Cap v

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Nervios...

Nunca pensé en que esa parte podría afectarme tanto. ¿Porque estaba nerviosa yo?, una persona tan segura de si misma siempre.


Esperen.... ¿Acabo de ser arrogante otra vez?. ¡Aghh, nunca podre superarlo!


-Oye... oye.... ehm.... ¿Podemos devolvernos?.- Dije, queriendo lanzarme del auto. ¿Y si no me reciben como esperaba? Erick me dio una mirada de advertencia


-No seas estúpida, ya estamos llegando.


-¡Erick, vámonos!- Halé por el cuello del traje, zarandeándolo, entrando en completo pánico. Él estacionó el auto y se giró bruscamente hacia mi.


-Escucha, tonta, dejarás de ser una perra cobarde y te pondrás para esto, mira que he avanzado demasiado y no pienso volver atrás por tus caprichos. ¡Ahora devuelve eso y compórtate como toda una mujer!- Me gritó con furia. Todo un idiota profesional. Hice un puchero y me acomode en mi asiento, tratando de ser buena y calmarme.- ¿Es que estas loca?,me haces devolverme y te prometo que iré corriendo a decirle a tus padres.-Rodé los ojos con rebeldía.


-Como digas. Tiene toda la razón, señor idiota.- Me crucé de brazos y me pegué a la ventanilla.

-Así esta mejor.- Volvió a conducir cómodamente, y a l girar la próxima calle, pude reconocer la hermosa casa de Alexander. Quería vomitar, lanzarme del auto, salir corriendo. Pero no lo hice.

-Erick...

-Shh.- Se estacionó frente a la casa.- Ahora ve y baja.... Y da lo mejor, eres y siempre has sido la mejor. Ánimos, Tes... Ehm... Hailie- Alcé una ceja, tomé la playera, y salí, cerrando la puerta bruscamente. ¿Como se atreve a confundirme con su propia novia?, ¡si ni siquiera nos parecemos tanto!


-Imbécil- Dije en voz baja, caminando hasta el pórtico. Al instante me arrepentí al volver a la realidad. Estoy en su casa. En casa de Alexander.....

Alce la mano, para tocar la puerta, pero al instante me arrepentí y me di la vuelta para irme, hasta que escuche la puerta abrirse. Pare en seco.


-¿Hailie?.- Escuche esa voz..... y con alegría, aun nerviosa, me di la vuelta.


-Hola, señor.- Dije con madurez, pero sin poder retenerme mas, y por alguna razon extraña, me aproxime hasta el y lo abrace con fuerza. Ni siquiera lo conocía, ¿Porque tanto cariño?, ni siquiera yo lo sabia.


-Pasa, pasa.- Me invito a pasar, mire hasta donde estaba Erick, me miro y asintió con una sonrisa, que me inspiro un poco de tranquilidad. Pase y tome asiento, pero luego me fije en todo el desastre que había en la casa, parecía que había pasado un terremoto, los muebles acumulados en una esquina, ropa por todo el suelo, vidrio y mármol rotos en el piso. Me aterre, y el lo supo, cuando lo mire directamente

-Señor, ¿Que esta...?- Luego me fije en el morado cerca de su sien derecha, por su ojo. Me pare en seguida y me arrodille hasta donde el estaba sentado.

Mi PrimoWhere stories live. Discover now