Capítulo 6 -Halloween-

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Sam trató de explicarme la manera en que Castiel y él se reconciliaron, pero no quise saberlo. No quería justificaciones, ni siquiera tenía derecho a ellas, porque esa siempre fue su relación, no la mía. Si Castiel había decidido volver con él, estaba bien. Después de todo, Castiel bien podía ser cosa de un momento o de un año, a lo mucho. Mi hermano, en cambio, sería parte de mi vida para siempre. No quería pelear con él, no quería fracturar nuestra relación por nada ni por nadie. Él me abrazó fraternalmente y volvimos a ser los mismos.

O al menos eso intentaba...

En fin, volviendo a las cosas en el punto en que las dejamos, Gabriel recibió una buena golpiza que no llegó a consecuencias mayores gracias al entrenador. La mayoría de los jugadores estaban metidos en un lío con el director e incluso quisieron hacerme responsable, pero no pudieron probar nada, además de que el entrenador llegó cuando yo me había ido.

Y Castiel... Bueno, él trató de quedar bien conmigo por ridículo que eso suene. Me buscó después de la práctica para poder hablar conmigo, a lo cual me negué en un principio, pero insistió tanto que accedí de mala gana.

-Dean, quiero disculparme contigo.

-¿Por qué? -pregunté secamente.

-Por no haberte dicho que había vuelto con Sam.

-¿Qué?

-Escucha, sé que... la semana pasada pudieron haber ocurrido cosas que tal vez te hicieron pensar que...

-¿De qué hablas? -lo interrumpí, muy molesto.

-Sólo espero que no me hayas malinterpretado -se apresuró a decir, muy nervioso- Me gustaría que fuéramos amigos.

Solté una carcajada que lo dejó helado, la cara que hizo no tenía precio. Crucé los brazos, me puse serio y le dije:

-Escúchame bien: yo no tengo por qué malinterpretar nada. Me gustan las cosas claras, directas y sinceras, así que no sé a qué te refieras al decirme eso. En cuanto a tus disculpas, no las acepto porque no tienes que disculparte conmigo. Más bien espero que las disculpas que te ofreció mi hermano hayan sido sinceras y esta vez se porte bien contigo. Afortunadamente, ese hermanito tuyo ha recibido su merecido. Mis condolencias por él.

Me di la vuelta pero aún había algo que se me olvidaba, así que volví a ponerme de frente con él y le dije:

-Ah, en cuanto a eso de ser amigos, lo siento, pero no puedo aceptar. Voy a jugar limpio a partir de ahora, te sugiero que hagas lo mismo.

Y me fui para reanudar mi vida justo desde donde la dejé cuando Castiel apareció para arruinarlo todo. Volví a enfocar todas mis energías en el fútbol, era capitán del equipo, teníamos torneos en puerta y mucho por practicar. Además, tras lo ocurrido con Gabriel, el respeto hacia mí por parte de los chicos había vuelto, por raro que suene. Incluso hice las pases con el grandulón que me golpeó por defender a Castiel. No se si era auténtico respeto o simplemente decidieron olvidar todo. Tal vez sólo era porque Castiel había vuelto a ser novio del capitán del equipo de baloncesto, lo cual me dejaba muy mal a mí. Mas no me importaba, tenía a mis amigos de vuelta, fueran idiotas o no, fuera por conveniencia o no.

Después de haber salido con Lisa el fin de semana, comenzamos a aparecer juntos en público, por lo que muchos empezaron a especular que era mi novia. En realidad no lo era, pero hacíamos todo lo que una pareja haría en la preparatoria, como almorzar juntos en la cafetería, reunirnos tras las prácticas, ir juntos a casa y salir los fines de semana. Ella era preciosa y sumamente sexy, además de que era una animadora, así que yo era la envidia de los chicos y, a la vez, resultaba más deseable para otras chicas. Sí, todo por el simple hecho de estar saliendo con la chica más bella y popular de la escuela.

Juego SucioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora