Capítulo 8

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-Que hijo de puta- dicen Montse, Ivanna y Cloe a la vez
-Pero no te vengas abajo, piensa que hay más peces en el mar- dice Cloe e Ivanna asiente dándole la razón.

Tras quedarme unos segundos reflexionando, les doy la razón, es decir, no puedo venirme abajo por él.

-Tenéis razón, no me puedo venir abajo- me levanto alisando mi falda y secándome la cara
-¡Así se habla!- exclama Montse.

Suena el timbre y nos dirigimos a clase, nos toca física y química ahora, que pereza.

*****


-Os voy a dar los exámenes- dice Conchi, se oyen exclamaciones por toda la clase.
-Rebecca, ten- me tiende la hoja.

Un 4'25. Joder, que había estudiado, esto no puede ser.

Virginia me mira y ve la rabia en mi cara.

-Becca tranquila, al próximo sacarás mejor nota- intenta calmarme
-Vir, había estudiado joder- digo furiosa- espera, ¿tienes calculadora?-
-Si, claro- la busca en su mochila y me la da- ten- asiento en señal de agradecimiento.

Tras sumar todas las puntuaciones de las preguntas, me doy cuenta de un pequeño detalle, la profesora ha calculado mal.

¡He aprobado!

-Conchi- la llamo levantando la mano
-Dime corazón- se acerca a mi mesa
-Creo que me has sumado mal los puntos- le muestro la hoja.

Coge la hoja, empieza a hacer cálculos y me da la razón.

-Un 5'15 muy bien Rebecca, has mejorado- me dedica una sonrisa.

Yo solo me limito a dar saltos de alegría y a sonreír.

-Vir, que he aprobado- digo muy contenta
-¿Lo ves? No había de que preocuparse- ambas reímos.

Al parecer, todo lo malo, tiene algo bueno.

Hoy ha sido un día de mierda, pero he aprobado un examen de una asignatura que no se me da muy bien.

Pero por mucho que apruebe o pase de curso, el dolor que siento hoy mismo en el pecho, no me lo soluciona nadie.

Sólo Cristian, pero él, es el causante.

*****


-Reina, me he enterado ya de lo que ha pasado- me abraza Juan- es un cabronazo-
-Bueno Juan, ya está no voy a comerme más el tarro con eso- suspiro
-Bien dicho- sonríe el castaño claro.

Nos quedamos en el pasillo de nuestra clase y aparece Cristian, no quiero verle, joder.

-Venga chicos, entrad, no ha venido Rosario, haré yo la guardia- va a poner su mano en mi espalda pero me aparto rápidamente.

No quiero saber nada de él.

Con la cantidad de horarios y profesores que hay, y tiene que faltar justo ahora la de lengua y justamente tiene que hacer el la guardia.

*****


-Becca, siéntate aquí- señala una mesa vacía en las primeras filas con su boli
-¿Por qué? Si casi no estoy hablando- contesto seca
-Porque lo digo yo, ¿te vale esa explicación?- me mira fijamente a los ojos y yo respiro fondo
-Imbécil- murmuro entre dientes
-Lo se reina, pero cálmate anda- me acaricia Juan el brazo y Montse repite el gesto.

Cojo mi mochila y voy al sitio indicado de mala gana.

Me siento, pongo la mochila sobre la mesa y paso mi pierna derecha por encima de la izquierda.

Cristian se me queda mirando las piernas -o eso parece- carraspeo y desvía la mirada.

-Esto no puede seguir así- vuelve a mirarme
-¿El qué?- pregunto seria
-Esto- dice como si de lo más obvio se tratase- no digo que tengamos que ser amigos del alma, soy tu profesor, pero podemos tener la fiesta en paz- me mira esperando una respuesta.

A ver, en cierta manera, tiene razón, no me gusta estar peleada con la gente, y menos con la gente que me importa.

Y siendo sincera, me gustaría que todo volviese a ser como antes, antes de que nos diésemos ese beso maravilloso o hablásemos del tema.

-Está bien, una tregua- digo sin mirarle- sólo hasta Junio- esta vez le miro, humedeciendo mis labios
-Hecho- sonríe.

¿He dicho ya cuánto adoro que sonría? ¿Si? Pues allá va otra vez.

Adoro que sonría.

*****


Entre risas y chistes muy malos por parte de Cristian, acaba la hora, ojalá esto no terminase, arreglar las cosas ha sido lo mejor.

Me sigue gustando, y mucho, pero no soluciono nada comiéndome el coco por eso, así que a pasar página.

Me llevaré bien con el, como hemos dicho en la tregua, pero me tiene que dejar de gustar, y cuanto antes mejor.

Todos empezamos a recoger, ya que nos toca clase abajo, y muchos de los alumnos no tardan en abandonar el aula, yo solo intento hacer tiempo para quedarme a solas con él.

El también recoge a una velocidad bastante lenta, la verdad, me acerco a el y decido inventarme cualquier cosa para que hablemos.

Me quedo detrás de él, que está medio inclinado, desconectando el pen-drive del ordenador.

Tiene buen culo, hay que reconocer las cosas, me está dando muy buenas vistas.

-¿Te puedo hacer una pregunta?- gira su cabeza dándome a entender que quiere que prosiga- ¿por qué decidiste ser profesor de biología?-
-Yo no estudié para esto- contesta mientras guarda sus cosas en su bandolera marrón- estudié para ser veterinario- recuerdo una clase en la que Virginia le preguntó si se había especializado en biología o geología y el dijo veterinaria
-Ah si, nos lo dijiste a Vir y a mi cuando ella te preguntó- sonrío recordando
-Bueno, pues tenía opción a esto también, me gusta enseñar, y aquí estoy a gusto- sonríe
-¿Estás a gusto aquí?- no me doy cuenta de que nuestras caras se encuentran a una muy escasa distancia
-Si- se acerca más a mi.

Inconscientemente ladeo mi cabeza, él coloca su mano alrededor de mi cintura, y cuando nuestros labios van a juntarse -o al menos eso creo- nos interrumpen.

¿Por qué destino? ¿Por qué?

-¿Becca?- reconozco esa voz al instante
-¡Fran!- voy hacia el y le abrazo- por fin vuelves- sonrío.

Noto como Cristian nos mira, y no es que nos mire muy amigablemente, la verdad.

-¿Qué clase te ha tocado?- dio despegándome de el
-2°C- mira un papel que lleva en la mano- ¿es esta clase no?- mira el cartel de la puerta y lo confirma
-Tendrás que hablar con el tutor- le digo mirando a Cristian
-¿Es ese de ahí?- mira hacia el interior de la clase que es donde está situado, yo solo asiento- acompañame porfa- tiro de su mano hacia el interior del aula.

Cristian nos mira con cara de pocos amigos, pero en cuanto me oye llamarle tato se tranquiliza.

A Fran lo considero un hermano, jamás lo vería como una futura pareja.

-¿Cómo se llama?- susurra
-Cristian Galarza- hago lo mismo.

Ambos nos quedamos enfrente de el, nos mira y Fran se presenta.

-Emmm hola, soy Francisco, me han dicho que esta va a ser mi clase-
-Ah tu eres Francisco Valero- mira una lista que ha sacado de su bandolera, el castaño asiente- no sabía que venías hoy, lo siento- se disculpa
-No pasa nada- le contesta mi amigo en tono comprensivo.

Mi interior se debate en querer matar a Fran por aparecer e interrumpir ese casi beso o en adorarle por interrumpir ese casi beso ya que anteriormente Cristian me había dejado muy dolida con eso que me había dicho.

Lo Imposible No ExisteWhere stories live. Discover now