Cherry Blossom ✿ Oh Sehun

✿20 "Sensaciones" ✿

Casi podría jurar que el corazón se me detuvo, pero luego la sangre empezó a golpearlo con fuerza y este latió, no era más que una simple mentira para alejar a Yixing, Yixing solo sonrió y me miró serio.

Andrea sabrá hacerte recapacitar, ya veré la forma de hablar con ella –miró a Hun- mientras tanto puedes disfrutar de mi casa y de mi mujer.

Hun tomó uno de los cojines y antes de impactarlo contra el cuerpo de Yixing lo detuve.

Ya basta –grité en dirección a mi exnovio que solo nos miraba.

Yixing salió luego de lanzar un beso volado y la paz por fin volvió al departamento.

Yixing estaba enloqueciendo y yo empezaba a caer en la desesperación.

Caminé hacia la puerta lentamente para cerrarla cuando sentí las manos de Hun rodearme y abrazarme por detrás.

Tranquilízate, estoy bien –dijo.

Giré el rostro para verlo, sus labios estaban rojos por la sangre y las lágrimas volvieron a mí.

No iba a alejarlo del dolor para causarle otro de nuevo, Yixing no podía cogerlo como un costal de box por mí.

Estoy bien –lo escuché hablar otra vez pero solo cerré los ojos y sentí como resbalaron las lágrimas.

Lo siento –susurré y alcé la vista.

Solo hallé sus labios en mi frente y sus manos alrededor de mi rostro.

Tranquilízate –susurró de nuevo y esta vez me obligó a apoyar mi cabeza en su pecho mientras me rodeaba.

Voy a defenderte –susurró.

Aquello sonó muy bonito, debía admitir que aquella extrañeza a la que mi cuerpo estaba acostumbrándose cada que él decía algo, volvió y me encantó.

Me aferré a él e inhalé el aroma de su chaqueta, olía simplemente bien.

Alcé la cabeza para mirarlo pero la puerta sonó y escuché la respiración de alguien.

Andrea –dijo Hun en un susurró y giré para verla.

Vine en cuanto el señor me llamó. ¿Yixing te hizo eso? –le señaló la cara a Hun.

Tenía algunas gotas por los labios.

Hun solo asintió.

Ese hijo de... -miró en mi dirección y se acercó nerviosa.

¿Y ahora que ha pasado? –frunció el ceño y finalmente sus ojos se posaron en las manos de Hun que todavía me tenían sujetada.

Me limpié las lágrimas y la miré nerviosa mientras me alejaba de Hun.

¿Ustedes dos? –nos miró y luego una sonrisita salió de sus labios.

Hun de repente se quejó y le presté toda la atención posible.

Andrea corrió a traer el botiquín mientras miraba la herida de su labio en el sofá.

Te ha pegado fuerte –le dije mientras miraba la mancha roja.

Estoy bien –cogió mi mano y la movió para poder mirarme- créeme cuando te digo que de verdad estoy bien.

La cercanía de Hun me gustaba y esta vez fui yo la que se acercó, Hun cerró los ojos despacio y cuando menos me di cuenta ya le había dado un pequeño beso.

Andrea llegó y nos separamos.

Coloqué el desinfectante en el algodón y lo pasé lentamente por la herida de Hun.