Capitulo 4

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- ¿qué creen? - hablo Julia

- ¿qué ocurre? - preguntó Mafer

- ya encontré a la enfermera que tanto buscaba para Amber

- ¿cómo se llama?

- Mariana, y si quiero que se quede conmigo necesito irme ya - dijo mi hermana parándose, muy lentamente de su asiento.

- le diré a Jan Carlo que no te siga dejando manejar, eso deberías saberlo eres doctora - hable

- nadie aquí mencionó que Jan Carlo sabe algo - dijo Julia saliendo de mi casa.

P.D.V Julia

Salí de la casa de mi hermana en dirección a mi auto, me sentía un poco cansada y la panza que tengo no me ayuda en mucho, más que a darme dolores de espalda.

Entre a mi auto y lo ajuste para que mi panza no fuera un impedimento. Estaba a algunas cuadras de llegar a mi casa cuando unas pataditas comenzaron a sentirse en mi pancita.

- ¿qué pasó Amber?, ¿tienes hambre acaso? - pregunté con una voz, con la cual suelo hablar a mi princesa, esta comenzó a dar patadas al escucharme - cuando lleguemos a casa, prometo que te daré algo rico, ¿te apetece fruta? - pregunté y dio una patada que me dolió muchísimo - ok, veo que no quieres fruta, algo como... ¿Chocolate? - sus pataditas fueron constantes pero débiles, así que eso era un si - perfecto cariño, sabes, si me sigues engordando quedare muy mal después de ti. - reí ante mi comentario.

conduje un par de minutos más y llegue al edificio en el que vivíamos, por suerte había llegado a tiempo para ver a la próxima enfermera de Amber. Al llegar prepare una telera de pan con chocolate acompañado de un vaso con leche, estaba disfrutando mi postre en cuanto la puerta sonó, camine lo más pronto posible y al llegar pude notar a la linda chica que había seleccionando como enfermera.

Anteriormente había puesto varios anuncios en diversos lugares de que se buscaba una enfermera para bebe, requería de sus certificados y cosas por el estilo, ella al ser la más preparada y agradable fue la indicada, algo dentro mí me lo decía, y no, no era Amber.

- hola linda - saludo Mariana

- hola - le di un beso en la mejilla - pasa- la invite a entrar a mi departamento

- ¿cómo han estado ambas? - preguntó sonando mi vientre levemente

- en realidad muy bien, pero te juro que estos tres meses comienzan a parecerme eternos.

- ¿apenas siete meses?- preguntó

- si, apenas siete, sé que estoy gorda, y fea y, dios nadie me quiere parezco un elefante - de la nada comencé a llorar, como odiaba estos cambios de humor

- tranquila linda - se sentó al lado mío y con su mano dio un leve masaje en mi espalda - estas hermosa, y apuesto a que tu marido te ama, al igual que tus amigas

- si, lo sé - seque mis lagrimas - es solo que, odio estos cambios de humor

- te comprendo

- ¿tienes hijo? - pregunté

- no, en realidad no puedo tenerlos, tuve un accidente y eso me hizo ser estéril

- lo lamento tanto - hable

- no te preocupes, es algo a lo que ya me resigne - tomo un gran bocado de aire - bueno háblame de ti, tu familia, por qué, aunque no creas ahora seré como parte de ella, claro si eso me dejas

- sería un gusto linda. Bueno, como ya te debes de dar cuenta, soy primeriza, y estoy muy aterrada, no sé si seré buena madre, o si escuchare a mi hija llorar por las madrugadas. Creo, que todas las dudas que una mamá primeriza tiene

- si linda, es normal, pero en estos tres meses te ayudaré a como ir resolviendo tus dudas, y estar lista para cuando llegue la princesita.

El tiempo pasó tan rápido, invite un poco de café a Mariana y nos quedamos juntas a la comida, ya era algo tarde y me sorprendía de que Jan aún no llegará, enserio me gustaría que la conociera desde ahora.

- ¿y cómo se conocieron tu esposo y tú?

Y recordé... Nadie nos presentó por primera vez, fue en el parque, después me enteré que era una especie de "tío" de mis sobrinos y la cosa se dio.

- bueno estaba corriendo en el parque y chocamos, lo insulte aunque yo tenía la culpa. Así lo vi por primera vez.

- luego resultó que uno de mis mejores amigos y la hermana de Julia tenían una especie de relación y nos presentaron formalmente, por compromiso topábamos en algunos eventos y, ¿qué te puedo decir?, me enamore - hablo una voz que reconocía a kilómetros, me levante de mi asiento para darle un beso a Jan en los labios.

Me tomó de la cintura y mi vientre comenzó a moverse, causándome un poco de dolor

- tranquila princesa, también te extrañe a ti - se agachó a la altura de mi vientre y lo beso - ¿cómo estuvo hoy el día linda?- preguntó a mi vientre y este se movió de nuevo.

- Jan Carlo, te quiero presentar a Mariana, ella será la enfermera de Amber. Mariana, el es mi esposo, padre de mi hija, Jan Carlo - presente a ambos riéndome por lo último que dije

- un gusto saludo - Jan

- el gusto es mío - hablo Mariana

No pude evitar que Jan se pudo tenso al escuchar la voz de Mariana, y sus piel se erizo, su mirada no tenía precio, era como tirarle un bote lleno de agua fría

- ¿te conozco de algún lado? - preguntó Jan

- no, no que yo recuerde. Pronto lo haremos - hablo Mariana

- si, perdón, estoy un poco cansado

- descuida cariño, ve a descansar, yo acompaño a la puerta a Mariana.

Y así lo hicimos, Jan entró a nuestra habitación y yo acompañé a la puerta a Mariana.

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¿Qué habrá pasado con Jan? ¿Les trae buena espina Mariana?

Comenten y Voten. Sus opiniones sobre la novela en realidad son muy importantes para mí.

Venganza || Mario Bautista || tercera temporadaWhere stories live. Discover now