Enigma 2 (Los Ante Portam)

Halloween

Halloween

Las luces de la ciudad volvieron a encenderse y las personas volvieron a habitar las calles, con la diferencia de que se sostenía la calma extendida en la atmosfera, por la brisa viajaba el sonido de los susurros, lenguas rumoraban a los oídos.

Entré a mi habitación y cerré con seguro la puerta, miré el reloj en mi pared y noté que era temprano. Me acerqué a la ventana y continúe observando, recelando. Había muchos policías, eran cuestionados por la multitud de personas en apacigua tranquilidad. Con mis ojos recorría todo, subrayando cada detalle, asociando lo que veía con las imágenes de mi mente, pero los hombres de togas blancas habían desaparecido y nada de ello había quedado olvidado en el lugar, solo el misterio tras su escamoteo. A continuación abrí mi ventana para salir por esta y darle un recorrido a la avenida, confirmar a través de todos los intentos que no había rastro de aquellos hombres.

− ¿Qué intentas hacer? − Con tono seco.

Intervino la voz de Tom, inmediatamente giré mi cabeza y mi cuerpo para poder verlo, una respuesta inconsciente que protagoniza mi alma al captar su voz.

− Está bien. Ya no sucede nada allí afuera. Acabo − con tono suave.

− Aun no, apenas está comenzando − advirtió con sus ojos adentrándose en los míos.

− ¿Qué significa eso? − quise saber mientras mi rostro adoptaba aspecto de ofuscación.

Permaneció en silencio algunos segundos mientras en su rostro se fruncieron sus cejas y en sus labios se formó una línea recta.

− De las profundidades del bosque emergieron unas criaturas que no consigo distinguir, su aura es devastadora. No asemejo idea alguna que expliqué lo que puedan ser, tampoco sé que es lo que buscan, solo los percibo como peligrosos. − Sumió su rostro en sus pensamientos − Están por ahí y las personas no pueden verlas, aunque sí sentirlas − explicó con tono perdido.

− ¿Qué? − Con expresión confundida mientras fijaba toda mi atención en la actitud de su gesto.

− Solo quédate, tengo un mal presentimiento con respecto a esto y a esos seres −

− ¿Cómo lucían? Tal vez ya las haya visto antes −

− Lo dudó. Si las hubieses visto quizás no estarías viva. − torció el gesto ante la idea y en mí provocó un brinco en el corazón − Además no sabría describirlos... monstruos, esa palabra parece acertada −

Sentí como por dentro sufrí una convulsión, ese pavor que experimentaba estaba desgarrándome de adentro hacia afuera. Mi respiración no respondía, sentía otra vez que me asfixiaba, el miedo hacia lo desconocido regia potente.

− ¿Por qué está ocurriendo todo esto? − Pregunté con un hilo de voz.

− No sabría contestar. He roto mi lazo con el purgatorio por lo cual he perdido el privilegio de estar al corriente con todo lo que acontezca sobre la tierra de los vivos. Solo sé que nunca antes había ocurrido − con el tono serio que denota el sello distintivo en su ser.

Me quedé en silencio durante algunos segundos esperando comprender algo, organizando sus palabras y traduciéndolas a mi leguaje de compresión, pero era demasiado confuso.

− ¿Qué sabes de unos hombres con togas blancas a los que los espectros no pueden hacer nada? − Pregunté con interés.

− No sé a quienes te refieres − ofuscando sus cejas.