i'm allergic to dogs (stydia)

6. ¡Burbujalandia, población: Lydia Martin!

—¿Y bien? ¿Cómo te fue en tu miertera cita?

Derek Hale entró a la habitación de su primo, sentándose en la misma silla giratoria de siempre. Cualquiera pensaría que sólo visita a Stiles por ella, y no lo piensan; es verdad.

—Malia me dijo que lo "nuestro" fuera lo que fuera, no iba a funcionar —contestó bufando—. Ridícula.

Stiles estaba sentado en su cama con las piernas cruzadas, con Presidente Guau en sus brazos y acariciándolo como los villanos acarician a sus gatos en las películas.

—¿Por qué? ¿Se dio cuenta del mal partido que eres? —cuestionó, dando vueltas en la silla sobre su propio eje.

—No, porque piensa que Lydia me gusta.

—¿Y Lydia es...?

—Zanahoria, la chica que me trajo a Presidente Guau.

—Ah, eventualmente sucedería.

—¿Y por qué se supone que sucedería, señor graduado en psicología?

—Rescató lo que actualmente más quieres en el mundo. La vez como una especie de heroína por "rescatar" a Presidente Guau y traértelo. Al principio estabas en shock, creyendo que te robaría el amor del canino, pero ahora que ves que no hay peligro de reemplazo, tu pequeño y bobo corazón fue capturado como si fuese un Pokémon y esa chica una maestra Pokémon.

—Lydia no me gusta, acabo de conocerla. ¿Qué no saben que el que alguien te guste necesita tiempo?

—Estás confundiendo el amor con el gustar. Que alguien te guste por ya sea su físico o por su forma de ser es una cosa, pero tu estás pensando que decimos que estás enamorado de ella, algo que sabemos que es imposible con tan poco tiempo transcurrido. ¿No te gusta su físico?

—Fuera del color de su cabello, Lydia es bonita. Es muy bonita, claro que me gusta su físico —respondió obvio.

—¿Y su forma de ser?

—Es gracioso que se moleste por todo, y me agrada que tenga carácter. Además de que es graciosa y según Scott, bastante inteligente. Así que, podría decirse que sí.

—¡Boom! —Derek imitó una explosión con sus manos.

—Pero... Es imposible —se levantó, en pánico—. ¡Es imposible!

—¿Quién es el chido aquí? —preguntó, cruzándose de brazos,

—Presidente Guau —respondió, señalando a su mascota.

—Espero que Lydia no te pelé y Presidente Guau te deje por estúpido —le soltó levantándose.

—¿Qué crees que haces? ¡Presidente Guau está encima mío! ¡No puedo moverme e ir por ti!

—Volveré cuando aceptes tu estúpida atracción por esa chica —le amenazó—. Hasta ese entonces, que tu estúpido perro te de apoyo moral.

Presidente Guau ladró ofendido ante escuchar que le llamaron estúpido, al igual que Stiles se quedó con la boca abierta, indignado.