria.
Tu madre llora con el rostro hundido en el pecho de tu padre
y los temblores de su cuerpo los sostienen los brazos de Donald,
pero aun me pregunto: ¿quién lo sostiene a él?
Si Donna aún pende de un hilo entre la locura y desesperación,
¿Dónde tu padre ha de colgar?
En botellas de alcohol escondido entre la lavadora y la pared su dolor ha de quedar.
Te fuiste en invierno, donde la punta de los dedos se congelan al igual que la nariz,
la época donde todo debería ser tranquilidad.
El regalo de navidad debajo del árbol olvidado yacerá como un triste recuerdo.
Me vi obligado a comprar flores blancas,
esas que parecen trozos de nubes pero huelen a muerte nada más.
Debo decir que nunca comprendí,
nunca pude ver más allá de tus sonrisas y tus carcajadas.
No había nada qué sospechar. Tenías una buena vida y al final ni siquiera te dignaste a decir adiós.
¿Sabes lo qué ocurrió conmigo aquella navidad?
Me quede con los dedos de las manos congelados al igual que la punta de mi nariz,
mis ojos lloraron pequeñas gotitas congeladas y con el dolor en el corazón, querido amigo, no pude dejar de pensar en el frío que debías de sentir.
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The stomachaches of a hesitant alien | Frerard
कविता-Historia corta a base de poemas que puede que no tengan ninguna lógica. -Ni idea de cuantos vayan a ser.
