Hay cosas que no se olvidan.

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Todos los que amas
Y llegarás a amar
Los verás caer
En el final.

El mal y su oscuridad
Por ti y por
Vendrá.

Las piezas
De la realidad
Oh, no encajarán.

Pero tú, mi amor
Hey-o, tu suerte seré yo.

Con un beso
De verdadero amor
El caos que somos
Explotará, oh no.

Destruir, crear
Ying, yang
Opuestos a la par
Vinimos a luchar.

Y tú, mi amor
Hey-o, tu suerte seré yo.
Cuando todo llegue a terminar
Y de nuevo
A comenzar
Nos encontraremos
Una y otra vez más.

Porque estamos entrelazados
Por el hilo irrompible
Y sin final, Chat Noi...

—¿Qué cantas, Tikki? —preguntó Marinette desde la cama, medio dormida y medio despierta. Tikki se volteó, sonriendo nostálgica ante su actual compañera y recordando todas las antepasadas que habían cantado junto con ella esa canción por tantas generaciones, cada una más especial que la otra. Y ella no era la excepción.

—Nada, Marinette. Una vieja canción, algún día te la enseñaré.

La chica, la cual ni había logrado abrir los ojos, solo se movió y siguió durmiendo.

Tikki sonrió. Cuando ella y Chat Noir volvieran a estar unidos, como estaban destinados desde el principio del todo, le cantaría toda la melodía.

Quizás cuando eso pasara Plagg le enseñaría a Adrien su parte.

Y por fin volverían a cantar juntos.

No se espía en ventanas ajenas, Chat Noir. |MariChat|Where stories live. Discover now