¿Amigos?

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Olvidala me lo repetía constantemente, es solo un gusto pasajero, otro capricho.
Como aquella vez que me interesé en una enfermera llamada Mary, después llegó la pelirroja y luego otra. Jamás paso nada con ninguna de ellas, pues el hospital es serio y yo debia ser igual.

Asi que solo deje de mirarla.

Siempre que siento que caeré en los encantos de una mujer, mejor me alejo, ignorarlas es lo mejor. Pues cuando dicen "Me enamoraste" es mentira, las personas mismas se enamoran solas de alguien más. Entre tanto mirar y pensar en ella o él, te ciegas y cres que es especial, cuando en realidad es solo otro número.

- Deja de hacer eso Ana. -Se escucho la voy desesperada de Jessica o la "pelirroja" como le llamaba ella.
Ambas estaban sentadas en una mesa y Ana se aferraba a una hoja de papel. La enfermera tiraba de ella pero no obtenía resultado, tenía miedo de lastimarla o ser agredida nuevamente.
Mire hacía otro lado, Ana grito.

(No mires) me aferraba a mi regla.

- Dr. Dylan creé poder ayudarme? -Me dijo Jess desesperada.

- Solo déjala y ya. -Me marche.

Y asi paso otro mes, y era algo realmente dificil, queria mirar hacia otro lado pero mi mente me traicionaba y se desviaba directo hacia ella. Y comenzó a complicarse cuando ella me prestaba atención todo el tiempo, en sus ratos cuerdos y en los no tanto.

Sus hermosos ojos siempre me miraban.

Asi que me arme de valor. Al diablo la regla, pensé.

Y una tarde estaba ahi sentada en la banca de siempre, esta vez no pregunte solo me sente a su lado.

- Asi me visualizo. -Me dijo de pronto, mostrandome su libreta de dibujos.
Y pintaba una mujer sentada en una banca dirigiendo su mirada hacia un gigantesco árbol.

- Pues asi es como te vez, a excepción del vestido.

- Lo sé -Dijo suspirado. - No sabes lo molesto que es llevar una ridícula bata todo el tiempo.

- Te equivocas. -Dije sonriendo y sacudiendo el cuello de la mía.
Una risa muy fuerte salio de sus labios, la cual me hizo reir igual.

- Pero en serio me gustaria uno.

- ¿Te refieres al vestido?

- Si, no recuerdo cuando fue la última vez que use uno.

- Yo puedo comprartelo, pero sera con una condición. -Asintió al mismo tiempo que un brillo llenaba sus ojos, parecía una niña pequeña. - Lo usaras a la hora de dormir, cuando nadie te vea. No podemos romper las reglas, estas de acuerdo?

- Tienes razón, pero tiene que ser rosa y esponjado. -Se levanto de su lugar, dio una vuelta moviendo su vestido imaginario y estiró su mano. -¿Amigos?

Reí al escuchar eso, realmente parecía una niña pero me gustaba y me gustaba más que me hablara de "tú" y no de "usted" asi la sentía cercana.

- Amigos. -Afirme, estrechado mi mano con la suya.

Ese día salí temprano del hospital, de ser cualquier mujer hubiese comprado cualquier vestido, pero ninguno me convencia y es que egoistamente esperaba encontrar uno que me volviera loco puesto en ella.

Y asi fue, un rosa pastel, que mostraba un hermoso escote en el pecho y además estaba esponjado. Perfecto, era perfecto para ella.

Por Tenerte Junto A MiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora