#28: Bleachers.

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Bleachers

 “Always expect the worst.”

—Lawless.

Viernes

—Te ves muy tranquilo — El irlandés sabía que si Justin estaba muy tranquilo ese día solo quería decir una cosa… algo malo pasaba.

—Eso es bueno ¿no? — Respondió con hastío el As saliendo de la sala de estudios con pasos molestos.

Desde lo ocurrido el martes pasado todos rumoreaban que Justin y Ellie tenían cierta “relación” eso había sido bueno mientras duro pero las cosas dieron un giro sumamente inesperado. Harry y Ellie no se separan ni un segundo, el ruloso supo jugar muy bien sus cartas puesto que la latina lo seguía como perro faldero a todas partes y el As de Espadas no era más que estar feliz con la situación, había ganado y se lo echaba en cara cada instante en el cual tenía oportunidad. Por otro lado la castaña evadía a toda costa al avellanado, procuraba sentarse al otro lado del aula o estar en otra parte que no fuera cerca de el en clase, pasillo o escuela, escucho por Ross y ciertos comentarios de Louis que ella había dicho en su clase de Educación Física que ellos eran solamente conocidos y que ni siquiera Justin era de su total agrado puesto que era altanero, mujeriego y aparte mano larga.

Era el receso y no tenía mucha hambre, no se daría por vencido tan rápido, algo tenía que hacer para acercarse a ella, se dijo mientras caminaba hacia el campo de football de la escuela, cada vez que necesitaba pensar o meditar algo dentro de las instalaciones de la escuela acudía a ese lugar en especial a la hora del descanso nadie estaba allí y era un buen lugar para estar tranquilo. Se recostó sobre una grada fría y sucia, observo el cielo y respiro profundamente, el viento jugo con su cabello rebelde causando que le taparan un poco la vista. Con los dedos se peinó el pelo hacia atrás y cerró los ojos para poder pensar mejor sus opciones o su siguiente estrategia.

Ellie era una chica que prefería un beso bajo la lluvia que una buena follada, Justin podría apostar que ella de esas chicas que pensaban que el sexo y el amor iban de la mano, de seguro tenia esas ideas de amor eterno, fidelidad, compromiso, los besos tiernos, miradas llenas de amor, matrimonio e hijos, en pocas palabras; todo lo que el aborrecía y se alejaba al buscar una acompañante. Si tan solo el actuara como un marica como el que ella quería, todo sería más fácil. El avellanado abrió los ojos de golpe… hay estaba la respuesta. El actuaría como el príncipe en armadura brillante, de ese modo ella caería por él y todo sería sin duda más fácil, estaba seguro que Harry no lo estaba haciendo y eso le daría una ventaja, según su experiencia había dos tipos de mujeres, las fáciles y las difícil mas no imposibles. Las fáciles eran las mujeres que con una buena follada y unos cuantos regalos eran felices, las difíciles eran las que buscaban amor o un matrimonio, si el fingía tener un sentimiento más allá del deseo por Ellie todo lo demás vendría solo, ella sola le abriría las piernas y su corazón. ¿Por qué no se te ocurrió antes Bieber? Pensó con una sonrisa mientras tomaba sus cosas y comenzaba con su plan, algo a la orilla del campo de football llamo su atención.

Ellie estaba sentada debajo de las gradas del campo, se encontraba sobre su chamarra, con ambos brazos detrás de la nuca y los ojos cerrados, escuchando música y moviendo un pie al ritmo de la melodía, amaba los días en que podía meditar de esa manera y hoy era un día especialmente bueno con un cielo nublado y un clima para dar gracias, había un poco de aire pero poco le importaba despeinarse, si por ella fuera se quitaría el uniforme ya que era muy ajustado y también incómodo. Los pensamientos de la castaña viajaban de un lado a otro, su vida al fin estaba volviendo a la normalidad, su padre le llamo hace unos días atrás para avisarle que había recuperado su trabajo y no solo eso sino que ahora era el fiscal de Mentor, eso quería que habría más ingresos y por consiguiente más trabajo pero su padre argumento que estaba feliz, después de casi 3 largos meses sin trabajar ahora estaba listo para toda la carga laboral que fuera necesaria. Su madre volvió al hospital y también la ascendieron a jefa de enfermeras de su piso, su madre no cabía de la felicidad, por otro lado su hermano ya estaba en la Universidad, había recibido una recompensa por “el error” que hubo, no pagaría ese año de colegiatura eso quería decir que ya tenía dos años asegurados en esa universidad, Nicholas estaba emocionado sin duda alguna, su tía justo en ese momento estaba firmando una contrato para una importante compañía de tiendas departamentales para que expusieran y compraran sus modelos o productos, todo estaba mejor que nunca. Sin embargo, algo le decía que no fue exactamente el destino sino que un ruloso joven de ojos esmeralda tenía la culpa de toda aquella buena racha y la verdad era que no estaba equivocada.

Lawless. [SinEditar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora