VIII

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Los apresurados pasos de Gerard se hacían destacar entre el típico silencio que siempre gobernaba el apartamento, pero en poco tiempo las exclamaciones de Frank también se hacían escuchar. Aunque para cuando cuando llegó ya era muy tarde, Gerard estaba dentro del baño haciendo dios quien sabe, y el ahí, observando la puerta con muchísima impotencia.

¡Gerard, Gerard!

No...

¡Gerard, abreme!

No me lastimes... No, no de nuevo.

¡Te juro que si no abres te irá mal!

No, no quiero... Vete.

Gerard, ¿Estas bien ahí? —la tranquila voz de Frank se dejó escuchar tras la puerta, pero Gerard lo ignoró, o simplemente no lo pudo escuchar con tanto ajetreo en su propia mente. Aunque Frank estuviera preocupado por Gerard no lo haría notar, pues no es bueno alterarlo, no es bueno gritar en estas situaciones.

Deja de gritar... Mis oídos duelen...

Te prometo que todo estará bien, solo quiero saber algo. Solo quiero ayudarte.

— No lo harás

¡Te odio!

— Es una promesa.

¿Quien se ha portado mal?

— No te enojes...

No eres real.

— Abreme, hablaremos de esto. Te prometo que no te haré daño.

Claro que lo soy.

— No.

No, no lo eres. Vete de aquí. Déjame estar con Frankie.

El es solo Frank, yo soy Frankie. ¿Acaso no te das cuenta? El intenta engañarte y separarme de ti, el no quiere que vuelvas a los viejos tiempos, el no quiere que seas feliz.

Frank me ama.

Yo te amo. El te quiere usar, el te volverá a golpear.

¡Vete! ¡No regreses!

Yo lo advertí, amor.

unhappy -frerardTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon