❸Caigo en tus encantos

2.4K 116 148
                                    

Marin

゚゚゚

Adrienne está a un lado mío...

Me es demasiado complicado decir algo.

Me mira...

No despego mis ojos de ella.

Se acerca a mi.

Veo sus labios.

Observa los mios.

Se acerca aún más...

Imito su movimieto

¿Está pasando...?

¡Está pasando!

No, no, ésto no puede ser real.

o sí...

¡... estamos a punto de...!

Un minuto...

Suena algo raro al fondo, tiene un parecido con mi alarma.

▪▪▪

¡ES MI ALARMA!

゚゚゚

- ¡Marin! hijo, ¿te levantaste? -reconocí la voz de mi padre inmediatamente, a pesar de estar adormilado-. ¿¡Marin!?- los gritos provenían de la cocina. Tallé con la palma de mis manos ambos ojos para quitarme la vista borrosa.

Sobra decir que fue un sueño...

- ¡Ya desperté! -grité lo suficientemente fuerte para que mi papá escuchara, es lamentable que tenga esa habilidad de tener fantasías de lo más perfectas a los momentos menos convenientes -. Ya desperté...- dije para mi mismo, no había apagado ese sonido de la alarma, tomé el móvil y presioné para que silenciara, inmediatamente apareció la pantalla principal con la hora...-. ¡Y ES TARDE! -Me incorporé de un movimiento rápido.

Consecuencia de hacer tareas a media noche.

Gajes del oficio supongo.

-Ok, Ok, tengo exactamente... -miré la pantalla de nuevo-. 10 minutos, tres los utilizo para desayunar, uno para el baño, otro para los dientes, y con suerte cuatro para llegar al toque al colegio -inhale profundo para recuperar el aire que gasté hablando tan rápido -.Y acabo de perder segundos en planear esto... hurra.

Escuché un bostezo agudo a un lado mío -Buen día, ¿Ésta todo...

- ¡Mal!, ¡Tikki, soy un desastre andante!, ¿Cuántas veces sonó la alarma?

-Tres, o tal vez cuatro... ¿Cinco veces?

- ¡Pero por qué no me despertaste!

-Marin, sabes que la puntualidad es importante, pero tu salud también, te acostaste de madrugada, es una presión muy fuerte para ti -Sus grandes ojos celeste me miraron con seriedad.

-Te agradezco mucho, Tikki pero yo-

- ¡El desayuno! -Esa era mamá.

-Ve a la mochila, ahora mismo vuelvo -Tikki asintió y revoloteó al pequeño morral que siempre llevaba conmigo.

- ¡¡Ahora bajo!! -Alcé la voz -¿Gustas galletas, pequeña? -Pregunté a mi kwami, de la mochila salieron sus dos diminutos brazos, la miré con confusión-. No... no entiendo, Tikki.

-Ah, como extraño tener dedos -dijo en voz baja-.Quiero dos, por favor, Marin.

-¿¡AH!? -Juro que esa frase llenó mi mente de interrogantes.

¿"Dedos"?

Tenía que discutir ese tema, por supuesto, pero el tiempo amenazaba con dejarme afuera de la escuela con la puerta cerrada en mis narices.

Necesito tu amor [Miraculous Ladybug Genderbend]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora