¿Seguir órdenes,o romperlas?

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Helena
Mareaba tanto mis sentimientos que no sabía qué hacer.Sonaba tan sincero,que me lo creí.Pero no sé si realmente puedo confiar en él.Sus cambios de humor me trastornan y no me dejan pensar con claridad.
Es como conocer a 10 Ryan distintos cada vez que hablo con él.Pero nunca consigo destapar al verdadero Ryan.Y eso me confunde.
Al cabo de unos minutos salgo yo también del hospital.El olor a desinfectante me está mareando,y no pienso seguir en esta cárcel.
Me despido de Óscar y salgo hacia fuera.Llevo tanto tiempo dentro del hospital que la luz del sol me deslumbra y quedo ciega por unos segundos.Camino hacia la cafetería más cercana y pido un café mientras voy al baño.
No quiero opinar sobre mis ojeras,ya que podría hacer un símil con miles de cosas.
Cuando salgo mi café está listo,lo pago y me pongo camino a la fraternidad.Debería encender el móvil,supongo que alguien estará preocupado por mi.O tal vez nadie.
Cuando llego a la habitación unos brazos me aprietan y me dejan sin respiración.
-¿Se puede saber dónde coño estabas?-dice Aihnoa con lágrimas en los ojos.Me alegra de que este tan preocupada.
-En el hospital.-digo cuando consigo soltarme.
-¿Qué ha pasado?-le cuento toda la historia resumida,incluyendo la pelea y mi confusión con Ryan.
-Ryan es un grano en el culo.Pero está claro que tú sientes por él y él por ti.No sentiría nada si no tuviera ese arrebato de celos.Deberías hablarlo con él.Las cosas no se solucionan con el tiempo,se solucionan con el diálogo.
Asiento con la cabeza,dispuesta a hablar con él mañana.Por ahora solo quiero enterrarme entre las sábanas de mi cama y dormir 100 años.

Un pitido atronador me despierta,y pongo las manos en mis oídos.
Aihnoa debería poner ese cacharro un poco más bajo.Suena más alto que una bomba.
-¡Dios,apágalo!-grito al ver que el reloj no responde.
-¡Eso intento!-responde en el mismo tono.Continúa dándole golpes,pero sigue con su curso de no callarse.
-¡Agh!-grito histérica y sorda.Me levanto y cojo el despertador.Lo lanzo a la pared y se rompe,estallando en miles de trozos.
-Wow,estás de muy buen humor hoy.-Me suelta sarcástica.Le fulmino con la mirada.Pillo lo primero que veo en el armario,y cuando acabo,desayuno un café y unos cereales.No tengo ganas de nada.Bueno,si tengo ganas de algo.
De dormir.
La cama me grita:¡Acuéstate conmigo,lo pasaremos bien!
Mi corazón dice:¡Quiero un poco de diversión!
Mi cabeza dice:Helena perderás la clase.
Me río en silencio por la conversación entre mis órganos y la cama,y salgo de la habitación sin ni si quiera esperar a Aihnoa.
Hoy tengo mal carácter,no me juzgues.
Los gritos de Aihnoa se escuchan por toda la fraternidad.
-¿Se puede saber qué clase de bicho te ha picado para que estés tan de mala ostia?-me suelta enfadada.
-Me ha picado tu despertador.
-Es de los chinos,¿qué más puedes pedir?
Vale,ese comentario ha tenido gracia,pero intento reprimir la risa que quiere salir de mis labios.
-Te ha hecho gracia.-dice mientras pulsa el botón O del ascensor.
-No seas tan orgullosa.
-Y volvió la Helena enfadada.
Sonrió falsamente y miró fijamente las paredes del ascensor.
Me doy cuenta de que este ascensor es prácticamente nuevo:las paredes blancas y listas dan una estructura más acogedora,y la luz blanca le da más seguridad.
Eso no evitó que me quedara encerrada con Ryan.
Te encantó.
Hoy,conciencia,no es el mejor día para molestarme.
Las puertas se abren y caminamos en silencio hacia la universidad.

La primera clase es un verdadero asco.La profesora de Matemáticas se pasa la hora hablando sobre su familia,en vez de en matemáticas.
A nadie le interesa que tú hijo se haya graduado este año,y que sea brillante en las calificaciones.

La segunda hora se vuelve interesante.Básicamente por qué una bola de papel golea mi frente.
"Buena puntería el que lo haya tirado" grita mi conciencia.
Veo unas letras escritas en el papel,¿es una nota?
La deshago y leo su contenido:
Vaya,parece que te has ido al sol que más calienta,¿cierto?
Te diré una cosa: Ryan no va a prometerte amor eterno,ni te va a querer.Él busca gente como yo:Divertida,guapa,con buen cuerpo,sexy.Cosas que tú no tienes.
No sigas intentando que tú príncipe azul te quiera,ni que te trate bien.En cuanto te haya quitado la virginidad se irá por donde ha venido.
Pero eso ya lo sabes,¿Verdad?
Realmente no sé qué pensar.¿Y si la carta tiene razón? ¿Y si solo busca acostarse conmigo,para luego dejarme tirada?
Algo me dice que parte de la nota es verdad.
Pero,¿las personas pueden cambiar?
¿puede un mujeriego enamorarse de una chica como yo? ¿O simplemente estoy esperando algo que nunca llegará?
Mi corazón quiere pensar lo primero,pero mi cabeza piensa lo segundo.
¿Corazón o cabeza?
El timbre suena y me levanto de mi asiento haciendo un estruendo.Todo el mundo,incluida la profesora,se quedan quietos,mirándome.Les lanzo una mirada desdeñosa mientras salgo de la sala.

Segunda carta del día.Esta la he recibido en clase de Física,y ha hecho goleada justo en mi pecho.
Soy tan Imbecil que no he pillado quién era la que lo lanzaba.
Puede que nunca lo averigüe.
Deja de luchar,no vales nada para él.No te quiere ni te querrá.Búscate alguien tan mojigato como tú.Haríais buena pareja.
¿Que hago con las cartas? Las quemo,las tiro,las conservo...
Cuando llego a mi habitación,Aihnoa no está,y me fijo en la letra de la nota.No la reconozco.
La puerta se abre y guardo las cartas en un cajón de mi mesita.
-¿Estás de mejor humor?-me pregunta.
-Puede.-digo sonriendo.
-Aleluya.-dice riéndose mientras levanta los brazos.Se sirve un té mientras deja las llaves en la encimera,y me mira fijamente.Me revuelvo incomoda,y le pregunto lo que lleva rondando por mi cabeza todo el rato.
-¿Puedo hacerte una pregunta?-le digo.Ella asiente con la cabeza.
-¿A quién sueles hacerle caso:a la cabeza o al corazón?
Ella medita la respuesta por unos segundos.Cuando lo decide me mira y noto en su mirada tristeza.
-La cabeza piensa las cosas con coherencia,siguiendo un orden.El corazón hace lo que siente en ese momento.Es impulsivo,no le gusta acatar órdenes.Piensa en sí te gusta seguir las normas o romperlas.
Y con esa respuesta me deja pensando toda la tarde.
[Helena en multimedia]

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