Norman era un joven de piel blanca y algo bronceada ―ya que salía mucho al sol―, tenía el cabello azabache y unos ojos grisáceos, podrá ser de clase baja pero no por eso descuidaba su higiene; su dentadura era blanqueada y unos pequeños hoyuelos se le formaban cuando este reía, su cuerpo era atlético pero no musculoso simplemente se marcaba su abdomen ya que a veces ayudaba al capataz ―su mejor amigo de la misma edad― cortaba madera, daba de comer a los animales y cargaba la paja, cosechaba los vegetales y también aprendió a cabalgar con su amigo, era su único amigo, aunque Norman fuera homosexual sabía que no debía mezclar una relación amistosa con una relación amorosa, por lo cual no había muchas personas de la cual se enamorara pero si sentía ciertos sentimientos: cuando iba a comprar la despensa y veía uno que otro chico.
Era virgen, no había dado su primer beso, no sabía lo que se necesitaba saber para tener relaciones sexuales; era un pobre inocente.
―Norman ―lo zarandeo su tía para que despertara―. Norman, la señora Clarisa el señor Roberto están a punto de despertarse.
―Grrr... ―Norman dio un gruñido.
―Si te ven dormido se enfadaran. ―Betty abrió las cortinas de la pequeña cabaña donde se hospedaban.
―Ya...ya me levante. ―se froto los ojos con su mano y se sentó en la orilla de la cama.
―Ve a lavarte la cara para que me ayudes a hacer el desayuno.
Norman se levantó y con pasos lentos se dirigió al "baño"; ya que solo tenía un escusado y una llave en el suelo.
Se colocó unos viejos tenis rotos ―los únicos que tenía―, y lleno la cubeta de agua y aunque estuviera fría tomo un poco juntando sus dos manos y se la froto en la cara, se secó con un trapo y salió de la cabaña en dirección a la hacienda.
Su tía Betty preparaba masa de pan de hojaldre, norman se acercó y cocino un poco de barbacoa mexicana.
―Al fin te levantas hijo. ―dijo su tía mientras amasaba la masa.
―Lo siento tía, un pode dormir bien. ―Norman seguía moviendo la carne.
―¿Otra vez con tus pesadillas?
―No, simplemente me dormí tarde. ―tallo sus ojos grisáceos.
―Bueno, apúrate que no tarda en levantarse los patrones.
Los dueños de la hacienda y del viñedo se encontraban degustando la deliciosa comida que sus criados hicieron, el joven y su tía se encontraban parados en el marco de la puerta esperando indicaciones de sus patrones.
―Betty. ―dijo la señora Clarisa con una pequeña sonrisa en sus labios. Ella era la más gentil con ellos pero aun así no dejaba de tratarlos como sirvientes.
―Si señora. ―dijo Betty aproximándose a ella.
―Puedes retirar los platos. ―agrego Clarisa.
Betty y Norman se acercaron y tomaron cada plato y vaso de la mesa de caoba y los llevaron al fregadero. Y volvieron al comedor.
―Gracias Betty, ya pueden retirarse para que desayunen ―los dos se acercaron al marco de la cocina―. Norman, querido. ―el joven se detuvo en seco y se giró para verle a la cara a clarisa.
―¿Si?, señora. ―dijo algo tímido aunque su voz sonó firme.
―Necesito que limpies una de las habitaciones, mi hijo termino sus estudios y ahora vivirá aquí. ―dijo levantándose de la mesa y seguía a su esposo, pues se dirigían al viñedo.
―Cl...claro. ―balbuceó aunque ellos ya no estuviesen ahí.
¿Por qué había balbuceado?
¿Habría sentido nervios?
¿Por aquel chico que no conocía?
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Mi Vaquero Ideal [Gay] *correcciones gramaticales/ortográficas*
RomanceEn esta historia, narra la vida de Norman un joven de corazón puro, dónde trabaja en una hacienda. *Esta historia es homosexual. (boyxboy) *Todos los derechos reservados* #300 en romance 21/11/2016 #273 en romance 03/12/2016 #81 en romance 14/12/20...