Capítulo 3

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Donde me deja el bus está a dos cuadras de la universidad, acelero mis pasos, estaba sudado por el trajín que tenía a primera hora del día, como dicen aquí donde vivo – iba matando al diablo en el camino.

Al fin llego a la universidad, - no puede ser, siempre esos celadores pidiendo el carnet estudiantil para confirmar que uno si es estudiante. Así no dejar que entren personas ajenas, reviso mi mochila, la revuelco toda, - aquí está mi carnet. Lo que faltaba personas que no llevan carnet se quedan en la entrada como estatuas pidiéndoles el favor a los vigilantes que los dejen entrar así, que la próxima lo traerán. – bueno, quítense que yo si tengo afán. Los empujo uno a uno, ni miro quienes son.

Voy a toda velocidad, tengo que entregar el trabajo, gente en el pasillo, no me dejan pasar, me estresa y me ponen de mal humor. - permiso, permiso, disculpe, lo siento, que pena. Subo escaleras voy llegando, no hay nadie. En ese salón no había ni un alma, solo sillas y papeles tirados. Miro la hora 8:20 am. – carajo, no alcance a entregar mi trabajo, voy tarde para mi siguiente clase de fisicoquímica, esa materia si es importante.

Ese día no fue mi día. Salí de clase a la 1:00 pm, no había desayunado, estaba mal de la cabeza y estómago, no recibí buenas notas, Salí bastante achicopalado esa tarde, decido sacar la billetera para comprarme algo de comida, lo que no me esperaba, – dejé la billetera. Saqué el dinero para la buseta pero no para comer, no tengo dinero, no hay ningún conocido que me prestara aunque sea para el pasaje. – no hay de otra, me tocó irme a pie para la casa.

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MentirosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora