Capítulo 43

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-Ambos cónyuges podrán pasar tiempo con su hijo en periodos de tres meses. Si la señorita Vega vuelve amenazar a la señorita Lloret o al señor Galarza, se le aplicará una orden de alejamiento- cuando termina una amplia sonrisa inunda nuestros rostros.

Silvia y su abogado, tienen una cara de rabia impresionantes.

Nada mas salir de los juzgados, Cristian me abraza, da vueltas y me besa.

Un carraspeo hace que nos separemos.

Vemos a Ana sonriente a nuestro lado.

-Siento interrumpir- nos mira pícaramente
-Tranquila- sonrío -y muchas gracias Ana- nos abrazamos
-Hablé con tu padre y veo que tienes dos hombres capaces de lo que sea por ti. Tu padre y tu novio- Cristian sonríe -os quiero pedir una cosa-
-¿El qué?- cuestiona el castaño
-Sed muy felices- nos sorprendemos pero sonreímos ante su "petición"
-Lo haremos- le prometo y todos sonreímos.

La rubia se sube en su coche gris y se va.

Aparece Silvia y nos mira con asco.

-Quiero quedarme a Martín los tres primeros meses- se cruza de brazos
-Me parece justo. Eres su madre- se encoge de hombros
-Acércamelo mañana por la tarde a casa- se gira de golpe hacia su coche y se va.






*****






Remuevo mi café y me lo bebo de un sorbo.

Oigo el sonido de las llaves en la puerta, es Cristian, ha vuelto de ir a dejar a Martín con Silvia.

-Tenemos el día entero para hacer lo que queramos- me abraza desde atrás
-¿Y qué propones?- arqueo una ceja.

No contesta, simplemente posa sus labios sobre los míos.

Vamos a la habitación y para cuando ya estamos encima de la cama, ambos estamos sin ropa.

Me penetra con cuidado pero con energía, me rodea con sus brazos como si fuese de cristal, como si fuese a romperme.

Enseguida llegamos al clímax y yo me quedo dormida, como siempre.

Pero con una sonrisa en la cara, como siempre también.







*****







Han pasado dos meses ya, solo falta un mes y Martín vendrá con nosotros.
Ya ha cumplido un año, y en dos meses David también lo cumplirá.

Ahora estamos Laura, Montse y yo en el apartamento, mientras Cristian está reunido con el claustro de profesores.

Mientras Montse cuenta lo bonito que ha quedado el apartamento en el que están viviendo ella y Alan, yo empiezo a sentir un mareo bastante grande.

-Becca, ¿estás bien?- me pregunta Laura preocupada
-Si si, continúa Montse- le sonrío a la rubia
-No, bien no estás- contesta la antes mencionada.

No dejo que acabe porque me levanto corriendo del sofá hacia el baño.

Me arrodillo delante del inodoro y expulso todo lo que creo que hay en mi estómago.

Ambas chicas vienen rápidamente al cuarto de baño y me miran preocupadas.

-¿A ti te ha venido la regla ya?- pregunta Montse
-Me tenía que venir ayer y no ha venido- recuerdo preocupada y niego con la cabeza
-Tenemos que ir a por una prueba de embarazo- interviene Laura -voy a ir yo, esperad aquí y enseguida llego- ambas asentimos y yo empiezo a tener miedo.






*****






Estamos esperando los cinco minutos que las instrucciones del test indicaban para saber si estoy embarazada o no.

Ya se ha acabado el tiempo.

Cojo la prueba y no puedo creer lo que estoy viendo.

Ha dado positivo.

Estoy embarazada.

Me siento en el suelo y flexiono las rodillas aun negando con la cabeza.

Montse y Laura ven mi reacción y se sientan ambas junto a mi.

-Nos tienes a tu lado- me dice la morena
-A nosotras y a todo el grupo- concuerda la rubia -y seguro que a Cristian le hace feliz- intenta animarme.

Pensándolo bien, puede que tenga razón.

Cristian me dijo que no le importaría ser padre junto a mi, la edad no es la apropiada, pero si cuento con su apoyo, supongo que será mejor.






*****






Nos recibe mi suegra muy sonriente en la puerta de su casa y nos invita a pasar.

Entramos y vemos a Letizia y a Ryan en el sofá color crema del salón.

También veo a Mario, mi suegro y a una pareja de mas o menos su misma edad.

El hombre del pelo cano se da cuenta de nuestra presencia, al igual que su pareja y se dispone a saludarnos.

El matrimonio, sonríe y saluda efusivamente a Cristian, mientras que Mario me saluda a mi.

-Cariño, ellos son Margarita y Antón, mis tíos- nos presenta mi novio
-Así que tu eres Becca- se dirige la mujer a mi y yo asiento confusa -eres muy guapa, cielo. Nuestro sobrino ha tenido suerte- me sonríe maternalmente y eso provoca que yo también lo haga
-No te pareces mucho a tu hermano- comenta Mario
-Diferente madre- me encojo de hombros. Los tíos de mi novio nos miran sin entender nada
-Tíos, ella es la hermana de César- les informa el castaño
-¿César? ¿El que está con nuestra Elena?-

Vale, ya lo entiendo, tengo delante a los suegros de mi hermano mayor.






*****






Después de una comida y un rato bastante agradable, nos marchamos de la casa de la familia Galarza Nogueira.

Aparcamos el coche y decidimos ir a dar una vuelta por el centro.

Por el camino voy pensando en como puedo decirle a Cristian que vamos a ser padres.

Luego también está el tema de decir al resto de personas de nuestro entorno que hay un bebé creciendo en mi vientre.

Y por último están mis padres.

-Cariño, ¿estás bien?- cuestiona mi novio
-Si si, perfectamente- fuerzo una sonrisa con la esperanza de que no note que miento.

Parece creérselo y seguimos caminando.






*****






Veo una tienda en un pequeño callejón que llama mi atención por una blusa muy bonita que hay expuesta en el escaparate.

Entramos en el establecimiento y acabo comprando la blusa y una falda negra preciosa también.

Al salir, veo a Silvia fuera.

Me da mala espina verla.

-Vaya vaya, la parejita feliz- se cruza de brazos
-Silvia, ¿qué quieres?- suelta Cristian secamente
-Ahora nada, simplemente pasaba por aquí y os he visto. Ay Cristian, tu tan desconfiado como siempre- niega con la cabeza mientras una sonrisa malévola no abandona su rostro
-Déjanos en paz de una puta vez, por favor- le pide, exigiéndole a la rubia y nos damos la vuelta para irnos dejándola con la palabra en la boca.

Pero algo me dice que la cosa no ha acabado aquí.

Me doy la vuelta y veo como Silvia saca una pistola de su bolso azul.

Apunta hacia Cristian y antes de que le de a el, le empujo y me interpongo yo.

A los segundos, noto algo pegajoso salir de mi pecho y desde ahí empiezo a perder fuerzas.

Oigo gritos que se hacen mas lejanos cada vez y mis ojos se van cerrando lentamente.

Lo Imposible No ExisteWo Geschichten leben. Entdecke jetzt