04

64.9K 5.1K 952
                                    

Al salir del colegio, Hae Soo me recalca que hace casi cuatro meses que no hemos salido juntas, así que hemos detenido en nuestra cafetería favorita, donde solíamos ir juntas cada tarde. En todo el camino va mencionándome cuan extraña luzco estos últimos días y yo no hago más que asentir... aunque yo sí sé lo que ha sucedido.

—Dos bizcochos de chocolate, por favor —ordena ella y la mesera apunta su pedido

—Que sean tres —interrumpo y Hae Soo dirige su mirada hacia mí dirección.

Cuando la mesera termina su anotación, se marcha dejándonos solas. Mi amiga alza su ceja, mirándome en confusión.

—¿Has invitado a alguien más? —pregunta, colocando su mano sobre su pecho simulando dolor— Se supone que yo sea tu única mejor amiga.

—No —digo, negando con la cabeza— Es solo que...

—Está bien, también te he visto más delgada... así que aceptaré esas libras de más que consumirás.

Ambas sonreímos pero sigo sintiéndome incómoda. No puedo tolerar más de un bizcocho de chocolate. Acaso... ¿Acaso son primeros síntomas? ¡No! No puedo pensar así... no sé tan siquiera si ha usado protección, quizás estoy haciendo un drama por algo que no existe.

—¡Tierra llamando a Yoo Soo! —exclama mi mejor amiga, sacudiendo su mano frente a mis ojos.

Me doy cuenta de que he estado pensando demasiado y que mi bizcocho ha llegado. Al finalizar nuestros postres vuelvo mi camino a casa, no sin antes escuchar la chillona voz de Hae Soo gritarme que debería dormir al menos diez horas.

Jeon... Jung... Kook. Jeon... Jung... Kook. ¿Por qué no puedo sacar tal nombre de mi cabeza? Parecía tan normal cuando me miró, ¿No le quedaba un poco de remordimiento en el cerebro? Lucía tan liberal, despreocupado.

—¿Aún duele tu cabeza? —dice una voz, interrumpiendo en mi camino— El golpe de esta mañana no mentía, de seguro fue muy doloroso.

Mi corazón quiere volcarse cuando puedo ver la persona que me habla. Es Jungkook. Me está observando fijamente desde su lugar, con la cabeza inclinada.

—¿Cómo sabes que este es el lugar donde vivo?

—Tengo buena amistad con el profesor —contesta, dejando caer los hombros— Mira,...

—Yo Soo —le corrijo

El aclara su garganta y se acerca un poco más a mí.

—Yoo Soo —comienza— La noche... aquella noche que tú y yo, ya sabes... —prosigue y mis nervios se colocan de punta— Creo que...

—Crees que no usaste protección... —susurro sin fuerzas y él asiente bajando su mirada.

Y siento mis músculos debilitarse, su expresión es rígida pero más allá hay decepción. En realidad no sé cómo se sienta. Yo solo sé cómo me siento. Mi cuerpo amenaza con desmayarse pero mis pies siguen intactos sobre el suelo.

—¿Siempre haces esto? —vuelvo a preguntar en un susurro y nuestros ojos se encuentran. La conexión es tan fuerte que al romperse siento que puedo salir lastimada.

—¿Qué?

Ahora parece confundido y un sentimiento circula por mis venas... siento molestia, siento mucho enfado y frustración.

—¿Es esto un juego para ti? —mi voz parece sublevarse y él solo da un paso atrás— ¿Te pasas la vida emborrachándote en cada bar que encuentras y embarazando a la primera chica que pase por tu vista? Creo que hubiese sido mejor no volver a encontrarme contigo, pero no, apareces en mi colegio...

Mis palabras lo han herido por la manera en que acaba de reaccionar. Ahora su pupila ha oscurecido y sus manos convertidas en puños.

—¿Es eso lo que quieres? ¿Qué pasa si estás embarazada? —escupe y mi cuerpo tiembla ante esa palabra— No ando la vida embarazando a cada mujer que cruza mi camino. Quieras o no, estaré a tu lado hasta asegurarme de la verdad.

Trago saliva.

—¿Y qué pasa si no lo estoy?

—Desapareceré de tu vida.

Daddy to be: Jeon JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora