meinu - taehyung.

002

17 de Diciembre, 11am.

Barrendero, cuidador de mascotas, limpiador de casas...

Taehyung cerró el periódico y se llevó los dedos al puente de la nariz, largando un suspiro profundo. Su tarea de buscar un trabajo convincente para mantenerse esas vacaciones, parecía cada vez más difícil. Nada era de su incumbencia. No le parecía interesante ninguno de aquellos absurdos labores y, sin embargo, necesitaba uno ya.

Fue desde hace años atrás cuando decidió independizarse, nada más terminar la secundaria. Dejó a su familia atrás para adentrarse en la Universidad de Seúl y comenzar su carrera de medicina, la cual se había tomado tan enserio que apenas tuvo días de descanso.
Por esa razón, logró recibir una matrícula de honor y las mejores notas de la institución.

Mientras tanto, sus padres se encargaron de mandarle dinero -a decir verdad, bastante cantidad- cada mes, dándole la oportunidad de continuar libre. Pero ahora su carrera había acabado, ahora era realmente un adulto independiente.

El sonido de una boca masticando lo sacó de sus pensamientos y alzó la mirada hasta Namjoon, quién desayunaba tranquilamente gracias al dinero del pelirrojo. Taehyung se detuvo a examinarlo con una pequeña mueca en su rostro; sin lograr entender la despreocupación de su amigo cuando apenas podía pagar su apartamento o comprar comida para alimentarse. Él seguía malgastando el dinero en juegos y cosas inecesarias para su salud.

Eran totalmente diferentes.

Los ojos de ambos se cruzaron por unos segundos. Namjoon los rodó con gruñido, adentrando un gran trozo de pan a su boca y masticándolo apenas, debido a su gran tamaño. Se llevó a los labios el vaso de leche y bebió varios tragos antes de hablar.

—¿Quieres dejar de preocuparte de una maldita vez, Kim? Sólo estar cerca tuyo me estresa.

El nombrado echó la cabeza hacia atrás y negó con ella, revolviéndose el cabello exasperado con la mirada fija en las modernas lámparas, que colgaban del techo de esa cafetería. Observaba cómo se balanceaban cada vez que la puerta se abría, dejándo pasar una ráfaga de aire procedente del vendaval.

—Necesito un trabajo urgentemente.

—Y yo, pero ¿qué más da? —se quejó el rubio.

La camarera del establecimiento apareció con una taza de café en las manos y la dejó frente a Taehyung, quién repasaba fulminantemente la figura de su compañero.

Pero en cuanto la mirada del mayor se fijó en la chica, una gran sonrisa ocupó su rostro. Recordando que el pub al que él solía recurrir se había quedado sin personal, su cabeza comenzó a idear planes y formas para convencerlo y que probase a trabajar allí. Era una gran ventaja para Namjoon, quién podría obtener alcohol gratis por ser su mejor amigo. Aunque una desventaja para Taehyung: desde el instante en que pisó aquellas sucias calles, clasificó el lugar como sitio donde no volver a ir.

Joon apoyó los codos sobre la mesa, inclinándose levemente sobre esta sin apartar la mirada de sus ojos. Ambos haciendo contacto visual. Sus labios se curvaron en una pequeña sonrisa y dio un pequeño golpe, logrando que la taza de café vibrase y el líquido se esparciera por el plato.

—Ya sé. —alardeó el más alto, contento por la idea—. El pub al que te llevé el otro día, ¿lo recuerdas?

—Sí, ¿qué ocurre?

Taehyung se llevó la porcelana de la taza a los labios para absorber un gran trago, haciendo arder su garganta. La dejó de nuevo sobre la mesa con una mueca de dolor y comenzó a soplar levemente sobre el café, observando las ondas del líquido al hacerlo.