Mi Vaquero Ideal [Gay] *correcciones gramaticales/ortográficas*

Capítulo 20

Norman se separo lentamente mientras abría los ojos; delante de aquella mirada grisácea se encontraban unos ojos marrones llenos de felicidad, acompañados de una radiante sonrisa.

-D-Debo irme. - Norman se dio media vuelta y se alejo.

-Espera - Gabriel le tomo de los hombros antes de que saliera del establo -. Te quiero. - dijo mientras le rodeaba la cintura por atrás y le besaba la mejilla.

Norman sintió un escalofrío pero claramente le gusto ya que se reía para sus adentros, solamente que no podía expresarlo, no quería. Norman se giro de medio lado y le sonrió. Y finalmente siguió con su caminar hacía su trabajo.

Al llegar se encontró su tía cansada, quizá sus ojeras decían poco, pero sus movimientos era lentos. Ella lo miro y trato de sonreír, Norman se acercó y tomo un pequeño paño y le limpio algo de sudor de su frente.

-Dame - dijo Norman, le quito el cucharón y la alego de la estufa -. Ve a la cabaña, yo me encargo. - ella solamente asintió y con pasos ligeros salió.

Y Norman termino lo que su tía había empezado.

Así que ahí se encontraba, a un costado de la cocina, con la cabeza abajo. Mientras sus jefes emprendían a saciar su apetito. Lentamente levantó la mirada para encontrarse con los ojos perdidos de Samuel sobre el plato de la comida. Pero al levantarse la señora Clarisa. Samuel poso su mirada sobre su madre.

-Buenas noches hijo. - dijo la señora Clarisa mientras subía las escaleras

-El viaje fue largo - dijo el señor Albert -. Debo descansar, buenas noches hijo. - e igualmente subió las escaleras.

El ambiente se torno serio, y el estomago de Norman rugía de hambre, pero debía a esperar a que Samuel terminará, pero para ello faltaba mucho ya que Samuel no había tocado su comida desde que bajo. Finalmente decidió dejar de pensar en comida y se aproximo a la mesa para tomar los platos sucios y llevarlos a la cocina. Al regresar Norman presenció a Samuel bebiendo vino tinto en un copa, al bajarla fijo sus ojos en los de Norman, este solo sintió nervios, sintió temor, pero... ya no sintió nada de eso, porque Samuel no lo miro de mala manera, Samuel solo le otorgo una cálida sonrisa. La cual hizo que Norman entrara en cierta confianza y aquellos nervios cesarán.

-¿Quieres acompañarme a comer? - le pregunto el rubio-castaño.

-Y-Yo, no creo que sea buena idea. Esperaré, no te preocupes. - y el de ojos grisáceos bajo la mirada.

-No seas cruel - Soltó Samuel con una pequeña carcajada -. Creí que eras mi amigo.

Y con aquellas palabras Norman lo miro desconcertado. Pero Samuel seguía con aquella sonrisa que hacia a Norman no caer en los nervios.
Pero no sabia que responder. ¿Eran amigos? - Claro que lo eran -. ¿Lo seguían siendo? - Esa era la incógnita que lo hacia desconcertar.

-¿A-Amigos? Claro, seguimos siendo amigos.

-Entonces siéntate. - y con la mirada le señalo el asiento de al lado.

Norman se dirigió hacia Samuel y tomo asiento a su lado. Bajo la mesa solamente jugueteaba con sus dedos mientras sentía la mirada de Samuel sobre el. Después observó como Samuel tomaba un plato de verduras y con los utensilios tomó uno de los bistecs que había en el centro de la mesa, y se lo posiciono enfrente de Norman.

-¿Comemos? - pregunto Samuel con una sonrisa. A lo cual Norman le respondió con otra sonrisa.

Y finalmente degustaron la comida de sus platos.

-La comida te quedo deliciosa. - dijo Samuel mientras limpiaba la comisura de sus labios con una servilleta.

-Gracias. - Norman se encogió de hombros.