Venganza || Mario Bautista || tercera temporada

Epílogo.

8 años después

Un lindo sábado comenzaba, uno no tan normal como era costumbre de reunirse en alguna casa y comer todos juntos, este sábado sería lleno de nervios y emoción. Todos tenían que ver algo, todos estaban ajetreados.

Eran al rededor de las dos de la tarde. La casa parecía estar vacía a excepción de La habitación principal de aquella casa que se encontraba inundada por mujeres, casi a reventar. Dos niñas de trece años arreglaban entre sí sus vestidos y peinados. Otras pequeñas de ocho aún jugaban muñecas en una esquina, junto a una pequeña de seis. Un pequeño Varón, única persona con un aparato reproductor diferente que era permitido aquella vez en la habitación, en los brazos de una de las Seis mujeres dando sus opiniones a las dos impacientes novias.

- se ven perfectas - exclamó la pelirroja - aún no puedo creerme esto. ¡Estoy tan vieja!

- Cálmate Mafer, solo se van a casar - dijo Flor - aún te queda Natie.

- ¿qué hay de mi? - preguntó Danna, ella ya había soltado algunas lágrimas.

- hermanita - Julia la abrazo.

- no quiero lágrimas aquí- dijo una voz muy conocida abriendo la puerta - no quiero a esas malditas en mis fotos.

- mujeres dejen de llorar - hablo Alaska - lo único que hacen es ponerme más nerviosa - dio unos saltaros en su lugar.

Mientras que en el departamento de alguno de los chicos, los seis hombres encontraba reunidos, listos con sus trajes, un niño de diez concentrado en algún juego y dos novios igual de nerviosos.

- las nauseas se quitan después de decir él aceptó - hablo Andy - soy el más reciente en esa experiencia.

- amen a sus esposas, quieralas y enamorenlas todos los días - hablo Juanpa - soy el más viejo en experiencia.

Todos rieron.

- tarden en tener hijos, son unos diablillos - hablo Gus - yo fui su niñero, se lo que les digo. Y más si se parecen a ti - señaló a Daniel.

- esto sonará a lo que dirían las chicas pero, ¡qué grandes están! - hablo Juanpa.

Jan Carlo miro la hora en su reloj de muñeca y aviso que ya era hora de la ceremonia. Caminaron hasta los autos y manejaron hasta llegar al lugar donde sería la ceremonia, ambas parejas habían escogido por una Hacienda muy bonita.

Todo sería a la luz de la luna, las seis mujeres se habían encargado muy bien de decorar el lugar, bueno tal vez todo lo había hecho el amigo de la familia.

Las novias subieron a sus autos, acompañada de sus madres y tal vez suegra.

- lo siento, no puedo dividirme pero quiero estar con mi princesa - hablo Danna a su hija - seguro Jessi y Magie lo entenderán. aún recuerdo que solían ir a ballet juntas - suspiro.

- nunca creí que llegaría este momento - dijo emocionada Mafer tomando ambas manos de la emocionada Alaska - sé que eres la mujer que más feliz lo hace.

- no puedo creer que me casaré con Pablo - dijo emocionada - ¡me voy a casa con Pablo!

Habían conseguido que el pasillo por donde pasarán las novias fuera lo bastante ancho para que ambas pudieran caminar al mismo tiempo. Los dos ansiosos hombres al pie del altar pensaban desfallecer ahí, en cuanto la procesión comenzó, Daniel y Pablo se regalaban algunas miradas nerviosas mientras tanto.