Capítulo 2: "Un viaje insoportable" Parte 1

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-No... -dije riendo nerviosamente. El cara de piedra me observó de refilón y continuó mirando hacia el libro nuevamente. Estaba escuchando lo que hablábamos y lo había pillado.


-Una chica tan bonita como tú y sin novio... ¿Nunca te ha atraído algún amigo de Ryan? -mis ojos y los de él se volvieron como platos ¿Qué rayos? Ya iban dos veces en el día que me lo preguntaban ¿De la nada ahora estaban todos interesados por mi vida sentimental? Que a decir verdad, todavía no estaba formada.


-No metas a mis amigos en esto, madre -le ordenó Ryan con el ceño fruncido.


-Pero hijo ¿Por qué no? Ella es una bonita adolescente que tiene derecho a enamorarse y que se enamoren de ella.


-Señora Cooper, lo lamento pero... -fui interrumpida por mi madre que tenía una sonrisa de oreja a oreja.


-Recuerdo que habías mencionado a un amigo de Ryan. Va a tu misma escuela y... Rayos ¿Cómo era su nombre? ¿Brennan? ¿Brandon?  Sí, lo recuerdo, era Brian.



-Mamá, por favor, ya cállate -dije sonrojada, no me gustaba ese chico, solo me parecía guapo pero tampoco para exagerar-. ¡Ya basta! -exclamé.


-Claro que sí -agregó la señora Cooper-. Brian es un excelente chico y no tendría problema en conocerte para cuando volvamos del viaje -oh, dios, esto era tan ridículo.


-Señora Cooper... Yo... -noté la gran sonrisa de ambas-. Que va... No importa -mascullé en un suspiro.


-Esto es ridículo -dijo Ryan saliendo de su hipnosis literaria-. Mi amigo jamás se fijaría en una chica como ella.


-¡Ah, genial! Ahora él también opina de mi vida sentimental, justo el que menos tiene que hablar.

Compartimos una horrorosa mirada fulminante, en la cual, si alguien se atrevía a cruzar por delante, quedaría hecho carbón y se convertiría en simples cenizas.  Me di la vuelta, molesta ¿Qué les pasaba? ¿Por qué decían cosas tan incómodas como aquellas? ¿Por qué tenían que ponerme nerviosa? Ahora mi pulso había aumentado considerablemente, así que decidí continuar mirando el paisaje para disimular. Diablos, si continuaban diciendo cosas así terminarían por quebrar mis nervios.

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Por fin habíamos llegado a la estación de servicio. Tenía un parque no tan grande a su lado y era gratuito, así que todos se decidieron en tomar un descanso. Bajé exhausta y entre tambaleos de la casa rodante, porque la verdad era que mis piernas no respondían luego de estar sentada tanto tiempo en una camioneta gigante que se movía de un lado al otro, y pisé tierra firme. Levanté mi vista y de lejos divisé el bonito cartel de la entrada que decía "Parque Yellowstone" con una enredadera muy bien cuidada, decorándola. Continué camino al parque, embobada pero antes de que pudiera llegar, Ryan pasó a mi lado bajo un susurro que me sacó de las pocas casillas que me quedaban.

-Lenta.

Me dieron ganas de abalanzarme y tirarlo al suelo rocoso, pero me contuve, pues sus padres estaban detrás nuestro observándonos. Caminé a pisotones de fastidio ignorándolo. Noté que él llevaba una bonita canasta ¡Vaya! Nunca creí verlo de esa forma, era el momento justo para tomarle una foto y subirlo en alguna red social. Maldije el momento en que olvidé traer la cámara. La única que teníamos, era la de Ryan y no se la pediría ni en broma.

Todos se instalaron en el bonito y cuidado césped para comer algo y descansar, en cambio, yo me fui al otro lado del pequeño parque, lejos de donde estaban todos para usar mi Ipod ahora cargado en la caravana y relajarme, quería al menos dejar de ver el rostro de Ryan por un rato. Me pregunté cómo podía molestarme tanto la presencia de alguien, nunca antes había imaginado sentirme así.

Cuando al fin encontré un espacio verde, me senté y me puse los auriculares, por donde comenzaron a sonar canciones, una tras otra. Cerré mis ojos, tenía que relajarme y eso estaba consiguiendo de a poco. Si lo pensaba bien, en mi grupo de amigas tiendo a ser la más optimista que ríe casi todo el día  pero junto a Ryan, algo cambiaba en mi sistema que me hacía olvidarme de tener una sonrisa, ya que él la quitaba en menos de lo que canta un gallo. Supuse que ya habían pasado unos diez minutos cuando algo filoso tocó mi espalda, haciendo que entre en pánico ¿Era un ladrón que me iba a dañar? Me giré rápidamente golpeando aquella cosa "Filosa" y estuve a punto de echarme a correr, pero por suerte no llegué a hacer nada y pude notar como Ryan me miraba serio sin emitir palabra, mientras en su mano tenía una larga rama. No comprendía que sucedía.

Tenías que ser tú... © [#TQST1]Where stories live. Discover now