Y ahí quedó la mandíbula perfecta de Mingyu

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Lo último que Jihoon habría imaginado fue su reacción.

Su cara se iluminó: una sonrisa se extendió por su rostro, haciendo que sus mejillas se elevaran. Había un brillo como de fuegos artificiales en sus ojos, y podía ver sus dientes afilados mientras desbordaba emoción y felicidad. "¡Alfa!" chilló, abrazando fuertemente a Jihoon. "¡Mi alfa! ¡Encontré a mi alfa!"

De acuerdo, así era normalmente como las relaciones alfa-omega funcionaban. Cuando se encontraban sentían dicha extrema. Situaciones como la de Seungkwan eran escasas, y normalmente se debían a algún malentendido. Después de todo, alfas y omegas pasaban el resto de sus vidas juntos, vivían felices - no había razón para estar enojados. Muchos incluso comenzaban a planear su boda.

Mingyu se levantó, sosteniendo el pequeño cuerpo de su alfa entre sus brazos. "¡Eres mi alfa! ¡Mi al-"

El pequeño puño de Jihoon golpeó la mandíbula de Mingyu tan fuerte que se pudo escuchar el sonido de algo rompiéndose: el más pequeño estaba rojo de ira. Tomó a su omega por el cuello de la camisa, jalándolo hacia abajo. "Tócame de nuevo y te mataré" gruñó. Y con eso lanzó al omega hacia su hermano, saliendo de la cafetería.

No fue sino hasta que estuvo lejos -muy lejos- que Joshua pudo alcanzarlo.

"Para alguien con piernas tan cortas, corres muy rápido" jadeó. "Déjame ver tu mano."

"Lárgate" gruñó Jihoon.

"Alfa" jadeó, nervioso por la dureza en la voz del alfa. "Por favor."

"Sácame de aquí" ordenó Jihoon, mientras sentía cómo el calor se extendía por su cuerpo.

El beta no necesitó escuchar nada más, tomó la mano de Jihoon y lo arrastró con él: el pequeño alfa simplemente lo siguió, dejando que lo guiara hasta que se encerraron en el baño de su dormitorio.

Jihoon miró a Joshua - su enojo estaba pasando, y lentamente la sorpresa y el miedo lo reemplazaban. "¿En verdad pasó lo que creo que pasó?"

"Si te refieres a que tu omega es Kim Mingyu, tu enemigo mortal, y que de inmediato lo reclamaste para después golpearlo, entonces sí."

"¡Yo no lo reclamé!" chilló Jihoon.

Joshua calló por un momento, pensando. "M... debes besar a un omega para reclamarlo. Y tú definitivamente lo besaste. Accidentalmente, pero lo besaste."

"Yo.No.Lo.Reclamé.Él.No.Es.Mi.Omega."

Las palabras eran profundas -había tanta fuerza, tanta autoridad en ellas, mezcladas con la esencia y la seguridad del alfa, que Joshua se arrodilló ante él.

"Mi señor" susurró. "Por alguna razón, el universo quiere que estén juntos. Tú más que nadie debería saber que este es un vínculo sagrado."

"Joshua, cállate."

"Sí, señor."

Jihoon recorrió el pequeño baño por mucho tiempo - al menos cinco minutos pasaron antes de que el resto de los chicos regresara al dormitorio, e incluso entonces, Jihoon siguió caminando.

Se detuvo de repente. "¿A qué te refieres?"

Joshua inclinó la cabeza, confundido.

"¿Piernas tan cortas?"

Joshua hizo una mueca. Sabía mejor que nadie lo mucho que le molestaba al chico hablar de su estatura. Debió haberse ahorrado ese comentario.

"Perdón."

Dormitorio 105B (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora