✏Situaciones incómodas

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Había pasado tan sólo un día desde mi llegada al nuevo departamento.
Salí a conocer a los vecinos en cuanto terminé de desempacar lo que el camión de mudanza trajo. Casi todos eran tiernas y dulces ancianitas que me apretaban las mejillas y me hacían cumplidos. Y digo casi, porque hay que hacer la excepción del peliverde que vive al lado.

Precisamente ahora me mira con cara de... Querer hacer ciertas cosas.
De seguro quiere conocerme.

¿Por qué no me presenté antes? ¡De seguro él sólo quería ser gracioso para agradarme y yo lo malinterpreté!

¡Debo presentarme ahora mismo!

Corrí hacia afuera con mi mejor sonrisa, dispuesto a mostrar mi lado carismático al peliverde... ¿Yoongi? Si, sí no me equivoco era Min Yoongi.

Toqué el timbre de su casa, y desde afuera pude oír el sonido.

Su expresión al verme fue muy... Peculiar.
Primeramente se sorprendió, luego se relamió los labios, y por último colocó una mirada un tanto seductora en su rostro.

Tengo que admitir que es muy atractivo.

Demasiado.

Hola muñeco.— dijo acercándose con una sonrisa.

Hola. Uhm... Tal vez no nos presentamos como es debido y... Decidí venir a presentarme yo.—

. Creí que no vendrías.—

Fruncí el ceño.

— ¿Por qué?—

— Te ví saludar a todos los vecinos, menos a mi.—

— Yo... Lo siento mucho ¡Y quiero reparar mi error!— soltó una risa.

Ven, pasa.— me invitó haciéndose a un lado.
Caminé a su lado y detuve su mano al ver como se dirigía -por segunda vez- a mi trasero— Está bien, está bien. Lo siento.—

Abrió la puerta de su casa y prácticamente me empujó para que entrara.
Me quedé asombrado al ver la fachada interna.

Tienes un muy buen gusto para la decoración.—

Tengo buen gusto para muchas cosas.— dijo guiñandome un ojo— Bien muñeco, dime porqué decidiste ser mi vecino.—

Comencé a hablar con entusiasmo.

Bueno... Me mudé aquí porque era el único lugar donde podía conseguir un departamento a mi gusto. Y dónde podía estar lejos de mis padres.—

— Un adolescente resentido eh?—

— En realidad, tengo veinte.— abrió sus ojos.

— Entonces, yo soy tu hyung muñeco.—

— ¿Cuántos tienes?— pregunté viendo como se dirigía a una cafetera.

Veintitrés.—

— No parece, hyung.—

— Tú tampoco. Pareces más joven.— dejó dos tazas de café sobre la mesa y me señaló que me sentase.

¿Y cuánto tiempo llevas viviendo aquí?—

— Unos tres años. Aunque antes vivía con un amigo, ahora se mudó a Daegu.—

— Debe ser divertido vivir con tus amigos.— dije sorbiendo el amargo líquido.

Si quieres puedes vivir aquí y nos hacemos "amigos".— dijo mordiendo su labio.
Esa acción provocó... Cierta sensación extraña en mi.

Uhm... Yo...—

— Era broma. No te preocupes.— me quedé en silencio, un tanto incómodo.— ¿No dijiste que querías reparar tu error?—

¡Si! ¿Quieres que haga algo?—

Con la velocidad de un rayo, se levantó de su lugar y me tomó de los brazos, acorralándome en una de las paredes.

Bésame.—

Khé?

¿Q-Quieres qué...?—

Antes de que pudiera terminar de hablar, estampó sus labios con los míos.

Dios... Su boca era tan suave, tan cálida, tan... Tentadora.
Sentía toda mi cara hervir pero no quería alejarlo.

Estaba besándome de una manera exquisita. No era mi primer beso, es decir, había dado muy pocos en mi vida, pero sin duda este sería el mejor.

Adentró su lengua en mi boca para juguetear con la mía y acariciar cada centímetro de mis labios.
Se alejaba, me mordía, lamía mis labios, y volvía a pegar su boca y a sacarme el aire.

Bajó sus manos por los laterales de mi cuerpo hasta llegar a mi cintura.

Se separó de mi gruñendo un poco.
Sentía toda mi cara caliente.

Tienes la boca más deliciosa de todas, muñequito.— dijo mientras se relamía los labios y acariciaba mi cara. Yo seguía en shock. — ¿Podrías hacerme un favor?—

Asentí efusivamente.

Señaló sus pantalones, a su entrepierna directamente, donde se asomaba un bulto enorme.

¿Puedes quitar la erección que tú provocaste?—



    
 

Mi vecino es un Pervertido ✏Yoonmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora