—Me gustan tus ojos Mari—susurraste al tiempo en que apoyabas una mano entre nosotros y te inclinaste hacia a mi—Son tan azules y brillantes, llenos de vida.
Cada vez te acercabas más y más.
—Te amo Marinette. —Lo dijiste hablando seriamente porque siempre que querías hablar de esa forma usabas mi nombre completo y no el cariñoso diminutivo, mientras me mirabas a los ojos con una hermosa sonrisa llena de ternura, luego sentí tu mano en mi mejilla, te inclinaste un poco más y pude sentir la suavidad de tus labios sobre los míos.
El beso duro solo un instante, en donde pude experimentar cientos de sensaciones, cerré los ojos y un hormigueo me recorrió, ¿Qué era eso que sentía? ¿Felicidad? ¿Emoción? ¿Alegría? No estaba segura, sin embargo era grandioso, me incline un poco hacia delante para tenerlo más cerca, no estaba segura de que hacer, pero quería tocar su rostro, definitivamente ese momento fue el mejor de toda mi vida... pero te separaste de mi tan rápido como te acercaste.
—Siento eso...—miraste hacia otro lado.
¿Por qué te disculpas? Yo no veo una razón para que hagas eso.
—N-No es nada... no tienes que disculparte...—no tuve el valor de preguntarte.
Sin embargo aunque principalmente era "Marinette una chica normal" no podía dejar mi deber de lado como "LadyBug", con Chat Noir seguimos trabajando arduamente para mantener Paris a salvo.
Aquella vez, mientras patrullábamos y nos detuvimos en la torre Eiffel estabas raro, no contabas ninguno de tus chistes sin gracias ni sentido, y no era la primera vez, desde hacía días te comportabas de forma extraña, aunque nada que resaltar, pero esa vez, esa vez no eras tú mismo.
—My Lady, estoy saliendo con alguien. —Simplemente estabas allí, sentado como lo hacen los gatos y lo soltaste de la nada, el silencio se rompió estrepitosamente como un cristal que cae al suelo.
— ¿D-De verdad? —Me sentí algo incomoda porque tu rostro no era el de alguien feliz por tener novia.
—Sí, —asentiste, aun sin mirarme a mí, solo contemplabas el paisaje. —Es alguien hermosa, algo torpe, divertida, tímida—suspiraste con pesar—y muchas otras cosas más, ella sinceramente es una gran chica.
Me senté a tu lado.
—Eso se oye genial. —Puse una mano en tu hombro.
—Sí, pero a mi ella no me gusta. —Abrí mis ojos un poco, te preste toda mi atención, tus ojos se veían tan vacíos, fue la primera vez que te vi de esa manera. —Ayer le mentí, le dije que la amaba cuando no es así.
Quite mi mano de su hombro.
—Yo te amo a ti My Lady... esa chica es muy buena, pero yo te amo a ti. —Se giro a verme, mostrando todo su dolor.
Aparte la vista y me pare, la primera vez que me hacías una confesión seria tenía que ser en estas condiciones, cuando yo estoy saliendo con la persona que amo y tu estas engañando a una inocente chica, nunca aceptaría algo como eso.
—Esa chica seguro te quiere, no deberías mentirle. —Fue lo que pude responderte ya que eso sentía.
—Pero yo no la quiero, voy a terminar con ella, lo haré mañana... entonces me confesare formalmente a ti, porque eres la única persona a la que puedo amar.
No lo hagas, no me muestres esa cara.
Te levantaste para acercarte a mí, cuanto extendiste tu mano tratando de tocarme tuve que retroceder un paso.
Capitulo: 18.-¡Mentiroso, mentiroso, mentiroso!
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