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No paré de correr hasta que estaba a salvo en aquella pequeña casa que nos hospedaría las vacaciones. Al entrar pude fijarme que Juuzou estaba dentro, se veía preocupado y pensativo, intenté huir rápido de su mirada al tomar ropa limpia y adentrarme al baño.

–¿Mirei, eres tú? —su tono era preocupado y lo único que hacía era llenarme más de ansiedad. Abrí ambas llaves de la regadera para poder aturdir mis oídos con el agua de la regadera.

Con desesperación arranqué la ropa de mi cuerpo y entré a la regadera lo antes posible, tallé mi cuerpo como si tuviera una mancha enorme imposible de sacar, al tallar fuertemente abría más la cortada de mi brazo. Era una herida enorme, algo que para un Ghoul era una niñería, pero para un humano era una gran lesión, que podría mandarme directo al hospital o matarme en minutos; sin embargo, yo no moría, ni me regeneraba, solo permanecía tal como estaba.

Salí de la regadera guiada por mí ansiedad, rápidamente me vestí y envolví mi brazo en un vendaje improvisado. Me era imposible relajarme al saber que Juuzou estaba detrás de esa puerta, listo para oír lo que tenía que decir, pero yo tenía que evitarlo aún que fuera imposible.

—¿Qué pasó? —fueron sus primeras palabras al verme salir del baño, ni siquiera él podía imaginarse todo lo que había pasado estas 24 horas.

—Tengo que irme. —fue lo único que pude responder antes de empezar a guardar las pocas cosas que había sacado de mi maleta. Sentía mi cuerpo temblar, mi respiración era agitada y en cualquier momento me derrumbaría.

—¿Qué fue lo que pasó? —volvió a preguntar.

—Juuzou, solo quiero largarme de aquí. — sentía que mi cuerpo apestaba a alcohol y perdición, el rostro de Ayato no salía de mi mente, y cada que lo veía solo pasarían cosas malas.

—¡Responde! —por primera vez escuché a Juuzou gritar desesperado y molesto, algo que colmó mi poca paciencia y estabilidad que me quedaba.

—¿REALMENTE QUIERES SABER? —grité —Tuve miedo de acostarme contigo, tuve miedo de que realmente lo nuestro fuera unilateral y poder arruinar nuestra relación; fui una cobarde al huir de ti, para finalmente que un chico me embriagara y se acostara conmigo. Tú tienes la vida fácil teniendo un trabajo que amas, haciendo lo que quieres y disfrutando tu vida, yo cada día huyo de mi misma sin saber si el día de mañana estaré con vida.

-Por qué con el si te acostaste?-

-Oh se me olvido ese pequeño detalle- dije con una sonrisa –El sí era Ghoul-

Juuzou solo me veia, estaba enojado, al igual que yo

-Llevame a casa no quiero estar aquí- dije yendo al baño por la ropa que había dejado en el suelo, la meti en mi maleta, me coloque mi mochila, tome la maleta y salí de la casa metiendo la maleta en la cajuela, juuzou saco una mochila donde traía la poca ropa que había empacado y la echo en la cajuela, me sente en los asientos de atrás y saque mi computadora, lo único con lo que me podría entretener y no estar discutiendo con Juuzou era estar jugando a los sims 4, me puse los audífonos con la música a todo volumen y asi fui por todo el camino, ¿Cómo es que la batería podía durarle tanto a la computadora?.

Llegamos a mi casa, o bueno la casa de mamá, aun no la sentía tan mia. Baje mis cosas y solo lo vi, abri la puerta de la casa y entre sin decirle nada

-Hija eres tu?- pregunto mamá viniendo desde la cocina –Crei que estarían unas semanas allá-

-No quise estar allá- dije arrastrando mi maleta

-Deja te ayudo- dijo tomando mi maleta

-No!- exclame, estaba enojada, no con ella, conmigo misma y no quería hacerle daño –Quiero estar sola por favor- tome la maleta y mi mochila, entre a la habitación y cerre la puerta por acto seguido, me deslice por la puerta quedando sentada en el suelo, seguía asustada, ¿Debia creerle a Haziel? ¿Era real esa empresa o lo que fuera? ¿De verdad había perdido mi virginidad esa noche? Me quede en el suelo abrazando mis rodillas pensando si debía decirle donde se ubicaba anteiku

Tan solo comida (Ayato Kirishima)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora