Min Yoongi dejo salir de entre sus labios un suspiro lleno de cansancio, mientras el pequeño pelinegro que tenía por ahijado saltaba de un lugar a otro en su oficina,rebotaba sobre los sillones, tirando todas sus cosas al suelo, con sus tiernos 4 años Kim Jungkook ya era un ser de destrucción, igual que su padre.
-Kookie, es hora de dormir, ¿Quieres venir y...?
-¡No! No dormiré hasta que papi llegue del trabajo -Jungkook le sonrió mostrandole con orgullo sus grandes dientes delanteros.
Yoongi rodó los ojos, sin duda Namjoon aún tenía mucho trabajo por hacer y ese niño necesitaba dormir o al día siguiente sería una pequeña y dientona bolita de energía, lo que no era bueno ni para él ni para su salud mental. Yoongi era una persona que carecía de paciencia con los niños, pero Jungkook era el hijo de su mejor amigo, y lo conocía desde que era una pasita diminuta y arrugada, lo quisiera o no ya se había encariñado lo suficiente como para aceptar cuidarlo hasta altas horas de la noche como ahora era el caso.
Se resignó a que Jungkook en realidad no pensaba dejarse poner el pijama hasta que su padre llegara, por lo que aceptó jugar un par de veces con el a "el piso es de lava" o en su mejor caso, ver como el pequeño dibujaba a su padre con el de la mano con crayones sucios y gastados.
Unas dos horas después Namjoon se dejó ver en la puerta de la casa de Yoongi, tenía unas enormes ojeras y caminaba arrastrando los pies, se notaba a kilómetros lo cansado que se encontraba, sin embargo esto no evitó que esbozara una enorme sonrisa y le extendiera los brazos a su hijo a penas lo vio.
-¡Papi!-gritó Jungkook corriendo emocionado hacia Namjoon, rió con su voz aguda de infante y se abrazó con sus cortos bracitos al cuello del moreno, quién sonrió aún más y lo elevó, cargándolo sin importar lo cansado que estuviese.
-¡Hola campeón! ¿Cómo estuviste con el tío Yoongi?
-¡Muy bien! ¡Me dejó ver televisión y comer dulces!
-¿Porqué no tienes puesto el pijama?
-Te estaba esperando-las mejillas de Jungkook se inflaron y jugó con sus pequeñas y rechonchas manitos- ¿Estás enojado?
Namjoon sonrió una vez más, negando con la cabeza
-Esta bien, nos iremos en seguida y te pondré el pijama cuándo ya estemos en casa.
Yoongi, quién había estado observándolos durante todo ese tiempo, suspiró aliviado y se dirigió a su habitación para guardar los juguetes y lápices de Jungkook y guardarlos en su mochila, cuándo todo eso estuvo listo volvió al salón principal, en donde se encontró con Namjoon sentado en el sillón y Jungkook dormido abrazando su pecho, suspiró y se dejó caer junto a su alto amigo.
-Hola
-Hola-contestó Namjoon desviando la mirada a él- En serio muchas gracias por cuidarlo de nuevo, sé que es muy seguido que te lo pido, pero en el hospital llegaron más pacientes de urgencia y de verdad no podía irme
-Es tu trabajo Namjoon, lo entiendo-replicó Yoongi pasándose las manos por el cabello- Pero yo también tengo un trabajo, y quedarme hasta estas horas con Jungkook me afecta por la mañana
-Lo sé, lo siento, solo que...
-Solo que eres un idiota desconfiado y no quieres contratar una niñera
-Exacto -murmuró de nuevo Namjoon, cerrando los ojos con fuerza y dejando reposar la cabeza en el respaldo del sillón, acarició con su pulgar la pequeña espalda de Jungkook- ¿Y si la persona que se queda con él le hace algo? Eres el único en el que confío tanto como para dejarlo contigo
-Sí, pero...-Yoongi se mordió el labio inferior con nerviosismo y suspiró- Namjoon, voy a aceptar un trabajo de medio tiempo por las tardes, lo siento mucho, pero me hace falta el dinero, no podré ir a recoger a Jungkook a la guardería desde el próximo mes.
El mayor suspiró pesado y sintió como el dolor de cabeza comenzaba a atacar su joven cuerpo, se sentía realmente agotado por la jornada laboral horrible que le había tocado, ahora sumado a esta nueva información, era simplemente demasiado.
-No es tan terrible Namjoon, es en serio, si quieres te ayudaré a buscar a una buena persona que se encarge de él, Kookie es un niño tranquilo, no da problemas
-Eso lo sé, pero yo no...
-No tienes opción.
El pequeñito cuerpo de Jungkook comenzó a removerse entre los brazos de su padre, y los dos adultos se quedaron en silencio al ver que este abría sus ojos y se frotaba el rostro con su mano en puño.
-¿Ya estamos en casa papá?
-No pequeño, pero nos iremos ahora-Contestó Namjoon dedicandole una pequeña sonrisa y levantándose con el, miró a Yoongi, quién ya lo estaba viendo con culpabilidad, le sonrió para tranquilizarlo y palmeo su espalda con la mano que no sostenía a Jungkook- Tranquilo, entiendo tus razones, te estoy muy agradecido.
Yoongi asintió y depositó un suave beso en la frente de Jungkook como despedida, le rompía el corazón no poder seguir cuidándolo, aunque jamás de los jamases lo diría en voz alta.
Así Namjoon y su pequeño hijo salieron del departamento del rubio, el mayor acomodó a Jungkook en su silla especial para bebés dentro del auto y se dispuso a conducir hacia su hogar, pensando en que Suga tenía la razón, por más que le costase admitirlo.
Debía contratar una niñera.
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