I Was Waiting For You (Camren)

Capítulo 1

—No sé, deberías pensarlo Camila— Decía el mensaje de mi mejor amiga Dinah, ella se mudó a Miami con su hermana mayor Ally hace 2 años, hablábamos todos los días, realmente la extraño mucho.

La verdad era que Dinah estaba al tanto de la muerte de Sam y sabía cuanto me afectaba, por eso, ella me propuso mudarme con ella a Miami, hacer una nueva vida allá y olvidar todo.

—Tal vez Dinah, aún no se, es difícil abandonar a mis padres, pero lo pensaré, quizás me haga bien un cambio.— Respondí suspirando, Dinah tenía tres semanas insistiendo y está comenzando a convencerme.

—Como sea, te extraño demasiado Mila. Podremos salir a donde quieras, te distraerás, conocerás a mucha gente. Incluso podrás buscar algún trabajo por aquí. —
Decía Dinah de manera convincente.

—Lo pensaré Dinah pero debo bajar a cenar, te amo.— Dije despidiéndome para evitar el tema un rato.

—Y yo a ti Mila. Hablamos luego.

Sonreí al leer este último mensaje, bloqueé mi celular y lo dejé en un pequeño escritorio que estaba junto a mi cama.

Ya habían pasado 4 meses desde la muerte de Sam y yo no salía de mi casa, lloraba algunas veces recordando momentos junto a él. Aún estaba mal y no progresaba.

Me senté en el borde de mi cama y me quedé viendo un punto muerto de la habitación mientras imaginaba como sería vivir junto a Dinah, tal vez no sería tan malo, ella siempre sabía como hacerme reír.

Luego de meditar la situación decidí hablar con mis padres, ellos no me lo negarían, total, casi siempre están viajando y paso mucho tiempo sola.

Bajé a la cocina para cenar y tomé asiento mientras mis padres ya estaban comiendo, respiré hondo y los observé a ambos seriamente.

—Papá, mamá... He hablado con Dinah— suspiré y esperé a tener toda su atención– Ella cree que sería bueno que me mudara con ella a Miami, yo lo pensé bien y opino que tiene razón, probablemente eso me ayudé a abrir la mente, necesito seguir mi vida. Realmente la extraño mucho y vivir con mi mejor amiga puede ser un buen cambio.

—Hija, sí eso es lo que tu quieres, te apoyo, así no pasas tanto tiempo sola aquí.— dijo mi madre, Sinuhe, con una sonrisa en su rostro.

—No lo sé, Camila ¿Crees que estás lista para mudarte?— Preguntó Alejandro, mi padre, no muy convencido.

—Sí papá, siento que ya es momento de ver que hacer y conocer gente... Me serviría de mucho, entiéndeme— dije en un murmuro, las ganas de llorar comenzaban a invadir mi cuerpo, sin embargo, trate de evitarlo. Él asintió y siguió comiendo.

—Entonces, puedes mudarte con Dinah. Creo que estas grandecita y ya hacia falta que te fueras— dijo mi madre intentando bromear, sabiendo que sus chistes son los peores.

—No mamá, no. — dije fingiendo seriedad pero con una sonrisa en mis labios. — Gracias, en serio, los amo.

—Y nosotros a ti. — dijo mi madre sonriendo mientras mi padre casi terminaba de comer.

Luego de esa corta charla mi padre recogió su plato y lo lavó, mi madre y yo terminamos de comer en silencio y cada quien lavo lo suyo al terminar.

Subí a mi habitación y decidí que debía dormir un poco, mañana le informaría a Dinah que sí iría a Miami con ella.

(...)

Desperté, fregué mis ojos con ambas manos mientras me forzaba a levantarme, la luz del sol entraba por la ventana iluminando mi rostro, lo que causo que cerrara mis ojos con fuerza.