Venganza || Mario Bautista || tercera temporada

Capitulo 11

Flashback

- no - gritó la chica y comenzó una pelea por el arma, Danna miraba anonadada la escena.

Era cuestión de segundos para que el arma se disparara, y fue lo que justamente sucedió, el arma se disparo dejando a la pequeña chica con una herida, esta callo al suelo y casi inconsciente miro hacia arriba, Veía a su amiga derramando lágrimas por ella, colocó su cabeza normal, puesto que el "sueño" comenzaba a invadirla y observo aquel hombre quien le apuntó y le disparo en el pecho, en sus últimas palabras de aliento esta le comentó a su amiga una frase que debía darle a su amado "Gracias amiga, dile que lo amo demasiado" y fue al igual su despedida. Ella cerró los ojos consciente  de que ya no despertaría. En ese instante aquel loco chico que había atentado contra la vida de una y matado a otra se daba un disparo, así acabando con lo que quedaba de su miserable vida.

Para las chicas lo que les pareció eterno en realidad ocurrió en cuestión de minutos, sus secuestradores, o parejas, lo que sea que fueran en esa extraña situación habían llegado y presenciado aquella inesperada imagen, seguidos de los policías quienes los detuvieron inmediatamente. Los policías aún Con la esperanza que la chica herida siguiera con vida, llamaron a una ambulancia quienes al llegar a la escena llevaron los cuerpos al la camioneta, uno de los cuerpos seguía con vida, era casi un milagro ya que la bala estuvo a punto de perforar uno de sus órganos vitales, el otro definitivamente ya se encontraba muerto.

Todo era confuso y aún más lo que ocurría en aquella ambulancia que llevaba el cuerpo con vida.

La ambulancia se desvió diez minutos, nada sabía lo que ocurría y al llegar al hospital se dio a conocer que el cuerpo, de aquella chica no había soportado el viaje.

Habían pasado dias y las amigas de la chicas, al igual que su pareja se encontraban inconsolables por la pérdida. Pero lo que no sabían es que ella estaba más cerca de lo todos imaginaban.

Del otro lado, de la ciudad o de cualquier otro lugar, en uno muy recóndito y escondido, se encontraba una convaleciente chica, al cuidado de un mafioso hombre.

- ¿dónde estoy? - preguntó débilmente en el momento que despertó, estaba tan aturdida por lo ocurrido, hace quién sabe cuánto, ella recién despertaba y quería respuestas.

- tranquila niña, estás bien cuidada conmigo - hablo el hombre guapo de edad promedia.

La chica se encontraba muy confundida y así pasó los siguientes días, hasta que su recuperación fue evidentemente buena.

- Abraham, ¿ya puede contarme lo que me ocurrió?

- ¿qué recuerdas linda?

- en realidad, todo es muy claro, lo que no me cuadra es que hago aquí. Recuerdo que Alexander y yo peleábamos por el arma con el que apuntó a mi amiga, después trato de matarme pero al parecer no fue así ya que me encuentro aquí.

- bueno, me enteré de tu trabajo con Alexander, ya que en realidad fue mi idea reclutarte todo ese tiempo, oye le conseguiste información muy buena, pero el pobre imbecil tuvo que enamorarse de esa tal Danna. Planeo todo, claro excepto su muerte, el planeo que al policía llegara, el los llamo, claro tenía pensado escapar antes de que llegaran pero murió.

- ¿para qué me necesita más?, ¿a caso no los han atrapado?

- exacto, ellos creen que atraparon a todos, siguen libres.

- ¿quiénes?

- El Mono y su Hermana Haydée, ellos están por ahí, y tú me ayudarás a encontrarlos.

- déjame ir por favor, ya hice demasiado daño al servicio de Alexander - suplico la chica.

- creo que no té quedado claro, no te dejaré ir hasta que me ayudes a conseguirlos, y también me serás útil para sacar información de lugares.

La chica salió de la habitación tiempo después para dirigirse a la suya, se recostó en su cama, aún le dolía el pecho a causa de la herida de bala en el, se arrepentía de haber trabado secretamente para Alexander, ella quería escapar y el información, él le prometió su libertad aunque en realidad solo la ha condenado al encierro.

Todo había ocurrido hace poco, ella aún no descubría sus sentimientos hacia aquel chico y estabas desesperada por reunirse con aquel hombre que decía amar, Alexander le ofreció ayuda a cambio de información, todo lo que pudiera escuchar sería buena para él y sus negocios, así que aceptó. Sus sentimiento siempre fueron leales, puros y buenos, pero sus intenciones aveces no tanto. Una que otra vez trato de dejar aquel empleo ya que no veía resultado y ahora no le importaría quedarse ahí más tiempo, pero la respuesta a su oferta siempre fue un gran y rotundo No.

Se sentía muy mal consigo misma al no poder encontrar una solución al asunto en ese instante, y poco después fue el accidente. Para ella aún era confuso todo, ¿como se había salvado?, ¿como había llegado ahí?, tenía preguntas y necesitaba respuestas, igual la intriga la mataba por saber que había ocurrido con los chicos y las chicas, en ese lugar se sentía sola y ahora sí, se sentía en un secuestro pero no tenía quien la ayudara, todos la imaginaban muerta y eso hacía que por obvias razones no la buscarán. A esa chica no le quedaba más que obedecer las órdenes que le den y esperar hasta que le den su libertad.

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¿Saben de qué chica estoy hablando? -.- yo sé que si saben... Coméntenlo

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