No puedo evitar que se me escapen algunas carcajadas.

-Gracias por esto. Pero debo ir al colegio, y como te habrás dado cuenta, me faltan varias cuadras. -sonrío y sigo caminando, mientras me despido de él con una mano.

Sigo caminando y sintiendo la brisa en mi rostro, pero cuando logro avanzar dos cuadras más, la motocicleta de Jaden vuelve a rugir y se aparca nuevamente junto a mí.

-Tengo una idea -me informa -te habrás dado cuenta que ya es muy tarde, así que se me ha ocurrido llevarte. El colegio más cercano aún está a unos kilómetros de aquí. No te vendría mal una mano.

Lo miro con el ceño fruncido.

-Vamos, Yoselyn! Al fin y al cabo soy tu única opción. -me mira con esos ojos intensos y algo en mí se mueve.

No es que me guste, ni mucho menos. Yo estoy perdidamente enamorada de Will, y él de mí. No tengo dudas que dentro de poco estaremos juntos.

Sin embargo, Jaden tiene razón, ya es muy tarde. Además eso hacen los amigos, no? Echarse una mano cuando lo necesitan. Y no veo ninguna razón para no volverme amiga de Jaden. Me cae muy bien.

Sin pensarlo más, me encojo de hombros y doy pequeños pasos hasta él.

Él no puede ocultar su deslumbrante sonrisa al ver que acepto su oferta. Y sin más preámbulos me subo atrás.

-Ten en cuenta que siempre me han dado un poco de miedo las motocicletas. -digo nerviosa.

-Tranquila, no dejaré que te pase nada malo. -por un momento voltea la cabeza para mirarme a los ojos y demostrarme que habla en serio. -Pero debes sostenerte de mi cintura -sonríe.

-No voy a sostenerte de la cintura! -exclamo.

-Tranquila, puedes tocarme. No es como si pudiera quedar embarazado por eso. De todos modos prometo no demandarte. -dice muy serio.

Eso es más que suficiente para hacer reírme a carcajadas nuevamente. Y en un instante, lo estoy sujetando de la cintura.

Arranca la motocicleta y antes de que aceleremos, me acerco a su oído para que me pueda escuchar.

-Hey, seguro que no me demandarás? -sonrío y él me devuelve la sonrisa.

En un segundo, estamos en la carretera a quien sabe cuantos kilómetros por hora. De repente me entra el pánico y recuerdo el motivo de mi miedo hacia este medio de transporte. 

Sin pensarlo, me aferro con todas mis fuerzas a la cintura de Jaden, y sumerjo mi rostro en su chaqueta. No lo puedo ver, pero sé que ha sonreído.

Sigo acurrucada en su espalda por unos minutos más, hasta que él se voltea y me levanta la barbilla para que pueda mirarlo a los ojos.

-Estás bien? -pregunta, con una pequeña pizca de preocupación en su mirada.

Asiento sin decir palabra. Entonces me doy cuenta de que ya hemos llegado y muchos de los estudiantes nos están mirando con dulzura. 

Me levanto de un brinco y me acomodo el jersey. 

-Gracias. -le digo a Jaden, sin mirarlo a los ojos.

-No fue nada -dice -Hey, mírame, por favor -me pide, y accedo -No tienes nada que temer. -me asegura y sonríe.

Asiento y en mis labios se dibuja una media sonrisa. 

-Espera un momento. Como supiste que mi colegio es Rosa Azul? -le pregunto confusa.

-Fue muy sencillo. Es el colegio más cercano a tu casa. Solo lo supuse. -vuelve a sonreír.

MI BOSQUEUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum