Cuando amarte no sea pecado

Capítulo 46: "Siento..."

— Ya no te alejes de mí, por favor... — ella me observó con la mirada cristalina pero no le di tiempo a que me respondiera.

La tomé de la cintura pegándola a mí cuerpo y volví a besarla con todo el amor que emanaba desde lo más profundo de mí ser.

Eres el paraíso donde quiero morir eternamente...

CONTINUACIÓN...

Aquellos minutos donde permanecimos besándonos intensamente, se hicieron eternos.
La verdad es que jamás pensé estar así en este momento, quizás estaba en lo más profundo de mis sueños o en alguna absurda realidad, pero en mis pensamientos reales. Y es que esto era irreal. ¿Cómo pasó? ¿Cómo fue que Dios o lo que sea que este allá arriba permitió por fin que esto pasara? Aún no me lo creo. Estoy besándola, y sus labios son los más deliciosos que podría probar nunca.
No quería separarme de ella jamás. Podría morir aquí mismo que no me importaría.

Julianne P.O.V

Esto de verdad está pasando, Amanda me ha besado y yo lo he permitido. Ni siquiera sé explicar lo que siento en estos momentos, pero es una sensación de ahogo, de euforia infinita. Un gran sentimiento y profundo el cual no sé describir con palabras.
Solo sé que esto no estaba en mis planes para nada, pero...se siente tan bien, tan real e irreal al mismo tiempo, tan íntegro, tan completo, tan alocadamente estúpido y atrapante. Creo que jamás en toda mí vida me he sentido como ahora, jamás.
En mis diez años de matrimonio con Edward sí he sido muy feliz, lo amaba...lo amo, no lo sé, pero no lo puedo negar. Es solo que...con él jamás conocí la aventura, esa adrenalina que todo cuerpo y alma necesita en algún momento de su vida. Y en este momento estoy sintiendo eso por primera vez. Creo que eso es lo que más me atrae de Amanda, los sentimientos y sensaciones que ella es capaz de hacerme sentir. Las infinitas posibilidades de abrirme a un mundo totalmente desconocido para mí, que siento muchas ganas de descubrir, pero a su vez siento tanto miedo...estoy realmente aterrada. De perder el control, de que no sea lo que esperaba, de que me juzguen, de no volver a ser yo...y es que junto a Amanda ya no soy quién era, completamente no.

Y...por dentro me pregunto mientras continuo pegada a sus labios, ¿es esto lo correcto? ¿de verdad es lo que quiero para mí? No lo sé, de verdad que no lo sé.
Pero no puedo evitar sentirme feliz en este momento y creo que eso es gracias a Amanda.
Pero sí, soy Julianne Evans, de 40 años, "generalmente heterosexual" o al menos eso creía, y una maldita cobarde.
Comencé de a poco a despegarme de sus labios...

Amanda P.O.V

Estabámos pasando por un hermoso momento, cuando de pronto Julianne se separa de mí, se levanta de la cama y se queda allí parada en la habitación, cabizbaja y tomándose del mentón.
Se ha arrepentido... pensé.

— ¿Qué ocurre? — le pregunté observándola aún desde la cama.

— N-Nada yo... no sé si esto sea lo correcto. — respondió frustrada.

Otra vez está luchando contra su reputación y su "yo" interno...

— ¿A qué te refieres con "esto"? — volví a preguntar.

— A...a esto de...besarnos. — dijo titubeando.

— Julianne por dios, ni siquiera puedes decir la palabra "besarnos", ¿qué te ocurre? — dije observándola atentamente.

Fue ignorante e insensible de mí parte preguntar eso.

— ¡Nada! yo solo... — se tomó del rostro completamente exasperada y salió corriendo de la habitación encerrándose en el baño.

Ahí lo comprendí, estaba totalmente aterrada y yo fui una bestia con ella al hacerle ese reproche. Soy una imbécil.

Esperé un momento y fui a buscarla hasta el baño.
Desde afuera la oí llorar, eso me hizo sentir aún peor.