4. D∀DD⅄ ISS∩ƎS

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—¿Cómo sabes... Tanto de mí?

Tenía la respiración entre cortada y los besos desenfrenados de PJ a penas lo dejaban hablar.

No le molestaba, en lo absoluto.

—Averiguo acerca de las personas que me interesan. Sé mucho de ti, Jung. Más de lo que te imaginas.

Tenía una idea de cuánto ese chico sabía de él...

—¿Por qué quieres saber de mí? ¿Por qué te intereso? —preguntó apartando a PJ de sus labios. A éste no pareció gustarle mucho eso.

—El tiempo de preguntas ha terminado, muñeco... —respondió acercándose nuevamente.

—N-No... Yo... Yo no quiero —dijo Hoseok algo asustado. No era su estilo dejarse manipular por alguien más.

Una sonora carcajada por parte de PJ resonó.

—No estás entendiendo, Hoseok. Esto no se trata de lo que tú quieras —susurró en su oído a la vez que tomó su cabello y movió su cabeza hacia un lado para tener más acceso a su cuello.

—Déjame irme —suplicó a pesar de que no era lo que realmente quería. No sabía qué era lo que realmente quería.

—Eso no va a pasar, muñeco. No se trata de lo que tú quieras... —le respondió con una amplia sonrisa —Pero ya estás acostumbrado, ¿Verdad?

Había millones de cosas en su cabeza, pero lo único concreto era que debía salir de ahí y alejarse de ese tipo.

—N-No tienes idea de quién soy, déjame —insistió intentando empujarlo.

—Claro que sé quién eres... Y, ¿Cómo debo decírtelo? No me importa lo que quieras o no... Oh, ya sé cómo. Imagina que soy tu papi, imagina que como a él me importa una mierda irme luego de esto y cagar tu vida para siempre.

Por un segundo se puso a pensar en él. Se puso a pensar en su padre y lo poco que le importó arruinar su vida con tal de alejarse del "problema" que había generado. También se puso a pensar en lo diferente que hubiese sido su vida de haber tenido un padre presente. Lo feliz que hubiera sido.

Hubiera sido feliz.

¿Cómo no detestarlo si se había llevado todo? Se había llevado su felicidad y la de su madre.

Y, a pesar de haberle dado la vida, le había hecho vivir un infierno desde el momento en que fue concebido.

Su maldito padre le había dado su vida, esa que tanto odiaba y detestaba. Esa que tanto quería quitarse. Esa vida que lo hacía miserable día a día.

Y por un segundo se puso a pensar que a esa persona le importó todo una mierda, como decía ese chico.

Esa persona que probablemente ni siquiera recordaba que existía, en ese momento estaba viviendo una vida feliz mientras él vivía un infierno todos los días por su culpa.

Por un segundo pensó en su padre y sus ojos se llenaron de lágrimas. Lágrimas de impotencia.

Luego de muchísimo tiempo, el pequeño bastardo lloraba por su padre.

—¿Quién eres y qué quieres de mí? —dijo mientras las lágrimas caían por sus mejillas.

—¿Qué pasa, bebé llorón? ¿No te agrada pensar en eso?

Hoseok bajó la cabeza mientras las lágrimas comenzaban a caer más rápido.

—Por favor PJ... Bésame —dijo mirándolo a los ojos.

Necesitaba sentirse amado. De la forma que fuera y por la persona que fuera. Lo necesitaba.

PJ lo miró con la sonrisa más cínica que Hoseok jamás había visto y acto seguido le propinó una fuerte bofetada en el rostro.

—Llámame papi —exigió mientras lo observaba llorar aún más fuerte.

—Bésame... Papi —dijo en voz baja.

PJ volvió a golpearlo.

—¡Dilo más fuerte, bastardo de mierda!

—¡Papi, bésame! —gritó con una sonrisa mientras más lágrimas caían por sus ojos.

No hizo falta decir más antes de que el joven se lanzara a devorar sus labios sin delicadeza alguna.

¿Acaso era posible sentirse amado en una situación como esa?

Por primera vez en su vida comprendió a su madre.

—¿Qué... Pasa bebé? —preguntó PJ al ver que Hoseok dejó de besarlo.

—Quiero follarte.

El más bajo sonrió y tomó el cabello de Hoseok para luego tirar de él con fuerza. Se acercó a su oído.

—Creo que papi tendrá que enseñarte modales...

Dijo antes de morder su oreja con fuerza logrando que Hoseok lanzara un fuerte gemido.

PJ comenzó a hacer círculos con su mano encima del bulto en el pantalón de Hoseok, llenándolo de deseo.

—Bebé, nada en esta vida es gratis. Y tienes que agradecer por lo poco que sí lo es, ¿Entendiste? —Hoseok no respondió. PJ le dio un fuerte apretón a su zona genital —¿¡Entendiste!?

—S-Sí... —dijo retorciéndose de placer.

—¿¡Sí, qué!? —gritó y cerró su mano con más fuerza.

—Sí, papi.

Para ambos era la situación más excitante de sus vidas. Estaban perdidos en la lujuria, y demás está decir que no pensaban con la cabeza.

Hoseok se arrodilló en el piso y rápidamente bajó los pantalones de PJ. Una vez que su miembro estuvo a la vista, se lo metió en la boca.

Realmente no era un experto en ello, pero podía arreglárselas con la poca experiencia que tenía. Claro, eso antes de sentir el fuerte tirón de cabello y las embestidas de PJ a su boca.

Era doloroso... Pero le gustaba. Y mucho.

Levantó la cabeza e intentó mirar a PJ. Todavía tenía los ojos algo cristalizados y no podía ver con claridad, pero eso no le impidió ver la gran sonrisa que tenía. Estaba complaciendo a su papi.

Se sentía... ¿Cómo se sentía? Realmente no lo sabía, sólo sabía que quería sentir esa sensación el resto de su vida. Quizás así se sentía ser feliz...

No supo en qué momento su garganta se llenó de un líquido espeso con el que más temprano que tarde se atragantó.

PJ lo puso de pie nuevamente tirando de su cabello y apoyó su miembro aún algo erecto en el abdomen de éste. Lo estaba volviendo loco.

—Muy bien, bebé... A papi le gusta que seas un niño bueno. Adivina qué...

—¿Ahora... puedo? —preguntó hiperventilado.

En respuesta, PJ se dio la vuelta y tomó ambos brazos de Hoseok para que abrazara su abdomen.

El oscuro y usualmente silencioso callejón, se llenó con los fuertes gemidos de ambos.

Daddy {Hopemin}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora