Tan solo comida (Ayato Kirishima)

Capitulo 35.

AYATO

No entendía cómo el simple hecho de ver a Mirei me dejaba tan pensativo, ella había entrado a aquel callejón llorando, me había entrado la duda de saber qué le había ocurrido, pero me odiaba. Al final era su problema, ahora yo estaba en una relación con Hinami, y yo prometí no volver a buscarla, pero esta vez me acerqué a ella sin ningún motivo. Me retiré a donde había quedado de verme con Hinami, ella ya estaba ahí esperando.

-Perdón por la demora. -llegué quizás unos 15 minutos tarde.

-No te preocupes, no tengo mucho aquí. - Nos iríamos caminando hasta el distrito 24 donde vivía Hinami con Kaneki y los otros tipos- Vi a Touka y Mirei. -no respondí, solo dejé que hablara -Ahora saben que tú y yo salimos. -pude notar una sonrisa en ella.

- ¿Les dijiste? -estaba confundido- Así que por eso era. - rasqué mi ceja, ahora entendía por qué lloraba.

-Ayato-kun...-

- ¿Si? -

-Aun te gusta Mirei? - preguntó preocupada.

-No, ¿por qué lo preguntas? - dudé demasiado en responder.

-Siempre pides que no hablemos de ella, y si la menciono te llegas a poner extraño.

-También te digo que no hablemos de Touka y no es porque me guste, simplemente no quiero saber nada de aquellas personas. -Sonrió ante mi respuesta, supongo que la hacía feliz oír lo que quería.

-Te quiero mucho Ayato. - me abrazó.

-Yo también...- respondí su abrazo. Noté la mirada de dos personas, al levantar la mirada me percaté que era Mirei y otro chico, ella se notaba asustada, retrocedía poco a poco como si fuera a llorar, el chico junto a ella la abrazó. Me sentí con la necesidad de ir a apartarlos, algo que no podía. Tomé a Hinami y la obligué a salir de ahí.

- ¿Pasa algo? -preguntó Hinami.

-Larguémonos de este distrito, apesta demasiado. -

Dejé a Hinami con Kaneki, este solo me observaba, el odio era mutuo, pero no entendía cómo podía dejar a Hinami salir conmigo. Al volver a mi hogar en el distrito 11 me encontré con Black Cat y White Cat.

- ¿Que sucede? - pregunté deteniéndome frente de ellos, casi siempre llevaban sus máscaras, para no ser descubiertos, la mayoría de ghouls en aogiri lo hacían.

-Necesitamos nuevas misiones. Últimamente no nos ha dado misiones, jefe. -

-Por el momento no hay nada que puedan hacer, -metí mis manos en los bolsillos del pantalón -si necesitan dinero se los daré. - Me levanté de hombros.

-Sabe que el dinero no es problema, casi no lo usamos.

-Entonces solo esperen y yo les avisare si pueden hacer algo.

Luego de unos días fue convocada una junta en el árbol de aogiri, había una misión de tipo S, por lo que iríamos las ramas principales. Era el viejo laboratorio de un doctor buscado por la CCG, Tatara y Eto ordenaron proteger a ese hombre. Nuestra misión se vio interrumpida por un ghoul medio kakuja, pedían refuerzos para poder detenerlo, entre la multitud estaba una chica debajo de ella había un gran charco de sangre.

-Juuzou, saca a Mirei de aquí. -ordenó un hombre robusto.

¿Mirei? Debía ser una coincidencia con el nombre, la Mirei que yo conocía no tenía nada que hacer ahí. Le hice frente a aquel hombre, una pelea en la que yo llevaba ventaja.

-Tendré que usar el prototipo Arata. - Fue como ver un fantasma, no podía creer lo que estaba frente a mis ojos. Todo ese tiempo el maldito viejo había estado aquí, o al menos era lo único que quedaba. Su manera cobarde y su forma débil de vivir, los pocos recuerdos de él me venían a la mente. Con furia comencé a golpear a aquella paloma, pero todos mis ataques fallaban, había tomado ventaja sobre mí y demasiada. No podía con todas aquellas memorias que pesaban dentro de mi mente, iba a morir ahí de no ser por Eto quien me salvó.