- Lauren yo... - Murmuró queriendo explicar.

- ¿Qué... Qué es esto? – Hizo un gesto con la mano intentando apuntar toda la habitación.

- Ya te he dicho que yo... No quiero quedarme con la casa.

La ojiverde negó rápidamente con la cabeza mientras entraba más en la habitación intentando aproximarse a la arquitecta.

- ¿Me voy tres semanas y mi esposa ya está por huir? – Dijo dolida Lauren.

- No estoy huyendo... - Respondió dejando entrever un resquicio de duda en sus palabras.

Las facciones del rostro de Lauren se volvieron rígidas y sombrías, las pupilas dilatadas y Camila se preguntó si seguía dañando a la ojiverde...

- ¿Dónde te vas? ¿Con tus padres? – Preguntó Lauren intentando mantener la calma.

- No...

Sintió directamente cómo los ojos color esmeralda le atravesaban mirando con enfado.

- He encontrado un par de pisos, aún debo visitarlos y ver cuál será mejor para mí y Cameron...

Lauren se acercó más acortando la distancia, ella misma se sintió más pequeña bajo la acusadora mirada de su esposa, la garganta se le secó al ver el dolor en la ex soldado.

- ¿Para ti y para Cameron? – Preguntó Lauren con los parpados abiertos.

- Sí...

- ¿Cómo has podido tomar una decisión así? ¡No te lo puedes llevar sin decirme nada a mí!... ¿Has enloquecido Camila? – Preguntó furiosa comenzando a elevar el tono en la voz.

- Lauren no grites vas a despertar a Cameron...

- ¡Y tú quieres apartarlo de mi lado!

- ¡Claro que no!

- ¿Cómo has podido pensar que dejaría que hicieras algo así? Soy yo quien está todo el día con él... - Acusó Lauren.

- Que yo no pueda estar con él todo el día no quiere decir que tenga menos derechos que tú.... – Dijo Camila ya perdiendo la paciencia.

- ¡Pues no te lo llevaras!... Si te quieres ir, bien por ti, pero no te llevarás a mi hijo...

Su mano golpeó tan rápido la mejilla de Lauren que no se detuvo un segundo a pensar lo que había hecho. La había abofeteado. Pudo detallar cómo la piel de la ojiverde comenzaba adquirir un tono rojizo justo en la zona donde había golpeado con fuerza.

- Yo... Lo siento... Lauren, discúlpame... – Murmuró arrepentida.

Lauren apartó la mirada para romper el contacto visual, luego ambas se quedaron en silencio mientras la ex soldado volvía a detallar las maletas y cajas.

- No te lo llevarás Camila... No dejaré que me apartes de su lado. – Volvió a repetir la ojiverde.

- No me iré sin mi hijo...

- ¡No renunciaré a ser su madre! – Gritó Lauren perdiendo el último segundo de paciencia que le quedaba.

El grito había sido tan fuerte y rápido que el llanto proveniente de la habitación de Cameron no se hizo esperar, Camila se removió intentando salir hacia donde su hijo seguía llorando pero Lauren negó la cabeza para ella adelantarse.

...

Mientras caminaba lentamente detallando el lugar donde debería estar los libros de su esposa se pasó una mano por el cabello, Camila parecía no desistir de su idea de irse de la casa, el lugar vacío acusaba que la arquitecta estaba guardando todas y cada una de sus cosas para irse a vivir a otro lado.

Se giró para observar cómo Cameron seguía durmiendo la siesta en el sofá de la sala de estar, sonrió al percatarse lo pequeño que se veía en esa posición y se prometió a sí misma que no dejaría que nada ni nadie le quitara la oportunidad de pasar la mayor parte del tiempo al lado del ojiverde, incluso si eso significaba pelear contra la mujer que amaba.

Su móvil vibró en el bolsillo del pantalón, cuando detalló quién llamaba una pequeña sonrisa volvió a dibujarse en su rostro, Taylor había elegido un buen momento para charlar.

- Ey pequeña. – Saludó Lauren.

- Ey hermanita, ¿Todo bien? – Preguntó automáticamente la rubia.

- Bueno... No realmente, ya sabes...

- Oh... Pensé que las cosas iban mejor...

Apretó la mandíbula, se sentía insegura de hablar del tema con su hermana, no quería abrumarla con las peleas que tenía con su esposa, al fin y al cabo seguramente Taylor y Connor vivían los alegres meses del comienzo de un embarazo, bien lo sabía ella que lo había vivido junto a Camila.

- Camila está buscando un piso a donde irse a vivir...

- Oh... Dios mío, Lauren cuanto lo siento... - Dijo con pesadez su hermana.

- Lo peor de todo es que quiere llevarse a Cameron con ella.

El silencio al otro lado de la línea hizo que con una de sus manos se rascara nerviosamente una de sus cejas, seguramente Taylor se habría quedado sin palabras al igual que ella cuando la arquitecta le había informado de sus planes.

- ¿Qué harás al respecto? – Preguntó confundida la rubia.

- No lo sé... No tengo ni puta idea. – Respondió pesadamente.

A la distancia observó la respingada nariz de Cameron, tan igual a la que tenía Camila, las pestañas largas tan parecidas a las de su esposa, y el lunar en la frente idéntico al que tenía la arquitecta que intentaba ocultar con mechones de cabello.

- La he perdido Taylor... La he perdido y no me lo puedo creer.

...

- ¿Qué quieres que te diga exactamente? – Habló irritada Camila.

- Que si estás segura de lo que estás haciendo hija... – Respondió Sinu mientras caminaba al lado de la arquitecta.

Fue imposible pasar más días sin revelarle sus planes a su madre, luego de la pelea con Lauren al día siguiente la arquitecta había llamado a su madre para dar un pequeño paseo por el parque, ahora se arrepentía de la idea al ver cómo los ojos de su madre le miraban con reprobación.

- Pues no lo sé mamá, no lo sé... ¿Vale?... Sólo... Yo... No puedo estar más junto a Lauren, no puedo. – Dijo casi suplicando que su madre la entendiera.

Su madre suspiró fuertemente para luego rodearla con un abrazo por la cintura, la arquitecta dejó apoyar su cabeza en el pequeño hombro de su madre, a veces Camila se sentía abrumada de lo rápido que habían pasado los años y agradecía tener a su madre a su lado.

- Pues yo tampoco sé si estás haciendo las cosas bien... Vamos que Lauren ha sido tu único amor desde que apenas tenías 17 años... Nunca imaginé que llegarían a tal punto de casarse y tener un hijo, y quiero que sepas que siempre estuve feliz mientras tú lo estuvieras, si ahora tu decisión es terminar éste capítulo de tu vida, como tu madre, estaré apoyándote pese a todo... Sólo debes cuidarte Camila, tú y Lauren aprendieron amar juntas, no esperes que ella salga de tu vida así como si nada, aún más con Cameron entre ustedes dos...

- Gracias mamá. – Murmuró la arquitecta limpiándose una tímida lágrima que rodaba por su mejilla derecha.

Su madre le regaló una amplia sonrisa para luego abrazarla, Camila intentó no llorar mientras sofocaba pequeños sollozos contra el pecho de su madre, luego de unos segundos en que logró calmarse terminó el abrazo.

- Pero algo debes recordar hija... Lauren luchará por Cameron tanto como tú, sería un enorme error del que te arrepentirás toda tu vida si intentas quitarle al hijo que tanto desearon, tu pequeño tiene derecho de estar con sus dos madres, no le quites éso. – Dijo finalmente Sinu.


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Hola, disculpad si me atrasé un poco, pero me salió un turno imprevisto... En fin, como siempre, gracias por leer y seguir la historia!

Amor inmarcesible. (CAMREN)Where stories live. Discover now