Epílogo.

5.9K 402 41
                                    

Cinco años más tarde...

«Cinco» no parece un número muy grande, ¿verdad? Pero si son cinco años, sumándole todos los días que tiene un año, por supuesto que lo es. Y es el tiempo exacto desde que Colleen Ashton se había mudado a Atlanta para cumplir su sueño como cantante así como también Justin Bieber había cumplido el suyo; convertirse en un excelente ingeniero industrial. Los dos tenían una buena vida pues la suerte estaba de su lado.

Obviamente no todo era un cuento de hadas.

Para llegar hasta donde quieres estar hay que pasar muchos obstáculos. Si no te esfuerzas, probablemente no llegues a ningún lado. Ellos tuvieron que esforzarse mucho para llegar a donde están. Tener una cara bonita no era suficiente, lo tenían más que claro. Las cosas suelen ser muy diferentes cuando te conviertes en un adulto, incluso empiezas a extrañar cuando tu adolescencia. Cuando no tenían que preocuparse por nada, excepto por querer salir y comerse el mundo.

Ellos aún eran muy jóvenes, eso está más que claro. Tenían muchísimo por delante y mucho que vivir, sin embargo, no es lo mismo. Ahora el tiempo era escaso. Pero no lo suficiente como para evitar que salieran a divertirse de vez en cuando.

Exactamente igual que en estos momentos.

—¡Bieber! —exclamó Ethan rodeando con su brazo los hombros de su mejor amigo—. ¿Estás emocionado?

—¿Por qué lo estaría? —arqueó una ceja.

—Estás de joda, ¿no? —bufó—. ¡Tu chica estará aquí con nosotros!

Rodó los ojos y miró a su amigo de reojo.

—Ella no es mi jodida chica —espetó quitando su brazo—. Ah y probablemente no esté aquí para la reunión de esta noche.

—¿Qué? ¿Por qué no? —frunció ligeramente el ceño—. Me lo prometiste, Justin.

—Sí, bueno, no estaba hablando en serio.

—Demonios, Bieber. ¿Me estás jodiendo? —gruñó molesto—. No puedes dejar de asistir a la reunión de hoy. Allí estarán nuestros viejos amigos.

—Nunca dijiste que fuera obligatorio ir.

—Y no lo es —dijo con la mandíbula tensada—, pero lo jodidamente prometiste. Siempre cumples con lo que dices... ¿Ahora por qué te echas para atrás?

—No me agradan las personas que creen que tienen el mundo a sus pies.

Ethan lo miró confundido.

—¿De quién coños hablas?

—Bah, no importa —hizo un desdén con la mano—. Como sea, ¿tú y tu novia vendrán conmigo a San José?

—Odio cuando me cambias el maldito tema —puso los ojos en blanco, fastidiado—. Respondiendo a tu pregunta, no lo sé. Hannah quiere estar con...

Lo interrumpió.

—Sí, no tienes que mencionar su nombre.

No hizo falta que lo dijera, Ethan lo entendió todo.

—Ay, Bieber. Ya estoy entendiendo todo —rió divertido negando con la cabeza—. No quieres ir a la reunión de esta noche porque ahí estará Colleen y te da miedo verla. Deberías estar feliz.

Rough sexWhere stories live. Discover now