Treinta y uno.

4.5K 331 34
                                    

Narra Skate

Terminé de preparar el café y subí rápidamente a la habitación. Vi como la morena despertaba y tocaba su cabeza en señal de dolor. Solté una pequeña risita y me acerqué a ella para darle el café, sus ojos se abrieron en sorpresa cuando me vio parado a un lado de ella. Miró debajo de las sabanas y un suspiró de alivio escapó de sus labios cuando vio que aún seguía con su ropa.

—¿Qué estoy haciendo aquí?—preguntó mientras se levantaba.

—Tómatelo con calma o vas a marearte—hablé mientras me sentaba en la esquina de la cama—¿Podemos hablar ahora?

La morena se detuvo en su lugar y soltó una carcajada.

—Eres muy gracioso, Nate—susurró mientras caminaba por toda la habitación—¿Dónde están mis zapatos?—me mantuve en silencio, no diría nada hasta que hablara conmigo—Bien, puedes quedártelos.

Salió de la habitación mientras insultaba a medio mundo. La alcancé en la sala y me apoyé en la puerta para impedir que saliera.

—DETENTE—alcé la voz. La morena me miró molesta y noté que eso no había ayudado—Lo siento. En serio necesito que hablemos.

—¿Hablar de qué?—respondió mientras ubicaba sus manos en su cintura—¿De qué no me creíste? ¿De que ni siquiera me dejaste explicarte lo que pasó? ¿O de cómo te follaste a otra? Porque si es sobre eso, ya no tenemos nada que hablar.

—Jaleé mi cabello en señal de frustración y me acerqué a ella—Lamento no haberte creído ¿Sí? Pero todo fue tan confuso, en serio creí que te habías acostado con ese idiota.

—Te jure por mi madre y mi hermano, Nate que yo no hice nada—habló con lágrimas en los ojos—¿Quieres la verdad? No sé si pasó algo con él esa noche—lo miré dolido—No tengo puta idea, el pudo haber abusado de mi y yo no lo sabría porque estaba tan drogada por culpa de lo que me dio, que ni siquiera era capaz de recordar mi nombre.

—Está bien, basta—hablé—Te creo, lo siento, siempre te creí—suspiré—Solo estaba un poco inseguro de todo esto—nos apunté.

—¿Por eso te follaste a Molly?—creí que las cosas se arreglarían pero había olvidado este pequeño detalle—Mierda, Nate, era la novia de tu mejor amigo ¿En qué estabas pensando? Y no me digas que estabas borracho porque nada les costó publicarlo en todos lados.

—¿Duele no?—respondí honesto—Solo quería que sintieras lo que yo sentí. Ahora sé que lo hice de la manera incorrecta.

—Yo podía haber soportado el hecho de que lo hicieras, Nate, porque entendía lo molesto que estabas—rió—Lo que no entiendo es ¿Por qué le hiciste esto a tu amigo?—iba a hablar pero me lo impidió—Mira, todo este tema me tiene aburrida. Si quieres que te perdone, bien, lo hago, te perdono, Nate. Pero no creas que eso arregla las cosas—pasó por mi lado y se dirigió a la puerta. Esta vez no se lo impedí—Solo deja de molestarme ¿Sí?—Salió.

Khalia | Nate Maloley.Where stories live. Discover now