Capitulo 1

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La noche parecía tranquila, las calles estaban desiertas y todos descansaban debido a lo tarde que era, a excepción de algunos locales nocturnos, tales como bares, discotecas u hoteles y aquellos turistas que habían llegado horas antes con la intención de pasar  la noche a divirtiéndose, o aquellos que necesitaban un trago a tan altas horas nocturnas debido a problemas cotidianos tales como: un despido, la muerte de alguien querido o una traición amorosa, ya saben, una noche normal en Radiador Springs.
En el hotel más cercano todas las habitaciones permanecían cerradas, los clientes hospedados dormían después de varias horas de viaje y turismo, o simplemente trataban de sacarle provecho a lo que restaba de la noche, pero ese no era el caso para esta pareja de "enamorados", los gritos podían escucharse desde la oficina principal hasta el aparcamiento  y no, no eran ese tipo de gritos que significaban placer, eran de enfado, rencor e incluso....

-¡Eres un idiota McQueen, eso es lo que eres!

-¡¡YO!!.....¡La verdad es que no te entiendo, Sally!¿¡Qué es lo que quieres?!

-¡No es justo que me ignores McQueen no enfrente de tus amigos, o que simplemente no veas por mi!, ¡se suponía que esta noche solo seriamos tú y yo!

-Sally sabes que estás exagerando, si lamento lo de esta noche, enserio lo lamento, pero yo no tenía ni idea de que ellos estaban en Radiador- decía McQueen mientras se acercaba con paso lento y cauteloso-hubiese sido de mala educación no haberles hablado, de que ellos se hubiesen sentado a comer con nosotros fue su decisión-sus dedos empezaban a deslizarse por las mejillas de Sally limpiando el agua salada que emanaba lentamente de sus ojos azules-los iba a hechar pero antes de que pudiera hacer algo te levantaste y saliste corriendo para después tomar un taxi y venir hacia acá, ¿Por qué me dejaste solo?

El rostro de ambos estaba tan solo a pulgadas, McQueen empezó a acortar distancia pero, Sally apartó con una de sus manos la del contrario que se encontraba en su rostro, mientras con la otra mano le cubría la boca antes de que él pudiera besarla.

-McQueen por favor déjame sola.....vete de aquí

McQueen se sorprendió debido a esto, se apartó lentamente de su rostro, completa y totalmente sorprendido.

-Yo....Sally....no quería...

- Vete McQueen, basta por favor

McQueen se acaricio la nuca algo nervioso y asustado, él quería quedarse con Sally esa noche pero sabía que el hecho de quedarse con ella solo terminaría en más gritos. Se alejó de Sally lenta y cuidadosamente, podía ver en su mirada tristeza y enfado pero eso no era lo peor, si no que en su mirada se había filtrado otro sentimiento y no era ese brillo de amor en su mirada que siempre reservaba para McQueen, era todo lo contrario parecía: odio.

McQueen asintió con la cabeza, mientras miraba aquellos ojos llenos de un nuevo sentimiento, unos ojos frívolos y distantes, dio un paso atrás mientras apretaba con fuerza sus labios, su cabeza se movía lentamente en pequeños asentimientos, se dio la media vuelta y camino hacia la puerta, tomó la perilla y la giro pesadamente, la puerta de la oficina principal se abrió de par en par dejando que una corriente de aire frío golpeara el cuerpo del corredor, giro la cabeza y se encontró a una llorosa Sally tratando de cubrir su rostro mojado por las lágrimas, cerró la puerta lentamente y se dirigió a su Ferrari rojo aparcado en el estacionamiento del hotel, de pronto la noche se había vuelto aún más fría, abrió la puerta del conductor y subió en el auto, cerró la puerta sintiendo un gran alivio debido al frío que hacia afuera, pero aun así el frío aún no desaparecía se recargó aún más en el asiento, mientras cerraba los ojos con fuerza tratando de convencerse a sí mismo de que todo era un simple sueño, tal y como lo hacía al comienzo de cada carrera, al abrir los ojos se encontró en el mismo asiento, con el mismo frío recorriéndole el cuerpo y las hermosas estrellas tintineantes que parecían burlarse de él, el enojo empezó a apoderarse de su cuerpo, mientras su mano se cerraba en un puño y golpeaba el volante, introdujo las llaves en el auto, el motor empezó a ronronear, marcó el retroceso y salió de ese aparcamiento de aquel horrible hotel.

McQueen vagaba con su Ferrari las calles completamente desiertas, no iba a ningún lado en especial solo quería aclarar sus pensamientos, su cabeza daba vueltas, no sabía que era lo que había sucedido, McQueen no planeaba estar a las 3 de la mañana dando vueltas por todo Radiador Springs sin saber a dónde ir exactamente, el plan para esa noche era simple, llevar a comer a Sally en su restaurante favorito para festejar su cumpleaños, hacer algunas bromas, reírse un rato para después llevarla a su hogar y bueno hacerlo de una ves por todas y pasar de ese simple toqueteo, todo iba a la perfección hasta que aparecieron algunos corredores en el restaurante, saludaron a McQueen y el los saludo a ellos por cortesía, claro, ellos se veían muy emocionados y parecían querer hablar sobre algo, no prestaron mucha atención a Sally, ellos le empezaron a contar cosas irrelevantes a McQueen, pero cuando el les iba a pedir que se retiraran, Sally se levantó y se excusó, anunciando su salida, trato de detenerla pero tuvo que pagar la comida y eso hizo más tardía su salida.
Se dirigía a la casa de Sally, cuando noto las luces de la oficina del hotel encendidas, aparcó el auto y fue en busca de Sally, claro que la encontró pero la discusión volvió a estallar entre ellos.
Últimamente ellos habían discutido demasiado, cualquier cosa desataba una discusión, el problema era que Sally siempre era quien empezaba, o tal ves ¿Sería McQueen el culpable?, Ese tipo de pensamientos sacudían su mente pero eso no era todo.
Esa mirada que Sally le había dedicado, lo asustaba, no parecía tener ni una sola gota de deseo o amor, en ella, solo había visto enfado y odio.
Pero eso no era lo que más le preocupaba, lo que más lo asustaba y mantenía tan nervioso era el hecho de no haber sentido otra cosa más que lastima.

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