Filofóbia. (Terminada)

◑¡Sé que tiene un gran culo pero no lo mireis!◐

¿Sabeis vosotros/as cuál es el peor amante del mundo?

Pues, el fin de semana. ¿Porqué? Fácil. Llega tarde, dura poco y se va pronto.

Hoy ya es lunes, otra vez. Según mi punto de vista crítico y constructivo, deberíamos ir al instituto los viernes, sábados y domingos. Y tener "libre" de lunes a jueves. ¿No creen? Digo, el fin de semana es lo que uno espera con más ansias durante la semana, llega el viernes y ¡Boom!, no te das ni cuenta cuando ya es lunes.

Me levanto de mi cómoda cama que cada vez que tengo que levantarme se hace más suavecita y parece abrazarme para que no me levante y...

《Ya.》

Okey.

Me tomo mi tiempo en la ducha, total tengo casi dos horas para llegar al instituto. Al salir voy al armario y cojo ropa interior. Me visto con un jeans militar, una playera negra y una campera militar además de mis botas negras. Me miro al espejo y sonrío burlona, con esta ropa fácilmente me confundirán con una militar infiltrada.

Voy a la cocína y preparo el desayuno. Al terminar de comer lavo todo y vuelvo a mi habitación, lavo mis dientes y me hago trenzas en todo el cabello al estilo Jaden Smith.

Aplico lipstick burdeo oscuro a mis labios y lista.

Cojo una mochila negra, las llaves de mi moto y salgo del departamento.

Veinte minutos después llego al instituto, parco la moto y bajo.

-¡Zorra!- gritan y me detengo a esperar a Mille.

Beso su mejilla.- Hola cabrona de mierda.

-Si si, dejemos el amor para otro momento. Ahora, me dirás todo lo que sucedió el fin de semana con Austin.- dice seria.

Sonrío de lado.- Okey pero esperemos a las chicas, no quiero repetir la historia tres veces.

Mille asiente, engancha su brazo al mío y me arrastra dentro del instituto.

-¿Irás a una misión, chica camuflaje?- pregunta burlona cuando llegamos a mi casillero.

Le doy un zape.- Claro que no, gatita.

Mille me mira mal, lleva puesto un jeans rosa, una camiseta con la cara de un gato al centro y unos converse blancos.

-Déjame.- refuta y cubre la camiseta.

¿Qué haría sin esta maldita perra?

                           (...)

-¿¡QUÉ!?- grita Mille y me apresuro a cubrir su bocota.

-Shh.- la regaño, languetea y aparto la mano de su boca.

Miro a Kat y Mad, ambas están con los ojos abiertos como platos y la boca semi abierta.

-¿Nos estás jodiendo?- pregunta Mad sin salir de su asombro.

Niego con la cabeza y suspiro.

-Pero... tú... él... ¿Desde cuando?- balbucea Kat.

Me encojo de hombros y hago una mueca.

-¿Hace un par de semanas?- más bien pregunto.

Les acabo de contar todo lo relacionado a Austin, que hemos tenido sexo y nos hemos visto a escondidas.

-¿Pero cómo?- pregunta Mille realmente perdida.- ¿Cómo no me di cuenta?- susurra para sí misma.

-No sé cómo, solo sé que de un día para otro cada vez que lo veía se mojaban mis bragas. Y pues, un día solo sucedió y ya.- explico.- Y si no se dieron cuenta fue por que yo no quería que supieseis.- la verdad ante todo.- No es por nada pero en cierta parte me daba un poco de vergüenza.