—Pss Kayla. —susurra Rayan detrás mío. Me giro. Está subiendo las escaleras— No tengo bañador. No pensé que tenías piscina. —confiesa. Una risita sale de mi boca. Al imaginarmelo desnudo en la piscina.

¡Mente sana como una lechuga Kayla!

Se ve tan inocente de esta manera. Lo cojo de la mano.

Abro la puerta de la habitación de mi madre y entramos.

—¿Que haces? No querrás... Un ratito de plac... —le tapo la boca echa un tomate. Cierro la puerta de la habitación.

—Claro que... ¿No? —me tapo la boca al decirlo. Que conste que me a salido involuntariamente.

¿Porque mierda dices eso?

Con una risa pervertida Rayan se acerca poco a poco a mi. Le pongo una mano en el pecho.

—¿Estas loco? —digo ruborizada—No es ni el momento ni el lugar, encima es la habitación de mis padres —sale rápidamente. Que asco. Aquí habrán tenido ellos sus...

¿Pero que mierda te pasa?

Rayan ríe—Eso significa que... —lo interrumpo.

—Que te vas a poner esto y vas a esperarme en la piscina. —digo sacándole un bañador pequeño de mi padre.

Rayan ríe y asiente.

Salgo de la habitación dejando a Rayan solo en la de mis padres cambiándose. No se porque me gustaría estar allí.

Pervertida.

No soy pervertida, son mis hormonas que están que vuelan.

Entro en mi habitación y rebusco en el cajón de los bañadores.

Me decido por el que más me gusta y me parece más cómodo. Es un bikini negro, con poca decoración. Ya que al fin y al cabo se acaba cayendo siempre.

No había mucho a la imaginación. Más bien tapaba un poco. Cuando estoy lista me envuelvo una toalla en el pecho para que caiga hacia abajo como un vestido.

Cuando me giro veo a Rayan apoyado en la pared. Meto un leve grito y este abre los ojos como platos.

Me tapa la boca.

—¡Callate joder! —murmura este con rabia. ¡Estamos todo el rato tapándonos la boca mutuamente!

Abro la boca del asombro.

—¿Cuánto rato llevas ahí? —pregunto echa un saco de nervios, Rayan ríe y baja la mirada.

—No demasiado, tranquila... No he llegado a ver lo que quería...—noto como los colores suben levemente por mis mejillas.

¿Porque con una palabra consigue darme ese ardor en el estómago? Ese cosquilleo que me estruja el estómago.

Bajo la mirada. Me ajusto la toalla mas a mi cuerpo y camino hacia la puerta.

—Tengo ganas de verte con ese bikini... —dice de manera seductora. Miro a Rayan de mala manera y este levanta las manos con inocencia.

Aveces me dan unas ganas de plantarle un beso para que calle y deje de decir esas cosas.

Bajamos y nos dirigimos directamente a la piscina.

El sol comienza a ser cada vez más fuerte por lo que decido ponerme crema solar. Rayan corre como un pato mareado y se tira de bomba a la piscina.

Haciendo de esta un mar de olas. El agua me ha salpicado hasta mi.

Cuando acabo de ponerme crema resistente al agua me saco la toalla dejando ver mi cuerpo.

"Como conocí al idiota"[Editando]Where stories live. Discover now