Nuestro destino es chocar.

Capitulo 6.

[Narra Matteo]:

Cuando me desperté esta mañana, no pensaba ni por asomo que volvería a reencontrarme con la chica delivery.
Y menos aún, en Argentina.
Primero choqué con ella medio de una avenida, después la salvé de morir ahogada en una piscina, luego la encontré patinando en Jam and Roller y por último, a partir de mañana empezaríamos a ser compañeros de colegio.
¿Casualidad...o destino?
-¿Es en serio? Deja de pensar en tantas pavadas, estas cosas pasan, no le des tanta importancia, ni que te gustara...por que...no te gusta, ¿cierto?.- Negué interiormente obligándome a salir de mis pensamientos.
-Pero...¿que estoy diciendo? ¿Gustarme a mi la chica delivery?. No...nada que ver.- Me eché a reír tras analizar las tonterías que estaba pensando.
Después de un practicar un poco, recogí mis cosas y salí de la pista.
Según la hora, Gastón ya debería estar esperándome en el bar para tomarnos un licuado.
Y así era, allí estaba mi mejor amigo, el primero que podía considerar como tal.

-Hey, Gastón.- Le salude acercándome a su mesa.

-¿Interrumpo algo?.- Pregunté tras darme cuenta de que no estaba solo.

-No no, Delfi ya se iba...- Dijo con completa indiferencia.

La sonrisa de la chica desapareció de golpe, su cara expresaba lo ofendida que se sentía tras las bruscas palabras de Gaston.
Sin decir ni una sola palabra, desapareció dejándonos por fin a solas.

-¿Pasa algo con Delfina?.- Pregunté mientras me sentaba en la silla.

-¿Qué? No, nada que ver, sé que yo a ella le gusto, pero no es mi tipo.- Se quejó.

-Ajá...¿y cuál sería tu tipo?.- Pregunté entre risas.

-Déjate de joder, te estoy hablando en serio...- Dio un gran sorbo a su licuado.

-Y yo también te estoy hablando en serio, cada vez que te tiene en su punto de mira, te escanea de arriba a abajo con la mirada.- Asentí con total seguridad.

-Si y lo peor es que ni se molesta en disimularlo.- Gruñó enojándose tras recordarlo.

-¿En serio no te gusta ni un poquito?.- Me acomodé en la silla.

-No, ya te dije...no es mi estilo.- Se encogió de hombros.

-¿Ah si? Pues avísale de eso a tu cara, por que me parece que aún no se enteró.- Me eché a reír.

-Sos idiota...-Negó riéndose conmigo.
-¿Y a vos, como te fue en Cancun?.- Añadió curioso.

-No me puedo quejar...ya te contaré mejor después.- Contesté rápidamente tras ver como la chica delivery aparecía en el bar junto con su amiga.

Mire a Gaston sutilmente para luego señalar con los ojos a Luna.
El pareció entenderme, el juego estaba por empezar.

-Miren quien llego...hola chica delivery, vení, te quiero presentar a mi mejor amigo, Gastón.
Ella es luna, va a empezar a ir al Blake.- Le informé mientras removía mi licuado con la cañita.

Ella se acerco a nosotros y con algo de vergüenza, le dio un beso a Gaston en la mejilla, a forma de saludo.
Después de eso, el se levanto dejándonos a solas.
Y se alejó dándome su aprobación desde una zona en la que luna no pudiera verlo.

-¿No te alcanzó con el aterrizaje de antes?.- Le pregunté entre risas.
Hace un rato la había visto practicar sus primeros saltos

-Jamás, ningún aterrizaje forzoso podrá detenerme, solo me falta práctica en la pista y ya...- Negó con la cabeza algo molesta.

-¿Y que me vas a pedir que te enseñe?.- Arquee una ceja provocandola.

-¿Qué?.- Preguntó muy sorprendida.
-No no no, no necesito tu ayuda...gracias.- Dijo irónicamente.