(Continuacion hermosas, les dejo nuevo capitulo!! Espero les guste!!")
Otro capitulo resubido!!
Nuevamente durmieron juntos en la cama de Tom, solo que esta vez no había sido producto del alcohol, si no por iniciativa propia, o más bien de Tom.
Ambos estaban profundamente dormidos, Bill recostado encima del pecho de Tom y el mayor abrazando a Bill como si fuera su peluche personal, ajenos a todo y en el mundo de los sueños.
Sin embargo ya era tarde, casi mediodía y ambos habían perdido la noción del tiempo. En un momento dado, Bill que tenía el sueño un poco más ligero escucho unos golpes en la puerta, al principio pensó que estaba soñando, pero al escuchar la voz de la madre de Tom reacciono y se levanto de golpe de la cama.
Rápidamente se acerco a la ventana para ver si sus oídos no lo engañaban, y al verlo asomado, se dio cuenta de que no solo era la Señora Kaulitz, sino incluso el esposo los que llamaban a la puerta del departamento independiente.
-"Tom!! Abre la puerta!!" grito Simone.
Rápidamente Bill se alejo de la ventana avergonzado, no quería que los padres de Tom lo vieran ahí, y menos dado el hecho de que estaba solo en su ropa interior.
Sin embargo rápidamente volvió a la cama a sacudir a Tom.
-"Tom, tus padres están en la puerta!" le dijo poniéndose la camisa.
Tom ni se movió, entonces tuvo que sacudirlo un poco para que reaccionara.
-"Tom, despierta, tus padres te buscan!" repitió.
Tom se despertó levemente, pero estaba atontado del sueño, solo se dio la vuelta.
-"Llama a la policía Bill, no quiero que nadie me moleste." Le dijo entre la almohada.
Finalmente y no supieron cómo, los señores Kaulitz lograron entrar al departamento y encontraron a Bill poniéndose el pantalón.
Este casi se cae de espaldas al verlos y muerto de la vergüenza se escondió detrás de la cama para evitar que lo vieran solo en bóxers.
Sin embargo los padres de Tom prácticamente lo ignoraron, tenían una noticia muy importante que darle a su hijo.
-"Tom, hijo levantante, te tenemos buenas noticias!!" le dijo la Madre
-"Mama, es muy temprano, ¿Qué pasa...?" dijo Tom sentándose en la cama y refregándose el rostro para despabilarse.
-"Hijo, por fin lo conseguí. Ya llegamos a un acuerdo con el Medico Americano. El Doctor Holden vendrá desde New York para realizar tu operación!!" le dijo el Padre emocionado.
-"¿Qué... de que hablas Papa?" dijo Tom sin entender mucho.
-"Hablo de que van a operarte Tom, te vas a recuperar. Ya está todo arreglado, la operación será mañana y debes preparar todo hoy mismo." Dijo el padre.
Tom se quedo asombrado, ¿de verdad se iba a recuperar? Entonces se levanto de la cama poniéndose una bata.
Bill estaba detrás de ellos escuchando la noticia, con una mezcla extraña de emociones, por una parte feliz por Tom, y a la vez triste puesto que eso significaba el final de su relación.
-"Hijo, es maravilloso, mañana podrás operarte y recuperar la vista!!" dijo Simone abrazándolo.
Recién ahí notaron a Bill atrás que tenía cara de confuso. El señor Kaulitz se le quedo mirando y Simone solo sonrió al verlos juntos.
-"Buenos días Bill." Dijo ella.
-"Buen día Señora Kaulitz." Respondió Bill queriendo que se lo tragara la tierra.
Los padres de Tom le explicaron todo lo que necesitaba saber, esa misma noche decía internarse en el hospital para realizar la operación mañana a primera hora.
El Doctor Holden era un especialista muy reconocido en America, y después de muchas negociaciones había aceptado volar a Berlin especialmente para atender el caso de Tom.
Por suerte el Padre de Tom era un empresario muy rico y no escatimo en gastos por el bienestar de su único hijo.
Minutos más tarde, los padres salieron de la habitación dejándolos solos. Tom se sentó en la cama con una sensación de incredulidad, no podía creer que por fin su calvario iba a terminar, que mañana iba a ser operado y podría volver a la normalidad.
-"Me alegra mucho la noticia Tom." Dijo Bill sacándolo de sus cavilaciones.
-"¿Ehhh...? Ah claro, a mi también Bill."
-"Tus padres te quieren mucho Tom, ya ves que lograron lo que parecía imposible."
-"Si, eso parece... Bill tengo un poco de miedo, ¿tu crees que todo saldrá bien mañana?" le pregunto.
Bill se acerco a él y se sentó a su par en la orilla de la cama. Ya ahí le tomo las manos y le beso el dorso con delicadeza.
-"Debemos tener Fe Tom, estoy seguro de que todo saldrá bien. Yo estaré ahí contigo si me dejas."
Tom sonrió con agradecimiento y se dejo reconfortar por Bill que parecía entenderlo mejor que nadie.
-"Claro que quiero que estés conmigo, no creo que pueda estar solo el día de hoy, seguramente moriré de los nervios esta noche."
.-"No te preocupes yo estaré contigo hasta que tenga que dejarte en la sala de operaciones."
-"Gracias Bill, no esperaba menos de ti."
Esta vez fue el turno de Bill de asentir sin más que decir, no se podía sacudir la sensación melancólica en el pecho.
Era como si algo le dijera que pronto dejaría de ver a Tom, que aquella amistad o lo que sea que tuvieran iba a terminar.
Pero decidió ignorar sus miedos y se levanto tomando a Tom de la mano, al ver el reloj se fijo que era casi mediodía y debía ayudarle a empacar sus cosas, solo tenían unas pocas horas antes de tener que irse al hospital.
Rato más tarde la maletita estaba lista y ambos estaban extrañamente mas callados que de costumbre. Tom por los nervios y Bill por el temor y la melancolía...
-"Bill, no encontré mi cepillo de dientes. ¿Me ayudas a buscarlo?" le pidió Tom cerrando su pequeño equipaje.
-"Claro, yo te ayudo a buscarlo."
Bill se fue al baño y encontró el cepillo junto con otras cosas personales de Tom. No supo porque, pero ver el baño con algunas cosas de Tom, hasta sus botellas de Shampoo lo hizo sentir casi un nudo en la garganta.
De repente sus ojos se llenaron de lágrimas de emoción pura y salió rápidamente volviendo a donde Tom lo esperaba.
Al verlo ahí con la ansiedad del momento, Bill se dejo llevar por la emoción y se le tiro encima abrazarlo con fuerza, lo abrazo como si temiera perderlo, como si fuera el ultimo abrazo.
Tom se sorprendió de la actitud de Bill, ya que normalmente él no era tan expresivo. Pero entendió que debía ser debido al tema de la operación, para tranquilizarlo le devolvió el abrazo con igual de fuerza.
Ambos se estaban diciendo muchas cosas y sin decir nada, eran sus cuerpos los que hablaban.
Y es que a veces un abrazo puede decir más que mil palabras.
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Unas horas después ya todo estaba listo, el Señor Kaulitz esperaba a Tom en el auto, él y la madre le llevarían directamente al hospital.
Naturalmente Bill había pedido acompañarlos.
Cuando le ayudo a entrar, ambos se sentaron en la parte trasera. Seguían silenciosos y los padres de Tom supieron respetar ese momento, sin embargo si les parecía inusual la cercanía de Bill, y más dado que lo encontraron prácticamente durmiendo con Tom.
Hasta donde sabían Tom era heterosexual, así que no tenía demasiado sentido la situación, así que decidieron no darle importancia.
Sin embargo en el auto y sin decir nada, Tom se pego al cuerpo de Bill y no tan secretamente se estrecharon las manos, como para darse alivio mutuamente.
Este gesto no paso desapercibido para Simone, que los veía desde el espejo retrovisor, a pesar de eso no dijo nada, solo sonrió para sí misma.
Ya antes había percibido que Tom era bastante cercano a Bill, lo que no sabía era que tan profunda era esa cercanía.
Finalmente llegaron al hospital y los padres hicieron todas las gestiones necesarias para el internamiento de Tom, solo se fueron cuando lo dejaron instalado en su habitación privada.
Prometieron volver a primera hora de la mañana antes de la operación.
Bill se quedo todo el tiempo a su lado como le había prometido. Lo acompaño hablándole de cualquier cosa para distraerlo, Tom ya estaba metido en la cama solo esperando que pasara la noche para ser intervenido a primera hora.
Como a las 8 de la noche, una enfermera entro para darle unos calmantes que lo harían dormir mejor esa noche.
Y amablemente le aviso a Bill que debía irse, no estaba permitido que los pacientes tuvieran visitas durante la noche.
Bill asintió sin más remedio y le pidió un momento más a la enfermera para poder despedirse de Tom propiamente.
-"Lastima Tom, no me dejaran quedarme contigo esta noche."
-"Lo sé, la escuche... ni modo, aunque yo quería tenerte conmigo, no sé cómo voy a aguantar los nervios hasta mañana."
-"No te preocupes, yo siempre estaré contigo." Le aseguro Bill.
Entonces le tomo las manos firmemente para darle señal de su apoyo. Tom se veía vulnerable y asustado en esa cama, con su pijama y listo para dormir, casi como un niño pequeño.
Y de nuevo Bill volvió a sentir ese nudo en la garganta que amenazaba con soltarse en llanto en cualquier momento.
-"Bill, ¿Qué te pasa, estas bien?" pregunto Tom al sentirlo tenso.
-"Si, estoy bien Tom, es solo que estoy un poco asustado por ti. Pero sé que todo saldrá bien mañana, no te preocupes por mí, ahora solo importas tu y nada mas."
En eso la enfermera volvió a entrar a la habitación y miro de reojo como ambos estaban con las manos fuertemente entrelazadas, obviamente no dijo nada, pero le administro a Tom un somnífero a través del suero que tenía conectado a la vena.
-"Pronto el sedante le hará efecto Sr. Kaulitz, así que sugiero que se despida ahora." Dijo saliendo nuevamente.
Tom volteo en dirección a Bill y le sonrió imaginando que se vería ansioso y hasta triste.
-"Bill, quiero pedirte un favor." Le dijo.
-"Lo que sea."
-"Esta bien, en ese caso quiero dejarte mi reloj. Quiero que lo guardes con mucho cuidado y me lo regreses cuando vuelvas. Es mi garantía de que vas a volver."
Entonces Tom se quito su preciado reloj de la muñeca y se lo entrego a un emocionado Bill que lo tomo guardándolo en su bolso.
-"No lo vayas a rallar!! Quiero ver ese reloj integro como te lo entregué." Bromeo Tomt.
Bill no pudo mas, la emoción le volvió a ganar, y sin decir nada, se acerco con ansias a Tom dándole un enorme beso lleno de amor y desesperación.
En ese momento entendió que Tom ya le había ganado el corazón, y si todo salía bien ahora era muy tarde para volver atrás.
Para bien o para mal Bill se había vuelto a enamorar...
Tom se sorprendió ante la emotividad de Bill, pero respondió al beso con igual intensidad, después de todo una operación cerebral tenía sus riesgos, y podía llegar el ser el último beso que diera en su vida.
Los labios de Bill eran suaves y dulces, llenos de amor incluso.
En la oscuridad, no importa nada, solo la sensación de esos labios frescos junto a tu boca, así que él también se entrego a la sensación, hasta que ambos se quedaron sin respiración.
Sin ganas Bill se separo del beso y volteo a ver a la puerta, donde pudo ver a la enfermera con las mejillas sonrojadas, sin querer se imagino había visto parte del beso, así que el también muy apenado volteo a otra dirección.
Entendía que ahora debía irse y dejar a Tom descansar.
-"Volveré mañana Tom, y sé que todo va a salir bien." Le dijo dándole un nuevo beso, pero esta vez en la mejilla.
.-"Eso espero Bill..."
Sin decir nada mas, tomo sus cosas y salió de la habitación, evitando ver a la enfermera que seguía esperando su salida.
Cuando por fin salió, la enfermera se acerco a Tom para revisar que todo estuviera bien, le dio algunas instrucciones y le arreglo la almohada. A todas estas Tom ya comenzaba a sentir los efectos del sedante y bostezo listo para entregarse al sueño intranquilo de esa noche.
-"Se ve que su amigo lo quiere mucho Sr. Kaulitz." Comento casualmente la enfermera.
-"Así es...Bill es una persona muy especial." Contesto el más dormido que despierto.
La enfermera sonrió al verlo ya casi dormido, así que ella también salió dejándolo solo, no sin antes pensar que ambos chicos hacían realmente una hermosa pareja.
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Bill salió del hospital con el corazón en la boca, se sentía abrumado por las emociones encontradas.
Una parte deseaba con toda su alma que Tom saliera bien de la operación y se recuperara totalmente, pero otra parte algo más infantil y egoísta le decía que a partir de ese momento algo en ellos se partiría irremediablementeDespués de todo, Thomas nunca lo había visto, y era consciente de que estando ciego era fácil engañar al corazón, pero.
¿Qué pasaría cuando Tom lo viera...?
¿Qué pasaría con el hecho de que estaría plenamente consciente de que él era hombre?
¿Acaso lo querría mantener en su vida? O simplemente iba a prescindir de sus servicios de compañía y no se verían nunca más.
Bill no quería pensar en eso, eran pensamientos egoístas y pesimistas, en ese momento lo único que realmente importaba era Tom y su recuperación, ya habría tiempo para responder a todas esas interrogantes...
Mañana seria un día largo y complicado, pero él iba a cumplir su promesa y mientras Tom lo quisiera mantener a su lado, el lo haría.
Cuando iba en el autobús camino a su casa, recordó el pedido de Tom y saco su reloj de su bolso.
Al mirar el reloj tan fino y hermoso, era como ver a Tom, un pedacito de su Tom estaba con él.
Una sonrisa melancólica se dibujo en su rostro y una lagrima atrevida rodo por su mejilla.
"Todo estará bien Tom, yo lo sé." Pensó.
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