Cameron jugaba con una caja que casi tenía el porte de él, el pequeño intentaba pararse y apoyarse en ella mientras reía enfrascado en su juego. Llevaba aquella camisa negra con el estampado de Nirvana, un chándal gris y las vans negras.

Su madre apareció en la habitación con el ceño fruncido esperando una explicación, su garganta se secó e impidió que alguna palabra saliera.

- No puedo creer lo que mi propia hija acaba de hacer... - Dijo Sinu rompiendo el silencio.

- Mamá yo... No tenía más opciones...

- ¿No tenías más opciones? ¿Qué me estás contando Camila?... Por Dios, ¿Te has parado dos minutos a pensar la semejante estupidez que acabas de hacer? – Habló su madre con un tono de enfado.

- ¿Qué le has dicho a Lauren? – Preguntó curiosa.

- Pues que su hijo está bien, contigo y conmigo... Le he dado la dirección.

- ¡Mamá! ¿Por qué has hecho eso? – Recriminó la arquitecta.

- Porque Cameron es su hijo también...

Alejandro apareció en la habitación, había estado ajeno a toda la discusión mientras terminaba de armar la cuna de piezas de madera para Cameron.

- ¿Tú lo sabías? – Preguntó enfadada Sinu.

- ¿El qué? – Dijo Alejandro.

- Que Camila se ha llevado a Cameron sin avisarle a Lauren...

El hombre guardó silencio mientras miraba de re ojo a Camila, claro que lo sabía, él mismo nada le había dicho a su hija aquella misma mañana cuando la arquitecta se subió tan rápido como pudo al coche con Cameron en brazos aún adormilado.

- No me lo puedo creer... Vosotros dos sois increíbles. – Dijo finalmente Sinu.

...

No esperó tocar el timbre de la puerta del piso sino que aporreó la puerta con los puños mientras llamaba el nombre de Camila.

Sinu abrió la puerta de formar apresurada mientras ella entró sin esperar más, el llanto de Cameron le alertó de que ella misma había asustado al ojiverde.

- ¡Camila! – Llamó Lauren al tomar a su hijo en brazos y comenzar a limpiarle las lágrimas que rodaban por sus rosadas mejillas.

La arquitecta apareció en el lugar mientras Alejandro y Sinu se despidieron para salir rápidamente del lugar.

Cameron volvió a llorar mientras mostraba sus pequeños dientes, estirando los brazos hacia Camila lo que hizo que a Lauren el corazón le diera un vuelvo en el pecho.

- Lo has asustado con los golpes en la puerta... - Acusó la morena.

- ¡Y tú te lo has llevado sin avisar! – Espetó Lauren mientras dejaba a Cameron en los brazos de Camila.

Su esposa se encaminó a la pequeña cocina del piso donde buscó un plátano y se lo dejó a Cameron en sus manitos.

- ¿Quieres cariño? – Murmuró Camila mientras comenzaba a pelar la fruta.

El pequeño afirmó en silencio un poco tímido mientras se volteaba a mirar a Lauren. La ojiverde apretó la mandíbula al percatarse cómo ella misma había asustado a su hijo, a lo más importante de su vida. Bajó la mirada al sentirse avergonzada.

- ¿Cómo has podido hacer algo como ésto? – Dijo Lauren intentando controlar su enfado.

Camila abrió los parpados mientras volvía su mirada a Cameron quien comía tranquilamente el plátano dejando atrás las lágrimas.

Amor inmarcesible. (CAMREN)Where stories live. Discover now