Capitulo 10

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Narra Marinette:

Después de un rato Adrien se fue de mi casa y yo me quedé con Tikki en mi habitación, tenía que hablar con ella.

-Tikki ¿por qué me tiene que pasar esto a mi?- Le dije algo alterada a mi pequeña amiga.

-¿Pasarte que Marinette?- Me pregunto mi kwami algo confundida.

-¿Por qué me tiene que comenzar a gustar Chat Noir pero también Adrien?- Me tire encima de mi cama, estaba tan confundida gracias a mis sentimientos.

-¿Por qué no te relajas un poco?, Tal vez el día de hoy te afecto mucho.

-No puedo, simplemente mi mente no deja de pensar en ambos.

-Y por que no dejas que tus pensamientos se aclaren poco a poco, te pones a observar el comportamiento de ambos cuando están contigo y así tu mente dejara de confundirte- Tikki tenía razón, tal vez la mejor forma de estar tranquila sería dejando que las cosas pasen por si solas.

-Si creo que eso será lo mejor, pero ahora debemos de enfrentar el problema de tener a Nathaniel en la escuela- El simple hecho de pensar en él me causaba escalofríos.

-Recuerda lo que dijo Adrien al respecto, él no dejará que Nathaniel te haga daño- Las palabras de mi kwami me hicieron recordar aquella escena con él provocando un pequeño sonrojo en mis mejillas.

-Bu...Bueno pero en este momento... lo mejor será dormir ha sido un día muy loco- Tikki me miro y asintió, ambas nos recostamos, la noche ya se había apoderado del cielo y debíamos descansar.

Narra Adrien:

No podía dejar de pensar en las palabras de Marinette, en las lágrimas que había derramado por una persona que solo le había hecho daño y había jugado con sus sentimientos. Cuando salí de la casa de Marinette la noche se había hecho presente, no quería llegar a mi casa, así que decidí rondar un rato por la ciudad, me transforme y anduve de un techo a otro recorriendo cada lugar hasta que sentí como si alguien me observara, me detuve y mire hacia todos lados, era una sensación demasiado extraña para ignorarlo, hasta que de un momento a otro apareció un chico con traje de zorro, nunca lo había visto y quería pensar que no se trataba de un akuma.

-Así que tu eres el famoso Chat Noir, compañero y amigo de Ladybug- Asentí a sus palabras, la verdad es que no me daba muy buena espina.

-¿Y tú quién eres?- Le pregunte a aquella figura masculina que de encontraba enfrente mio.

-Mi nombre es Firefox y seré su nuevo compañero- Este tipo se veía seguro en lo que decía pero yo solo quería que en nuestro equipo solo estuviéramos My Lady y yo, nadie más.

-Lo siento pero no estamos buscando nuevos candidatos- Me molestaba su actitud y no me quedaba más remedio que negarle sus palabras.

-Eso no va a ser lo mismo que diga Ladybug cuando la vea.

-¿Qué planeas?- Sabía que no era de fiar.

-Nada, solo hacer que Ladybug se olvide de ti y solo exista yo para ella.

-Ella nunca va a aceptar algo como eso.

-Eso ya lo veremos gatito, mientras tanto hasta la próxima- Desapareció de mi vista dejándome preocupado por lo que fuese capaz de hacer, debía hablar con My Lady lo más rápido posible, pero al parecer hoy no sería el día ya que no apareció por la noche, así que decidí marcharme finalmente a casa y descansar un poco.

Al día siguiente me levante, me vestí y me fui a desayunar para después marcharme a la escuela, durante el camino no dejaba de pensar en Marinette y tampoco en ese tal Firefox, debía proteger a Marinette de su pasado y a Ladybug de un nuevo "héroe" si es que así se le podía llamar. Al llegar baje del coche y pude ver a Marinette a punto de entrar cuando el idiota de Nathaniel se le acerco, me daba rabia verlo cerca de ella por todo lo que hizo, él tomo a Marinette de la mano y mientras ella se resistía se la llevo atrás de la escuela, yo los seguí y me escondí para escuchar lo que hablaban, si le hacía algo iba a ser capaz de llegar y golpearlo.

-Por favor Marinette ¿cuándo vas a dejarte conquistar por mi?- Ese sujeto me daba asco, las ganas de golpearlo eran cada vez más fuertes pero preferí reservarme.

-Nunca Nathaniel, yo nunca voy a dejar que vuelvas a jugar conmigo- Ella se escuchaba segura de lo que decía, trataba de confrontarlo.

-No seas tan dura conmigo, que no ves que estoy volviendo a ti por que realmente te amo.

-El único amor que tu sientes es el de dañar a las personas sin consideración alguna.

-Vamos, no me vas a negar que me amaste tanto como yo te amo ahora- Marinette se quedo callada y solo se dispuso a mirar al suelo mientras él se le acercaba- Se que tu y yo podemos ser felices de nuevo, como al principio ¿lo recuerdas? Aquellos momentos en los que tanto nos divertíamos y nos amábamos, se que cometí un error cuando hice eso...- Tomo a Marinette de los hombros y se acerco aún más, otro paso más y salia a romperle la cara- ...Así que confía en mi esta vez cuando digo que enserio te amo, quiero que estemos juntos nuevamente y no importa cuanto tarde en hacerlo voy a conquistarte.

-Adrien...- Susurro Marinette mientras Nathaniel ya estaba demasiado cerca de ella, ya era suficiente no podía esperar más y mucho menos con Marinette llamándome entre susurro.

-¡Nathaniel déjala en paz!- Grite acercándome a ellos, ella me miro y una lágrima resbalo por su mejilla pero al mismo tiempo me regalo una pequeña sonrisa.

-Vaya vaya así que no quieres dejar que nosotros seamos felices y nos amemos.

-Tu no la amas, eres un patán que quiere lastimarla- Estaba furioso, ese sujeto era un arrogante.

-¿Y tu que sabes de lo que paso entre nosotros?

-Claro que lo se por que ella me contó la porquería de persona que fuiste y eres aún- Aparté a Marinette de él y la puse detrás de mi.

-¿Acaso te gusta Marinette?- Lo mire sorprendido pero me quedé callado, no debía contestarle eso a él- Dime ¿amas a Marinette para que hagas esto?

-Eso es algo que a ti no te importa- Le dije después de escucharlo hablar nuevamente, yo enserio me había enamorado de ella pero no era momento de decírselo.

-Lo sabía- Sonrió sinicamente- Solo eres un niño enamorado que no sabe como...- Fue el colmo, no lo deje terminar ya que le solté un golpe en el rostro.

No Saben Nada De Nosotros - [[PAUSADA]]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora