Capítulo 22

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Olya había llegado a su casa poco después de salir de la de Arisha

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Olya había llegado a su casa poco después de salir de la de Arisha. Había escuchado todo lo que ella tenía que decir, pero por puro respeto, puesto que ya habían conseguido convencerla casi totalmente de que ellos eran los malos, de manera que no había creído ni una sola palabra que había salido de la boca de Arisha. Consideraba que si todo aquello que le había dicho era verdad, se lo podía haber contado antes en el tiempo que llevaban siendo conocidas y en verdad, nunca había sabido nada de Arisha, ella siempre fue todo un misterio.

Poco después de entrar por la puerta, llamaron a la misma y fue rápidamente a abrir. Era Dasha, que estaba pasando unos días en su casa con ella mientras le contaba más cosas de las que quería saber. Dasha no lo sabía todo y a veces tenía que llamar a Iván para enterarse, pero estaban contestando a todas sus preguntas, absolutamente todo lo que quería saber era respondido, lo cual hizo que ella tuviese más confianza, la habían tratado muy bien durante esos días.

Dasha llegaba con mala cara aquel día y nada más entrar por la puerta se tiró encima de uno de los sofás de la casa, bufando fuertemente y cerrando los ojos un instante. Olya no habló, esperando a que ella dijese algo y así lo hizo tan sólo unos segundos más tarde.

—No te lo vas a creer —una carcajada sin gracia surgió de la boca de la joven entonces—. ¿Recuerdas que te conté que los padres de Arisha y los míos estaban muertos y sus muertes tenían relación? ¡Adivina qué! —Calló unos segundos mirando a Olya expectante y cuando vio que no decía nada, continúo hablando—. Ilya Vólkov sigue vivo, ¡joder! Por si queda alguna duda: Ilya es el padre de Arisha.

Negó con la cabeza repetidas veces al tiempo que Olya se llevaba las manos a la cabeza asustada. Le habían hablado mucho del padre de Arisha, todo ello malo, aquel hombre era un malnacido, incluso había experimentado con su propia hija. Fingió su muerte cuando tuvo un accidente de coche, dejando morir a su mujer, pero no tenía ni idea de cómo había podido salvarse de aquel accidente, de manera que aquello fue lo siguiente que preguntó.

—Pero, ¿cómo? Quiero decir, tuvieron un accidente, no pudo haberse escapado de allí sin más, le tendría que haber visto alguien o...

—El coche que conducían explotó convenientemente y sólo se identificó a los dos pasajeros que iban en dicho coche por sus dientes —chasqueó ligeramente la lengua tras haber interrumpido a Olya—. Alguien lo tenía todo preparado, maldito cabrón. Ahora sí que tenemos un problema de verdad. Ese hombre es el maldito demonio, ese hombre sí que no duda en hacer cualquier cosa... ¡Sólo hay que ver lo que le hizo a su propia hija y eso que era su hija! —Levantó ambos brazos desesperada, intentando pensar con claridad.

Olya aún no sabía qué era lo que le habían hecho a Arisha, aquello no podían contárselo pues era confidencial, era lo único de lo que aún no se había enterado, sólo sabía que habían experimentado con ella, pero no sabía aún en qué sentido. Sin querer, su mente viajó durante unos momentos a Alex. No sabía tampoco qué había pasado entre Dasha y él, pero eso tampoco lo había preguntado. Recordó momentáneamente el beso que se habían dado y se preguntó si él sabría todo lo que tenía relación con el asesinato de sus padres y con la propia Arisha. En el fondo, pensaba que él no sabía nada de todo aquello y lo justificaba por ello sin saber por qué. Trataba de convencerse a sí misma que aquel hombre no le importaba nada y menos tras haber visto cómo salvaba a Arisha, realmente se sentía un poco despechada con respecto a eso, ya que se notaba que la joven rubia sí que le importaba de verdad por algún motivo que desconocía.

La voz del pasadoWhere stories live. Discover now