Capitulo: 25. -Esto es guerra-

1.4K 152 64
                                    

"Desconfianza" algo aun peor que la incredulidad, ya que en realidad confías en esa persona pero dudas si dice la verdad en ocasiones o no.

Un maldito veneno corrosivo que poco a poco te consume por dentro, pero como no tienes la certeza de nada lo callas, ¿Por qué? Porque temes herir a esa persona si manifiestas tus pensamientos en voz alta.

Esta palabra es algo engañosa a su vez, porque podemos remplazarla con otras como "Precaución" o "Cautela". Dicho de ese modo no suena tan grave ¿Verdad?

¡Por supuesto que no es así! Si debes tener precaución con la persona que amas eso quiere decir que muy en el fondo temes que te lastime y no confías en el plenamente.

Con esos pensamientos en mente lentamente te consumes.

—Por favor Lila, explícate. —Adrien aun trataba de conservar la calma ante esa situación.

—Pregúntale a la secretaria de tu padre, ella fue quien hizo negocios con él mío. —Le resto importancia a la situación mientras se aferraba a su brazo.

Mire como sujetaba la extremidad de novio, haciendo mucho énfasis en el mí, mis sangre comenzó a arder, di un paso adelante para tomar sus cabellos y separarla de Adrien, tal vez si le arranco un mechón de cabello entienda que me pertenece y deje de tratar de acercársele. Di un paso adelante con eso en mente pero Adrien de forma disimulada levanto su mano pidiendo que me detuviera, una mirada de disculpa se reflejo en sus ojos.

—Lila, por favor dame un segundo, tengo que hacer una llamada. —Tuvo que tirar un poco su agarre para poder soltarse, avanzo unos pasos y marco su teléfono para comenzar a hablar.

Al instante la mirada de Lila se enfoco en mí con superioridad, ahora que recuerdo, ella nunca antes a tratado con mi forma civil, creí que había vuelto a Italia pero al parecer solo fue por un tiempo.

—No te creas mucho, esa historia entre tú y Adrien termina hoy. —Siseo.

— ¿Quién eres tú para decir tal cosa? —Pregunte dando un paso adelante, ella de forma inesperada lo retrocedió, sonreí satisfecha ante su cobardía.

De inmediato me dedico una mirada llena de odio y rabia.

— ¡Pero yo no estoy de acuerdo con eso! —Por primera vez escuche gritar a Adrien con serio enojo— ¡No! ¡No Nathalie escúchame tú a mí! ¡No estoy de acuerdo! —A continuación Adrien miro su teléfono enfadado y lo arrojo dentro de su bolso— ¡Maldita sea! —Al parecer toda su calma característica se esfumo.

— ¡Vamos Marinette! —Adrien camino a paso decidido y firme delante de Lila ignorándola por completo tomo mi muñeca y tiro de ella para que empezara a caminar.

— ¿Qué es lo que paso Adrien? —Pregunte tratando de seguirle el paso.

—Nada importante, no tienes que preocuparte, lo resolveré en un rato. —Su humor no era el mejor.

Claro que lo que más me alarmaron fueron sus palabras ¿Si no era nada importante por qué te enojaste? ¿Acaso crees que no me doy cuenta? Tu sabes perfectamente que estas mintiendo, y también sabes que se eso, pero ninguno de los dos dirá nada porque la situación es demasiado incomoda para hacerlo... de nuevo estamos cometiendo errores ¿Por qué no maduramos de una buena vez?

La clase comenzó y cada quien tomo su lugar, Lila llego detrás de nosotros, Adrien miro todo el tiempo al frente evitando cualquier contacto con mi mirada, pero desde mi lugar podía ver los músculos de su espalda tensos, no solo eso su perfil también se veía duro, con el seño fruncido y la mandíbula apretada en una mueca de disgusto.

La misma noche. #PBMinds2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora