12. Mi nepe es más grande que las espectativas que tienen tus padres en ti.

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Lydia tomó el rostro de Stiles entre sus manos y lo atrajo al de ella. Era muy nueva en el aspecto del contacto físico, y ni siquiera hablar de los besos, pero cada vez que veía al chico algo dentro de ella le pedía a gritos que lo besara. O no necesariamente un beso, con un abrazo, o una caricia bastaba. Cualquier especie de contacto era más que suficiente.  

Los dos estaban sentados en la cama de ella. Stiles con su pierna doblada, con su pie al aire, y Lydia con sus piernas cruzadas.

—¿No crees que hay una gran posibilidad de que lleguen todos pronto? —Sugirió Stiles entre el lapso en que tomaban aire, acariciando la espalda de Lydia con sus manos. Nunca se había atrevido a tocar algo más, ya que era como una especie de zona prohibida para él —. Lo digo, porque la vida que corre peligro es la mía.

—Yo te protegeré —Le prometió, con sus respiraciones entrelazadas y sus labios a sólo unos cuantos centímetros de distancia. Lydia disfrutaba acariciarle el rostro, como si quisiera saberse de memoria cada facción y detalle de la cara de Stiles. Su piel era muy suave, pero a la vez era ligeramente raposa por los pequeños restantes de la barba rasurada de él.

Se recostó en su cama, orientando a Stiles de los bordes de su camiseta para que se colocara encima de ella. Este obedeció, y siguió con lo suyo, besándola.

—Hueles muy bien —Comentó, dejándole un rastro de besos en el cuello, sosteniéndose con uno de sus codos en el colchón, y con su mano libre acariciando el abdomen de Martin por encima de la blusa.

Lydia no sabía que era lo que le había puesto más de Stiles, si el modo en el que estaba acariciándola, o lo gruesa que su voz había sonado.

Aunque a ambos no les duro mucho, porque si no los interrumpía algún estornudo, alguien más lo haría.

—¡Qué demonios estás haciendo! —Gritó Scott con todas sus fuerzas, entrando de golpe a la habitación —. ¡Quita tus manos de Lydia!

De forma rápida, pero sin ser brusco, Stiles se levantó, acercándose a Scott rápidamente, pero este lo tomó del cuello de la camiseta levantándolo en el aire, haciendo que los pies de Stilinski no pudiera pisar el suelo. Este movió los mismos desesperado, tratando de quitar las manos de Scott de su cuello.

—¡Scotty cálmate! —Stiles trató de tranquilizarle, pero menos lograría hacerlo llamándole «Scotty».

—¡Te dije que no me llames así!

Lydia se levantó rápidamente, metiéndose entre Scott y Stiles, obligándole al primer nombrado a soltar al segundo.

—¡Scott! ¡Tranquilízate!

Stiles se llevó las manos al cuello, tratando de volver a respirar con normalidad, pues el agarre de McCall no lo había dejado.

—¡Eras mi mejor amigo! ¡Mi hermano! Te introduje a mi vida y a la de mis amigos, ¿Y así me pagas? ¡Manoseando a mi mejor amiga! Lo habría pensado con Erica, ¿pero con Lydia?

—¡Hey! —Exclamó Erica ofendida, pero después se encogió de hombros—. Bueno, tiene un buen punto.

—No eres nadie para impedirnos a Stiles o a mí poder estar juntos —Reclamó Lydia, cruzándose de brazos—. Te he hecho caso, y he dejado ir oportunidades muchas otras veces por miedo a perder tu amistad, y sigo teniendo ese miedo, pero ya no pienso escucharte más. Ni se te ocurra querer volverme a hacer elegir entre tú y alguien más, porque no quedarás satisfecho con mi respuesta.

La mirada de Scott estaba compuesta en una rara mezcla entre dolor, decepción e ira. Le dolía que sabía que tal momento tarde o temprano sucedería, tener que dejar a Lydia ir.

i'm allergic to dogs (stydia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora