Capitulo 14

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Narra Adrien:

Era un despreciable y cobarde sujeto, mientras ayudaba a Marinette a levantarse del suelo Nathaniel se acerco a mis espaldas y me dio un golpe y no cualquier golpe si no que fue exactamente en donde estaba mi moretón, me arrodille a causa del dolor y me di cuenta de que Marinette se encontraba asustada pero en pocos segundos se arrodillo junto a mi.

-¡Adrien! ¡Adrien! ¡¿Te encuentras bien?! ¡Por favor contéstame!- No le conteste ya que el dolor se intensificaba cada vez más mientras que de un momento a otro todo se volvió negro.

Cuando desperté me encontraba en la enfermería de la escuela, tratando de recordar lo que paso antes, pude notar que me encontraba solo así que intente levantarme aunque fue muy difícil por el dolor que aún sentía, de un momento a otro entro la enfermera se acerco a mi y dijo que me recostara nuevamente.

-Joven Agreste no debería levantarse, usted tiene un moretón muy grande y esta resentido, por suerte no tiene ninguna fractura ni lesión interna pero aún así debe descansar, por el momento déjeme aplicarle esta pomada- La enfermera llevaba un pequeño bote en sus manos, me hizo seña de que levantara mi camiseta y lo hice pero antes de que la pusiera la llamaron, se disculpo conmigo y salio de la habitación dejándome solo.

-Adrien... ¿estas bien?- La voz de Marinette se escuchaba tan ligera pero me daba alegría verla entrando a la habitación.

-Estoy bien, la enfermera dice que no es nada grave- Le sonreí cálidamente mientras detrás de ella sacaba el pequeño recipiente con la pomada que llevaba antes la enfermera.

-Deja de fingir que estas bien y déjame ponerte esto que me dejo encargado la enfermera.

-Segura que no lo robaste solo para verme- Le dije de manera burlona a lo cual ella soltó una pequeña risa.

-Nada de eso, ahora déjame ponerte esto- La mire unos segundos pero lo hice, levante mi camiseta dejando a la vista el moretón, Marinette se quedo mirándome un momento.

-¿Ocurre algo malo Marinette?- Decidí preguntar para estar seguro.

-N... No no es nada... malo- Se había sonrojado un poco, después se acerco a mi y comenzó a poner la pomada, me dio un escalofrío al sentir el contacto de su mano algo fría con mi piel cálida, hice una seña de dolor cuando paso su mano al centro del moretón- Lo siento... ¿te lastime?

-No es nada, solo fue un leve dolor- Ella asintió y continuo por un rato más. Cuando termino se acerco a la mesita que había a un lado de mi donde se encontraban unas vendas.

-¿Y ahora que harás?- Pregunte sabiendo la respuesta pero aún así lo hice.

-Voy a ponerte esto alrededor de la cintura así que voy a necesitar que te sientes por un momento- Obedecí a lo que dijo e intente levantarme pero ella se acerco y me ayudo, comenzó a enredar la venda sobre mi cintura mientras yo solo me dedicaba a observarla- Listo ahora solo descansa un rato.

-¿También la enfermera te dijo que me vendaras?- Pregunte volviendo a recostarme en la cama.

-No, eso fue solo por que se que era necesario el vendaje- Dijo tomando una silla que se encontraba cerca y sentándose al lado de la cama donde me encontraba- Antes me llevaron a un curso de primeros auxilios así que ve el lado bueno, si pasa algo similar nuevamente volveré a traerte a la enfermería- Ambos reímos ante su comentario para que pocos minutos después la enfermera entrara a la habitación.

-Muy bien Marinette, muchas gracias por encargarte de Adrien mientras estaba ocupada y por cierto Adrien no te preocupes, Nathaniel sera expulsado durante dos semanas por el daño que causo en ti- Una parte de mi festejaba por dentro mientras que la otra hacía sentirme algo preocupado.

-Eso quiere decir que estaremos tranquilos por dos semanas enteras Adrien- Sonrió Marinette al igual que yo pero había algo que no dejaba de preocuparme, la enfermera le indico a Marinette que debía salir de la habitación con ella para que me dejaran descansar, ella con un pequeño puchero en su rostro salio de ahí, se veía tan linda cuando hacía esa clase de cosas, era hermosa.

Narra Marinette:

Nunca había visto debajo de la camiseta de Adrien y a decir verdad tenía un cuerpo bastante trabajado ya que me había dejado embobada por un rato, la enfermera dijo que saliera de la habitación y la obedecí, claro que desde ese momento no podía dejar de pensar en Adrien y tampoco en como era que Nathaniel le había hecho semejante cosa pero me sentía más tranquila por saber que no lo veríamos aquí por un tiempo. Me dirigí a mi aula ya que debía tomar apuntes de las clases y poder pasárselos a Adrien, al terminar volví a la enfermería tal vez Adrien estaría un poco mejor ahora, pero cuando llegue pude encontrarme con Nathaniel pidiendo ver a Adrien cosa que las enfermeras que se encontraban ahí le negaban.

-¿Qué estas haciendo tu aquí?- Le pregunte mientras caminaba hasta donde él se encontraba.

-Tranquila, no es nada que te interese solo quiero ver un poco a Adrien y charlar.

-Tu no vas a verlo y mucho menos por lo que le hiciste.

-Y quien me lo va a impedir ¿tú?- Comenzó a burlarse de mi, se creía muy superior y yo no lo soporte así que le solté una bofetada observando como el color rojo se posaba sobre su mejilla, lo deje ahí y entre a la habitación de Adrien el cual solo me miro sorprendido, al parecer había escuchado lo de afuera.

-¿Qué fue lo que paso?- Pregunto algo preocupado.

-Era Nathaniel decía que quería verte- Adrien me observo por unos segundos para después lentamente levantarse de la cama- ¿Qué estas haciendo?

-Voy a ir a ver a Nathaniel fuera de la habitación- Me contesto serio mientras se disponía a avanzar.

-No lo hagas... ¿qué tal si quiere dañarte de nuevo?- Me puse frente a él y le replique preocupada, no quería que volviera a hacerle daño.

-Lo enfrentare, si eso es lo que busca lo haré- No sabía que hacer, estaba desesperada por impedir que siguiera avanzando y en el momento de desesperación lo abrace fuerte y hundí mi rostro en su pecho, el se quejo un poco ya que olvide su moretón pero no me aparto-¿Q...Qué ocurre Ma...Marinette?- Su voz se escuchaba un tanto nerviosa por lo que acababa de hacer pero no iba a dejarlo seguir.

-No quiero que salgas Adrien- Le dije sin dejar de abrazarlo- Simplemente tengo miedo de que te haga más daño solo por mi culpa, quiero que estés bien y que te recuperes lo más pronto posible por que me preocupas- Él no dijo palabra alguna y me abrazo lo más fuerte que pudo mientras yo solo soltaba unas cuantas lágrimas sin que él me viera.

No Saben Nada De Nosotros - [[PAUSADA]]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora