Capitulo 2.

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(Amber)

Miraba fijamente por la ventana, ya estaba cayendo la noche y, según sus cálculos, faltaban una unas dos horas para llegar a Hogwarts. Cabe añadir que sus cálculos no servían para nada.

A su lado estaba Needy recostada en sus piernas, durmiendo. Amber había tratado de hacerlo, pero la cosquilla en su estómago no la dejaba. Estaba muy emocionada por llegar al castillo, verlo, estar dentro.

Soltó un suspiro sonriendo y posó su mirada a los puesto de al frente, donde estaba una niña castaña: Summer Steele, había oído cuando entró al vagón y preguntó si podía sentarse con ellas.

— ¿En qué casa quieres quedar, Amber? —le había preguntado una hora antes de quedarse en silencio.

La pelinegra la miró fijamente para luego responderle:— Slytherin.

Esa era la casa que prefería entre las cuatro. Y no era porque la mayoría de su familia ha estado ahí, era porque sabía que en Slytherin encontraría a los verdaderos amigos.

— ¿En serio? ¡Yo también! Aunque, claro teniendo el hecho soy hija de muggles —Summer bajó la mirada a sus manos que se encontraban en su regazo.

— ¿Y eso qué? —elevó una ceja—. Aunque las ideales de Salazar Slytherin eran un poco crueles y lo que hizo... No quiera decir que no puedas quedar en esa casa.

— Ningún muggle ha estado en esa casa antes —murmuró la castaña alzando la mirada, para ver a Amber.

— Siempre hay una primera vez para todo.

Acarició el cabello de su mejor amiga volviendo la vista a la ventana, se

 quedó mirando a la lejanía y luego de varios minutos se quedó dormida.

*****

Se revolvió el cabello con fastidio, pasó su mirada por el Gran Comedor y se fijo que varias personas la veían. Frunció el ceño y se miró, pensando que podía tener alguna mancha en la túnica o una arruga, pero no.

Todo estaba bien.

— Amber, estoy nerviosa —le susurró Needy a su lado, apretando la mano que estaba entrelazada con la de ella.

— Todo estará bien, Ny. Solo respira y espera con ansias que te nombren —susurró la pelinegra pasando la mirada por la mesa de los profesores.

Suspiró con aburrimiento mirando al techo encantado. Quería que ya acabará todo para poder comer y luego irse a dormir.

— Campbell Alexander —dijo Albus Dumbledore, profesor de Transformaciones, en voz alta y fuerte.

Un chico pálido con varios lunares salió entre la multitud de nuevos, se veía seguro, pero a la vez nervioso. Sus ojos marrones no se despegaron de la silla, a la cual se sentó cuando llegó. Dumbledore le colocó el sombrero, haciendo que cubriera parte de sus ojos.

Pasaron unos minutos, en la cual se veía que el sombrero seleccionador le hablaba en su mente, y sin más exclamó en un grito la casa correspondiente:— ¡SLYTHERIN!

Toda la mesa verde aulló y empezaron aplaudir. Alexander se bajó de la silla para correr a la mesa y sentarse en el hueco que le habían hecho.

Albus siguió nombrando, y Amber se desconectó un segundo para ver a los de cursos superiores a ella.

— Fonheddig Charles —vociferó Dumbledore en voz alta, haciendo que Amber vuelva la mirada al frente, para encontrarse al niño ya sentado en el taburete y el sombrero cubría parte de su cara.

Las Crónicas de los Green.Where stories live. Discover now