X-Men: Un Camino Diferente {Charles Xavier}

Capítulo 36: Sorprendida

/Raissa/

Desperté dándome cuenta de que era de noche.
Afuera se oían ruido así que lo más probable era que ya todos habían vuelto.

Me giré y me encontré con Charles quien aún dormía pacíficamente.
Caí en cuenta de que ambos aún estábamos desnudos bajo las sábanas.
Intenté no moverme para no despertarlo pero cuando menos noté él ya me estaba mirando con una gran sonrisa.
-Eres hermosa- dijo con una voz ronca.
Sólo sonreí.
No dejaba de mirarlo. No quería perder ni un detalle de su rostro.

Oí como su estómago hizo un ruido.
-¿Tienes hambre?- pregunté divertida.
-Algo- se encogió de hombros. -Pero no quiero salir de aquí- dijo mientras me abrazaba por la cintura y me acercaba más a él.
Me tensé un poco al sentirlo.
Él se dio cuenta y fue su turno de avergonzarse.

-Necesito una ducha- dije y él levantó una ceja.
-¿Puedo ir contigo?- pregunto ansioso como un niño pequeño.
Lo pensé por unos segundos.
-De acuerdo
Demoramos un poco en bañarnos ya que hubo una sesión de miradas y besos cariñosos.

Cuando terminamos salimos y nos cambiamos para finalmente dirigirnos a la cocina.
Cuando entre vi a Alex comiendo uno de nuestros brownies.
-¡Oye! - dije llamando su atención.
Él me miro asustado por un segundo luego se encogió de hombros.
-Creí que nunca saldrían- dijo levantando las cejas repetidamente.
Yo me percaté de que Erik nos veía divertido.
Intenté no sonrojarme y lo logre.
-No sé de que hablas- solté finalmente pasando de largo al refrigerador.
-¿Ah no?- preguntó el rubio.
Mire a Charles quien se encontraba algo entretenido con todo esto.
-¿Que dices tu amigo?- Erik lo miró esperando una respuesta.
Mi novio sólo se encogió de hombros.
-¡Oh vamos!- dijo haciendo un movimiento con sus caderas repetidamente.
Esta vez si me sonrojé e inmediatamente me volteé.
Alexander quien estaba en la puerta soltó una carcajada.
-No digas tonterías- defendió Charles.
-Como quieras
Pronto todos se retiraron y cuando no había nadie más le guiñé un ojo. Él sonrió abiertamente.

Al día siguiente pasábamos una agradable mañana afuera.
Charles se había vestido algo informal, muy raro de él, y traía unas gafas oscuras.
Se veía tan guapo y no pude evitar morder mi labio ante el pensamiento.
-¿Sabes que puedo leer tu mente?- preguntó quitándose las gafas.
-Lo sé Charles, por eso lo hago- dije divertida y comencé a huir.
Llegué corriendo hasta la cancha de basketball en donde algunos adolescentes jugaban.
Aún no lograba reconocerlos a todos.

Alguien me tomó por la cintura y cuando volteé vi aquellos encantadores ojos azules.
Iba a besarme pero me aparte despacio.
-¡Charles!, hay niños presentes- dije reprendiéndolo.
-Me importa un carajo-dijo y me besó.
No se si estaba más sorprendida por su repentino beso o su lenguaje.
Naturalmente guardaba la compostura frente a todos a excepción de mi.
El beso aún continuaba y los chicos que antes jugaban comenzaron a vitorear.
Me separé avergonzada pues todos nos miraban.

-Que sepan que eres mía- dijo tomando mi mano y jalandome a su oficina en donde pasamos un par de horas ocupados.

[N/A]

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